Educación y Dialéctica en Platón: Ascenso del Alma hacia el Bien
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Tesis
El proceso de educación es difícil y costoso. Comienza desde la primera fase, en la que el sujeto pasa del nivel más bajo del conocimiento (sombras) al inmediatamente superior (objetos). Todos los filósofos guardianes deben pasar por este proceso para conocer la dialéctica como ciencia y, así, alcanzar la Idea del Bien.
Ideas Principales
- Liberación del alma de todo lo que la ata: el cuerpo, el mundo sensible, la opinión, las pasiones innobles de la parte apetitiva del alma.
- La Dialéctica como proceso de educación del alma para dirigir su capacidad de conocimiento racional hacia la verdad, que parte de lo sensible hasta lo inteligible (marchar mirando a la luz).
La Educación de los Futuros Gobernantes
El problema que examina Platón en su alegoría de la caverna es la educación de quienes serán futuros gobernantes (qué es la educación, en qué consiste). Responder a esta pregunta supone desentrañar toda la filosofía platónica, pues la educación es un proceso que afecta al alma entera. Implica la adquisición de un conocimiento sobre realidades superiores (las Ideas y, en concreto, la Idea de Bien) que no nos proporcionan los sentidos, sino la razón, para después saber actuar de manera justa y acorde al Bien en sí, tanto en la vida privada como pública (el Estado). El objetivo es que comprendamos la importancia del proceso educativo de los filósofos-gobernantes para la justicia en la Polis.
El Ascenso Dialéctico
Platón nos dice en este fragmento que cuando el prisionero pasa de ver sombras a percibir los objetos cuyas sombras había visto antes, es incapaz de ver con claridad. Cada ascenso en el proceso dialéctico, en el ascenso de lo sensible a lo inteligible, supone un tiempo de adaptación para la razón (parte racional del alma) a la verdad, a la inteligibilidad del mundo inteligible.
Grados de Conocimiento
El grado más bajo de conocimiento es la conjetura o imaginación, el grado de opinión que nos formamos sobre las imágenes, reflejos y sombras de la realidad. Si los objetos físicos son copias de las Ideas, las sombras de los objetos son "copia de la copia", son la realidad que menos verdad contiene, por eso su nivel de conocimiento es el más confuso. El grado inmediatamente superior (aunque todavía dentro de la opinión) se corresponde con la creencia, la percepción de los objetos físicos. Es un conocimiento menos confuso que el anterior porque se corresponde con realidades más próximas a lo real (al mundo inteligible). Si completamos el ascenso en los grados de realidad y de conocimiento, pasamos al Mundo Inteligible y la Ciencia. En la alegoría, se corresponde con la contemplación del exterior de la caverna. El prisionero sólo puede ver al principio las sombras y reflejos de los objetos del exterior, es decir, la razón se ejercita en el pensamiento discursivo (dianoia) sobre los objetos matemáticos (copias inteligibles de las Ideas matemáticas). Más tarde, el prisionero podrá ver los objetos mismos, el cielo de noche, hasta soportar la visión del Sol. Con ello, Platón alude a la fase ascendente de la Dialéctica, en la que, a partir de las Ideas como hipótesis, la razón alcanza la idea de Bien. Tras la contemplación del Bien, viene la fase descendente de la dialéctica. Con la culminación de la fase descendente del proceso dialéctico, el alma alcanza la máxima ciencia (conocimiento racional de lo inteligible): la Dialéctica, Sabiduría o Filosofía, y con ello la máxima virtud del alma racional (la sabiduría), condiciones necesarias para actuar como un buen ciudadano y un buen gobernante.
Purificación del Alma y el Bien de la Polis
Es importante señalar que el proceso de ascenso en el ser (ontología) y en el conocimiento (epistemología) supone también una purificación en el alma (antropología). Toda el alma resulta educada, toda ella debe ascender hacia el Bien. Por eso, es necesario primero dominar las pasiones de la parte apetitiva del alma (concupiscible) y fortalecer la voluntad de la parte irascible del alma (alcanzar la valentía) para que la parte racional del alma (la razón) pueda ejercitarse en la Ciencia, en el recuerdo del Bien. (Se podría hacer mención del Mito del carro alado). La alegoría nos dice, al final, qué le espera al prisionero liberado tras contemplar el sol del exterior (descender de nuevo a la caverna para intentar liberar a otros prisioneros). Para Platón, la formación en la Dialéctica no tenía como objetivo formar a sabios para su propio beneficio, sino para el bien de la polis: el filósofo debe ejercitarse en las funciones de gobierno, pues sólo ellos podrán actuar con vistas al Bien.
El Doble Objetivo del Saber
- En el ámbito de lo privado, es decir, en el del individuo particular, la sabiduría garantiza el comportamiento justo y sabio, y una vida virtuosa.
- En el ámbito de lo público, es decir, de la convivencia en la polis, la sabiduría garantiza un gobierno justo y sabio, así se hace posible la virtud de la Polis.
La Justicia en la Polis
Quienes no hayan alcanzado esta fase en la educación cumplirán otras funciones, generando otros grupos sociales: la defensa de la polis, quienes tengan un predominio del alma irascible y sean valientes (serán los guardianes); la producción, quienes tengan un predominio del alma concupiscible y sean moderados (serán los productores). En este equilibrio de funciones consiste la justicia en la polis como virtud de la misma, y en este equilibrio de funciones es donde se da un buen régimen político: el gobierno de un monarca filósofo o de una aristocracia de filósofos. El resto de formas de gobierno (timocracia, oligarquía, democracia, tiranía) son degeneraciones de la justicia, pues no gobiernan los sabios.