La Enfermedad en la Infancia y la Adolescencia

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La Psicología Evolutiva

A lo largo de nuestra vida, los seres humanos experimentamos cambios, no sólo físicos sino que también modificamos nuestra forma de expresar emociones y la de adaptarnos al entorno.

Desarrollo

Este desarrollo se sucede en etapas o estadios del ciclo vital, y son: la infancia, la adolescencia, la edad adulta y la vejez.

Teoría de Desarrollo de E. Erikson

  • Divide el ciclo vital de una persona en ocho estadios de desarrollo.
  • En cada etapa aparece una crisis, que cada persona deberá solucionar para pasar a la etapa siguiente.

La Enfermedad en la Infancia

1. La Infancia

La infancia es la etapa de la vida que comprende los primeros años de desarrollo, desde el nacimiento hasta la adolescencia. El punto de vista de los niños en relación con la enfermedad y la salud es tremendamente variable y depende de la etapa vital que estén atravesando.

1.2 La Enfermedad en la Infancia

La hospitalización supone una experiencia traumática a cualquier edad, y en el niño puede llegar incluso a alterar su crecimiento y desarrollo. Cuando comienza a controlar sus funciones corporales y se siente independiente, los procedimientos en la hospitalización le obligan a ser dependientes, y esto provoca pérdida de control. El niño puede reaccionar, en consecuencia, con actitudes difíciles, como rabietas incontrolables y mal humor, o pasivas.

  • En el hospital se deben explicar las normas de funcionamiento y su finalidad, siempre teniendo en cuenta la capacidad de compresión del niño, para que no presente ideas erróneas.
  • También es importante explicarle los procedimientos que se le van a aplicar, dejando claro si van a resultar dolorosos o no. Es muy importante la sinceridad para poder establecer relaciones de confianza y cooperación con el niño en sus cuidados posteriores.
  • El principal problema que se presenta ante la hospitalización es el temor del niño a ser abandonado. Se le debe explicar que sus padres van a volver. Es frecuente que ante una separación se observen las siguientes etapas:

1.2.1 El niño ante la enfermedad

  • La edad y etapa del desarrollo psicofísico. Los bebés no diferencian sensaciones y emociones ni saben qué es la enfermedad. No tienen temor a ella. A partir de los 6 años comienzan a diferenciarla y hasta los 12 no forman una idea más precisa.
  • El tipo de enfermedad (aguda, crónica, si le impone limitaciones o no, etc). Suelen ser vividas como una agresión o un castigo, por ejemplo, las inyecciones, las inmovilizaciones, etc.
  • Según experiencias anteriores. Dependerá mucho de su personalidad, de cómo reaccionan los padres, del lugar (consulta, hospital, domicilio, etc).

1.2.2 Necesidades psicológicas del paciente en la infancia

  • Si se trata de un lactante:
    • Sus reacciones dependerán de las experiencias previas (si no ha tenido, su imaginación sustituirá al conocimiento).
    • La dificultad de expresarse puede interferir en el vínculo afectivo hijo-padres.
    • Ante molestias aparece el llanto y el movimiento corporal. Es difícil identificar la causa del llanto.
    • La hospitalización origina ansiedad y, cuando es frecuente y prolongada, puede ocasionar “el Síndrome del hospitalismo infantil”.
    • El desarrollo motor del pequeño puede verse afectado (disminuye su autonomía y capacidad para explorar el mundo que le rodea).
  • Si está en la etapa preescolar:
    • Inducen temor al daño físico (exploraciones, pruebas médicas, etc).
    • La causa de la enfermedad se relaciona con mucha frecuencia con un mal comportamiento (desobediencia) y la separación se vive como el castigo merecido, por lo tanto el niño se sentirá culpable.
    • Se puede generar sentimiento de incapacidad (por ejemplo, amputación de una extremidad generará una alta dependencia de los padres).
    • La enfermedad puede generar también ventajas, como poder faltar a clase, recibir regalos, etc.
  • Si está en la etapa escolar:
    • Es capaz de diferenciar entre salud y enfermedad.
    • Pide ayuda a los mayores cuando se encuentra mal.
    • Es una etapa en la que el niño detesta sentirse diferente a los demás. Las enfermedades crónicas (llevar prótesis, pautas de tratamiento, insulina, etc) influyen especialmente en su autoestima y en la aparición de sentimientos de inferioridad en relación al resto de los escolares.
    • Si la enfermedad es altamente incapacitante la tendencia al aislamiento se hace habitual.

1.2.3 Reacciones del niño ante la enfermedad u hospitalización

Niños

  • Conductas regresivas, es decir más infantiles (se encuentra mal y necesitan más cariño...).
  • Inhibición o pasividad, llegando en ocasiones hasta la depresión.
  • Labilidad emocional (cambios de humor, llanto fácil, etc) e irritabilidad.
  • Rebeldía (negarse a los tratamientos, etc).
  • Pesadillas y enuresis (micción involuntaria)
  • La hospitalización del niño suele ser una experiencia traumática porque comporta separación de los padres y del entorno familiar.
  • Si el niño es menor de 7 años no entenderá la relación de la enfermedad con la separación de los padres, puede pensar que está abandonado y sentir angustia.

2. La Adolescencia

La adolescencia es el periodo de transición psicosocial y de maduración entre el niño y el adulto joven. Se caracteriza por importantes cambios físicos, psíquicos y sociales.

  • Se va formando la identidad personal y se produce una rebelión contra las normas.
  • Aparecen los deseos de autonomía.
  • Se consolida su identidad sexual. Los adolescentes poseen un particular sentimiento de invulnerabilidad que les hace creer que son diferentes del resto de las personas y que no les tocará sufrir las situaciones negativas por las que pasan los demás. Tienen una percepción irreal de su singularidad.

Los adolescentes poseen un particular sentimiento de invulnerabilidad que les hace creer que son diferentes del resto de las personas y que no les tocará sufrir las situaciones negativas por las que pasan los demás. Tienen una percepción irreal de su singularidad.

2.1 La Enfermedad en la Adolescencia

La enfermedad en el adolescente cursa con una pérdida de independencia, lo que le ocasiona un fuerte impacto psicológico, puesto que le obliga a depender de los demás (los adultos), lo que considera un paso hacia atrás en su desarrollo. También supone un ataque a su imagen corporal y a su autoestima.

  • Dado que su capacidad de razonamiento es similar a la del adulto, necesitan continuamente ser informados de los cambios que se producen en el proceso patológico.
  • Colaboran activamente en su tratamiento y sienten especial preocupación por cualquier intervención que pueda dejar secuelas o que afecte a su imagen corporal.
  • Aparece el miedo a las consecuencias de la enfermedad y a la muerte.
  • El adolescente es, por naturaleza, inseguro. Por eso a veces parece dudar ante las situaciones que requieren una reacción inmediata.
  • El comportamiento del adolescente se caracteriza por la ambivalencia: ante una determinada circunstancia, puede reaccionar con gran madurez, como si fuera un adulto, o hacerlo como un niño.
  • Es habitual que sufra cambios frecuentes de humor y de estado de ánimo.

2.2 La Hospitalización

  • En esta etapa de la vida en la que comienza la independencia, la hospitalización, al igual que ocurre con la enfermedad, supone un paso hacia atrás: representa dependencia de los padres y adultos. La separación de su grupo de amigos aumenta la sensación de aislamiento y, aunque pueda tolerarlo bien, implica gran aburrimiento.
  • Las normas hospitalarias le resultan irritantes por la falta de libertad y de intimidad que suponen. Tienen que obedecer a extraños y por lo tanto depender de ellos. Los horarios de visitas son restringidos y a veces se les obliga a estar en reposo.

La conducta del adolescente hospitalizado puede oscilar entre una hostilidad manifiesta, como signo de rebeldía, y una absoluta pasividad, que pueden indicar negación y represión. Por otro lado, a veces tratan de llamar la atención, mediante quejas continuas o escasa comunicación, por la necesidad que tiene de reafirmarse.

2.3 Embarazo en Adolescentes

El embarazo en adolescentes es un importante problema debido a la morbimortalidad asociada a los embarazos a esas edades (inmadurez orgánica de la madre) y por los factores psicosociales que inciden en el control adecuado del mismo, ya que suelen ocultarlo a los adultos.

  • Ante una sospecha de embarazo, se realizará una entrevista con la paciente en privado, asegurándole el secreto profesional y tratando directamente la cuestión.
  • Se le informará a la paciente de su estado, ayudándole a aceptar y comprender las consecuencias de su situación.
  • Un profesional deberá informar, aunque sin animar a la paciente, acerca de los riesgos y los beneficios de un aborte terapéutico, de la manutención y crianza del niño.
  • Se debe intentar compartir las decisiones con un adulto de confianza.

2.4 El Personal Sanitario ante la Enfermedad del Adolescente

  • Los profesionales deben saber que el adolescente, en general, es reacio a hablar de los que le pasa y hay que ayudarle con preguntas abiertas, sin adoptar una actitud paternal y sin reproches.
  • Se le debe informar, asegurando la confidencialidad de lo que nos explique (uso de sustancias tóxicas o temas de sexualidad).
  • Debemos dirigirnos a ellos y no a los padres, para preguntar por su salud.

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