El Ensayo Español en el Siglo XVIII: Feijoo, Cadalso y Jovellanos
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**El ensayo español en el siglo XVIII: Feijoo, Cadalso y Jovellanos**
Contexto general
Entre las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX se produjo en Europa una revisión del orden establecido que dio lugar a una concepción distinta del hombre y abrió paso a la Edad Contemporánea. Este movimiento intelectual recibió el nombre de **Ilustración** y se desarrolló en el siglo XVIII, centuria también conocida como el **siglo de las luces**, aludiendo a la luz de la razón. El origen de esta concepción ha de buscarse en teorías científicas y filosóficas del XVII como el **empirismo**, que proponía como forma de conocimiento el método científico-experimental, basado en la observación de la realidad. Sus teóricos fueron los pensadores galos: Voltaire, Montesquieu y Rousseau. Este último junto a Diderot y D'Alembert participó en la elaboración de la llamada Enciclopedia con la que pretendían recopilar todos los conocimientos de la época.
Los principios de la Ilustración fueron:
- Concepción del hombre: Los ilustrados muestran plena confianza en la humanidad y en su capacidad de superación y entendimiento del mundo que les rodea sin recurrir a Dios. Defienden que los hombres nacen libres e iguales en derechos y dignidad.
- Racionalismo y progreso: La razón permite a los hombres conocer el mundo, luchar contra la superstición y someter a crítica los conocimientos anteriores. Todo esto contribuye al desarrollo científico, del cual se deriva el ideal ilustrado: el progreso material y espiritual.
- Deseo de conocimiento y didactismo: Se persigue la divulgación del conocimiento del mundo a través de la educación y el arte para que resulte útil a la sociedad.
- Reformismo: Para mejorar la sociedad, la Ilustración propone reformas concretas en distintos campos (educativo, agrario,…). Su aplicación por parte de algunos gobiernos formó parte del denominado despotismo ilustrado.
- Concepción de la literatura: La literatura ilustrada es la que resulta útil a la sociedad como vehículo de divulgación de ideas y de enseñanza. Esta debe guiarse por unas normas que eliminen los excesos barrocos. La búsqueda de la sorpresa y la originalidad dejan paso al deseo del buen gusto manifestado en la moderación expresiva y en una construcción equilibrada de la obras.
La Ilustración en España
Fue un fenómeno tardío, de escasa difusión (su difusión sólo alcanzó a una minoría de eruditos e intelectuales) y de efecto limitado (no promovió cambios bruscos ni cuestionó la monarquía absoluta ni los dogmas religiosos). Aunque ya existían precedentes con los reinados de los Borbones Felipe V y Fernando VI, no fue hasta la segunda mitad del siglo XVIII con el **Despotismo ilustrado** de Carlos III cuando el pensamiento ilustrado alcanza su plenitud, luchando contra el estado de decadencia y atraso. Pero con la llegada de la Revolución Francesa y el ascenso al trono de Carlos IV, el miedo al impacto revolucionario hizo que se paralizara dicho movimiento. Hay que destacar la creación de organismos culturales siguiendo el ideal ilustrado (RAE, Jardín Botánico, El Prado,…).
La literatura española del XVIII continúa siendo barroca durante la primera mitad de la centuria, mientras que en la segunda mitad, el **neoclasicismo** convivió con otros dos estilos: **rococó** y **prerromanticismo**. La Ilustración buscó una literatura más racional, educativa y con mayor contenido ideológico. Los géneros tradicionales (poesía, teatro,…) dejan paso a formas literarias originales y apenas tratadas antes cuyo ejemplo más relevante es el **ensayo** (trata temas diversos: filosóficos, políticos, religiosos). Otros géneros novedosos son el informe político y científico, el género epistolar, la sátira, el artículo periodístico… Respecto al teatro, aborda temas relacionados con la ideología ilustrada de los que se desprende una enseñanza útil, y obedece a reglas establecidas. Junto a la tragedia clásica, sobresale con fuerza la comedia burguesa. Su principal autor es Leandro Fernández de Moratín. Por último, podemos citar de este periodo como poetas a Meléndez Valdés o a los fabulistas Tomás de Iriarte y Samaniego. Se distinguen varias tendencias literarias en este siglo:
- Postbarroquismo: Heredero de la tradición barroca. Se imita a Góngora pero se ha perdido en forma y estilo la fuerza y vitalidad creadora. Una variedad es el rococó que imita a los clásicos e incluye referencias mitológicas y asuntos relacionados con el placer en un ambiente pastoril.
- Neoclasicismo: Encarna el ideal ilustrado. Influido por el mundo grecorromano. Se somete a reglas establecidas y proscribe el sentimiento por la razón. Autor importante: Moratín.
- Prerromanticismo: Rechaza la rigidez y armonía neoclásicas. Se caracteriza por dar cabida al sentimiento y romper el equilibrio expresivo (alteración sintáctica, léxico valorativo,…), y por la presencia de una naturaleza llena de tempestades, fantasmas,…
Los ensayos de Feijoo
Principal utilizador del ensayo, Feijoo pretendía con sus obras educar al pueblo. Con amenidad, sentido común y utilizando un lenguaje sencillo y simple, trata en sus obras temas como la demostración de la falsedad de las supersticiones y de ciertas creencias populares (inexistencia de seres fantásticos, milagros, artes adivinatorias,…). También realiza una crítica hacia la Iglesia censurando las muestras de ostentación y lujo eclesiásticas y rechaza la oposición desde algunas instituciones a las novedades intelectuales en defensa de la fe. Entre su producción, destacan dos obras ensayísticas: el Teatro Crítico Universal (se tratan problemas relacionados con la ciencia y la realidad) y Cartas Eruditas y Curiosas (pone en duda las opiniones aceptadas como verdades).
Cadalso y las Cartas Marruecas
En sus obras, Cadalso trata las costumbres de los españoles con una visión crítica (formas de vestir, ociosidad de los nobles, los usos lingüísticos, decadencia de la industria, educación,…). Todos estos temas están presentes en su obra más relevante escrita en formato epistolar: las **Cartas Marruecas**. Se observa la realidad de España desde la perspectiva de tres personajes mediante reflexiones sostenidas por datos y ejemplos pero de forma clara y ligera:
- Visión desde fuera: Gazel, joven e imparcial marroquí que viaja por España.
- Visión desde dentro: Nuño, amigo cristiano de Gazel, bondadoso, veraz y cosmopolita.
- Visión generalizadora: Ben Beley, prudente sabio marroquí.
Jovellanos y el ensayo ilustrado
**Gaspar Melchor de Jovellanos** (1744-1811). Insigne ilustrado nacido en Gijón y muerto en Puerto de Vega. Sus avanzadas ideas reformistas le granjearon la enemistad de sectores conservadores. Miembro de diversos organismos académicos (RAE, Bellas Artes de San Fernando); fue desterrado por Carlos IV a su ciudad natal donde fundó el Instituto Asturiano. Tras ser nombrado ministro de Justicia, es vuelto a desterrar y es encarcelado. Sus propuestas reformistas iban dirigidas a los grupos dirigentes, no al pueblo.
a) Temas
La mayor parte de su prosa versa sobre problemas económicos y sociales de España: la agricultura, el abandono de la industria,… proponiendo algunas soluciones. También mostró especial interés por la cuestión de la educación rechazando el método memorístico y defendió una reforma académica basada en el aprendizaje de idiomas y abogaba por una educación humanística para los científicos.
b) Obras
Sus obras cuya finalidad es solucionar los problemas sociales de España nacen de un reflexivo análisis de la situación. Sus obras más importantes son Informe sobre la Ley Agraria, en la que aboga por la derogación de leyes proteccionistas que impiden la libertad de comercio agrario y Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas, en la que defiende la existencia de diversiones para el pueblo y la dignificación de éstas. En muchas ocasiones, Jovellanos extrajo de su propia vida episodios para sus obras, como es el caso de Descripción del Castillo de Bellver.
c) Estilo
Su prosa se caracteriza por su sencillez y una gran claridad, acordes con la intención expositivo-argumentativa de los textos, pero manteniendo un lenguaje culto y cuidado. En alguna ocasión utiliza tecnicismos propios de la materia tratada. Se aprecia cierta subjetividad anticipadora del romanticismo en textos como cartas o descripciones.