La epidemia de la Matemática Difusa: ¿Qué se le está enseñando a su hijo?

El fracaso del currículo matemático

Por Michelle Malkin

¿Sabe usted qué tipo de matemáticas se le está enseñando a su hijo? ¿Le preocupa que, a pesar de estar en tercer grado (8-9 años), aún no haya aprendido a realizar multiplicaciones sencillas? ¿Está perplejo ante la jerga educativa que utilizan para explicarle por qué su hijo sigue trayendo a casa las mismas tareas insulsas e improductivas de cortar, pegar y dibujar? ¿Está alarmado por profesores que ponen más énfasis en "la confianza en uno mismo" que en el aprendizaje, mientras sus alumnos se quedan cada vez más rezagados? Bienvenido al club.

En todo el país, desde Nueva York hasta Seattle, los padres se están dando cuenta de la existencia de modas matemáticas como la Matemática Cotidiana (Everyday Math). Suena bastante inofensivo, ¿verdad? Lo promocionan astutamente como un programa de la Universidad de Chicago. Impresionante, ¿no? Pero entonces empieza a sospechar que algo no encaja cuando su hijo, al comenzar segundo grado, trae a casa los mismos problemas de sumas y restas de preescolar por segundo año consecutivo.

Entonces su hijo le explica que, en realidad, el profesor no está enseñando nada y que se limita a repartir hojas de ejercicios inútiles, algunas de las cuales no tienen sentido para padres con títulos en empresariales, medicina o doctorados especializados en análisis econométrico. Al investigar más, se da cuenta de que es la facultad de educación de la Universidad de Chicago, y no la de matemáticas, la que está detrás de esta idea.

Al buscar en Google "Matemática Cotidiana", descubre que innumerables padres, y algunos profesores valientes que aún piensan con claridad, han sufrido experiencias similares a las suyas. Como la madre de Illinois que encontró estos problemas "de matemáticas" en un libro de texto de quinto grado de Matemática Cotidiana:

• A. Si las matemáticas fueran un color, sería el…., porque……
• B. Si fueran una comida, sería…., porque……
• C. Si fueran un clima, serían…., porque……

Entonces se da cuenta de que su hijo ha pasado a ser víctima de la Matemática Difusa, la nueva matemática moderna, la pedagogía políticamente correcta y llena de eufemismos que corrompe los colegios, tanto públicos como privados, de todo el país.

La frustración de padres y profesores

Se siente como el protagonista del cuadro de Edvard Munch, El grito, mientras se embarca en la aparentemente inútil tarea de movilizar a otros padres y luchar contra la "pedagocracia" para que su hijo aprenda matemáticas mediante un plan de estudios riguroso. El profesor de Nueva York, Matthew Clavel, describía su frustración con la Matemática Cotidiana en un artículo de 2003 para City Journal:

"El fracaso del plan de estudios es innegable: ni uno solo de mis alumnos se sabía las tablas de multiplicar y muy pocos dominaban siquiera las operaciones más básicas; el conocimiento del producto y la división era pésimo... ¿qué haría usted si descubriera que ninguno de sus alumnos de cuarto grado puede decirle correctamente cuánto es cuatro por ocho?"

Pero no se dé por vencido. Aunque la ciudad de Nueva York permanece fiel a la Matemática Cotidiana (que se convirtió en el plan obligatorio por una ley de 2003), el estado de Texas aprobó, poco antes del Día de Acción de Gracias, la retirada de los libros de texto de la Universidad de Chicago para alumnos de tercer grado. Los miembros de la junta escolar criticaron el programa de matemáticas por no preparar a los estudiantes para la universidad. Es una victoria importante en la "guerra de las matemáticas" porque Texas es uno de los mayores mercados para los libros de texto. Por donde va Texas, le sigue la nación.

Alternativas y soluciones

Mientras tanto, grupos cívicos como Matemáticamente Correcto o ¿Dónde están las matemáticas? están alertando a los padres sobre cómo sus hijos están siendo utilizados como conejillos de indias por los pedagogos. Y los profesores y profesionales de las matemáticas que no han sucumbido al marketing de lo políticamente correcto están dando a conocer el problema. Nick Díaz, educador de Maryland, escribía una carta a su periódico local:

"Como ex profesor de matemáticas en los centros públicos del condado de Frederick, tengo un gran interés en el reciente debate sobre los problemas con el plan de estudios de matemáticas en nuestro estado y nuestro condado... Los partidarios de la Matemática Difusa afirman que el nuevo enfoque proporciona 'una profunda comprensión conceptual'. Esas palabras, sin embargo, esconden la verdad. No se espera que los estudiantes dominen la suma, la resta o la multiplicación. Estas habilidades fundamentales son necesarias para una comprensión verdaderamente profunda de las matemáticas, pero los defensores de la Matemática Difusa son muy hábiles empleando términos que a los padres les suenan bien, pero que significan algo diferente para los educadores."

Los miembros del West Puget Sound Chapter de la Sociedad de Ingenieros Profesionales de Washington también expresaron su opinión en su comunidad:

"Durante 35 años hemos sido objeto de un experimento fracasado, la 'Matemática Moderna'. Las matemáticas dependen de la capacidad individual para resolver problemas y averiguar la respuesta correcta. La matemática no se presta a respuestas 'reformadas'. La solución es reconocer el fracaso del plan de estudios constructivista en su relación con las matemáticas y las ciencias, eliminarlo y volver a los sistemas básicos de enseñanza de toda la vida utilizando textos como el método Singapur."

Si la Matemática Difusa fuera un color, sería ese verde de las etiquetas que advierten a los niños de no ingerir sustancias venenosas. ¡No se lo trague!

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