Educación Integral: Desarrollo, Funciones y Currículo

La **educación** es un proceso integral y continuo que implica la adquisición de **conocimientos**, **habilidades**, **valores** y **actitudes**. Va más allá de la transmisión de información y busca el **desarrollo completo de la persona**, abarcando aspectos cognitivos, emocionales, sociales y éticos. Tiene como finalidad la construcción de la **identidad personal**, y la integración en la sociedad en general y de forma más inmediata en el contexto de pertenencia.

Dimensiones de la Educación

Las tres dimensiones bipolares en las que se han organizado las notas características de la educación según Julián Luengo Navas son:

• Humanización: influencias que recibe el sujeto desde su nacimiento para que se convierta en persona. La educación trata de hacer a la persona mejor de lo que en un principio es, en un permanente proceso de perfeccionamiento. La educación es un fenómeno eminentemente humano. Se dirige hacia el perfeccionamiento integral de la persona, no debiéndose descuidar ninguna de sus capacidades integrantes.
• Educación: atendiendo a dos elementos básicos de la misma: el sujeto lleva a cabo la acción de educar y el sujeto en el que se concreta el efecto de dicha acción.

Atendiendo al sujeto que educa: influencia, intencionalidad, actividad, comunicación y continuidad y al sujeto que se educa: individualización y socialización. Son varias las tareas para ambos sujetos. Se interesa por la enseñanza y el aprendizaje, es decir, por lo que hacen el educador y el educando en situación educativa. Destacan de la enseñanza: la sistematización y la graduación; mientras que del aprendizaje se estudia el adoctrinamiento, la manipulación, la instrucción y la formación, con la intención de establecer límites precisos.

Funciones de la Escuela

Las funciones de la escuela según Gimeno Sacristán son:

• La escuela como fundamento de la democracia. La educación es esencial para el desarrollo de ciudadanos informados y comprometidos que puedan participar de manera activa en una sociedad democrática. La escuela proporciona las herramientas necesarias para comprender los principios democráticos, la importancia de la participación cívica y el respeto por los derechos de los demás.
• La posibilidad de crecimiento de la personalidad del alumno/a. La escuela no solo se trata de transmitir conocimientos, sino también de proporcionar un entorno que permita el desarrollo integral de la personalidad de cada estudiante. Este enfoque implica atender aspectos emocionales, sociales y éticos, fomentando valores como la empatía, la responsabilidad y la autoestima.
• La difusión e incremento del conocimiento y de la cultura en general. La escuela es una institución clave para la transmisión y generación de conocimientos, así como para la difusión de la cultura. Proporciona a los estudiantes acceso a una amplia gama de disciplinas, conocimientos y expresiones culturales que enriquecen su comprensión del mundo.
• La inserción de las personas en el mundo. La escuela prepara a los estudiantes para su inserción en la sociedad proporcionándoles las habilidades necesarias para participar activamente en el ámbito laboral, social y cultural. Esto implica no solo la adquisición de conocimientos académicos, sino también habilidades prácticas y sociales.

Las funciones de la escuela según Reimer son:

• De custodia. La escuela asume la función de proporcionar un entorno seguro y estructurado para los estudiantes durante el tiempo que pasan en ella. Esto implica cuidado físico y emocional, así como la creación de un ambiente propicio para el aprendizaje.
• De selección del papel social. La escuela, a través de sus procesos de evaluación y orientación, puede influir en la selección del papel social de los estudiantes. Esto se refiere a la identificación de sus habilidades y aptitudes, ayudándoles a tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y profesional.
• Doctrinaria.
• Educativa.

Adaptación Curricular y Sistema Educativo

El sistema educativo necesita que su currículo se vaya reformando y actualizando ya que la principal finalidad de cualquier sistema educativo ha de ser lograr que todos puedan lograr su máximo desarrollo integral. Ordenar, por tanto, el sistema educativo para conseguir dicha finalidad, y hacerlo en un contexto de **igualdad de oportunidades** para todo el alumnado, se constituye como la principal exigencia del punto de partida.

La respuesta a tal heterogeneidad de contextos y alumnado pasa, necesariamente, por una **escuela inclusiva** que promueva la igualdad y la no discriminación y elimine estereotipos y obstáculos en el acceso al aprendizaje. Y un elemento clave en esa dirección es, sin duda, un **currículo flexible** que pueda adaptarse a las necesidades educativas de cada alumno o alumna y a las propias del contexto en el que se produce el aprendizaje.

Es necesario profundizar en una propuesta curricular que, de manera coherente y progresiva, y en línea con los principales referentes internacionales, ayude a nuestros estudiantes a adquirir las **competencias** que les permitirán desenvolverse con garantías en la sociedad de las próximas décadas. Se trata de formar estudiantes que sepan aplicar el conocimiento a las circunstancias desconocidas y cambiantes con las que se van a enfrentar. Para ello, necesitarán un amplio rango de destrezas que deben estar integradas en el currículo relativa a las **competencias clave para el aprendizaje permanente**. Además, nuestros jóvenes tendrán que incorporarse a la sociedad como ciudadanos activos en contextos temporales, espaciales y digitales llenos de incertidumbre. Necesitarán también implicarse con el mundo natural y apreciar su fragilidad, complejidad y valor.

Cambios Necesarios en el Currículum

Los cambios que necesita el currículum actual son:

• Profundizar en la transición desde la tradicional acumulación enciclopedista de conocimientos (que sigue pesando en ciertos sectores de la comunidad educativa) hacia la adquisición de competencias.
• Ajustar los aprendizajes al nivel evolutivo del alumnado de cada curso y etapa.
• Fomentar activamente la equidad y la inclusión, modificando el carácter excesivamente estructurado del modelo actual, para responder a las necesidades de todo el alumnado.