Epigramas y Fábulas en la Literatura Latina
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Introducción Épica
En el mundo literario griego el epigrama era una inscripción en verso sobre piedra que poseía una finalidad funeraria o votiva. A partir del siglo IV a.C. surgen nuevos epigramas de contenido erótico, sentencioso, descriptivo o simposíaco.
Vida de Marcial
Marco Valerio Marcial nació en Bílbilis (Bámbola) cerca de Calatayud. En el 64 d.C. se trasladó a Roma donde contó con el apoyo de la familia hispana de los Sénecas. En el 65 d.C. tras la conspiración de Pisón en la que se vieron envueltos algunos de los miembros de la familia Marcial tuvo que sobrevivir mendigando sustento en otras familias importantes. En el 98 decidió volver a su tierra natal donde compuso sus últimos poemas.
Obra de Marcial
Publicó su primera obra el Libro de los espectáculos en el año 80 con motivo de inauguración del anfiteatro Flavio. A partir del 84 publica sus libros restantes de epigramas. La obra de Marcial está formada por 14 libros de epigramas. Los libros XIII y XIV escritos durante los años 84 y 85 denominados Xenia y Apophoreta constan de breves composiciones destinadas a acompañar los regalos que ofrecían durante los Saturnales y los obsequios que los anfitriones de un banquete repartían. Los once primeros libros fueron escritos antes del 102. La finalidad de sus epigramas es hacer reír al lector mediante la obscenidad y el humor. Destacando la frase (“Mis páginas pueden ser lascivas, pero mi vida es honrada”).
Estilo de Marcial
En los epigramas destacan 2 partes, la primera se presenta objetivamente un hecho y en la segunda se da la opinión subjetiva del autor sobre el hecho. Destaca la puntilla por su ingenio y efecto humorístico. También destaca el realismo, es decir, se refleja la vida misma (“nuestras páginas saben a hombre”). La lengua se caracteriza por la libertad de expresión, rechaza el estilo ampuloso y usa las palabras de doble sentido para crear el efecto sorpresa.
Pervivencia de la Obra
En la época imperial y tardía hubo muchos imitadores como Ausonio, Claudiano y Sidonio. En la época visigótica Isidoro de Sevilla los utilizo como modelo de sus composiciones. En la Edad Media debido a su obscenidad fue excluido del canon de los autores leídos. Con la publicación de la primera edición de su obra 1471 se multiplicaron los autores que componían epigramas latinos marcialescos (John Owen, Jacopo Sannazaro y Poliziano).
La Fábula
Para denominar fábula, los latinos aludían a cualquier tipo de composición ficticia que pretendía ser una imagen de la realidad. La fábula era un relato corto en el que por medio de la personificación de seres irracionales se transmitía una enseñanza vital desde la moral.
Vida de Fedro
Fue un esclavo originario de Macedonia. Recibió la libertad de manos de Augusto y desarrolló su actividad literaria durante los reinados de Tiberio, Calígula y Claudio.
Obra de Fedro
Publicó en cinco libros su colección de Fabulas latinas en verso. Muchos de los temas están tomados de Esopo, en cambio otros proceden de su experiencia personal o se inspiran en la sociedad de la época que le tocó vivir. En las 101 obras de Fedro se aprecia con claridad la intención didáctica y moralizante en la moraleja que introduce el breve relato. En ellas se desarrolla el concepto de protesta social, adaptándolo a las costumbres de su época.
Uno de los temas fundamentales de sus fábulas es el conflicto entre el débil y el poderoso. Los poderosos, ricos, y soberbios, simbolizados por águilas, lobos o serpientes aparecen en lucha constante con los pobres humillados y oprimidos (corderos, ratones, liebres o ranas).
Estilo
La lengua y el estilo empleados por Fedro se caracterizan por su claridad y sencillez, y por el intento de alejarse de cualquier pretensión retorizante, de ahí que sus fabula fueran usadas durante mucho tiempo como texto escolar.
Pervivencia
El éxito de su obra ha sido enorme en todas las épocas y lugares. Los grandes maestros de la fabulística moderna, como el italiano Niccolo Perotti, el francés Jean de la Fontaine, Tomás Iriarte y Félix Mª de Samaniego en España han contribuido a popularizar y perpetuar el espíritu y la forma de las composiciones de Fedro.