Diversidad Geográfica de España: Clima, Relieve, Vegetación, Población, Economía y Transporte

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Dominios Climáticos de España y sus Características

España se caracteriza por su variedad climática debido a su orografía, que limita la influencia marítima en el interior, y a su elevada altitud media, que provoca el descenso de las temperaturas. Además, su situación en latitudes propias de la zona templada da lugar a dos estaciones muy marcadas (invierno y verano) y dos de transición (primavera y otoño). La combinación de estos factores provoca los siguientes dominios climáticos:

Dominio Atlántico

Se extiende por las cornisas cantábrica y atlántica, desde Galicia hasta Navarra. Se caracteriza por:

  • Precipitaciones abundantes (más de 800 mm anuales) y regulares, repartidas a lo largo del año (llueve más de 150 días), siendo mayoritarias en invierno y mínimas en verano. Ningún mes está por debajo de los 30 mm y no hay aridez estival. Esta abundancia de precipitaciones se debe a la acción frecuente de las borrascas del Frente Polar y a la cercanía de las montañas al mar, que potencia la acción de las borrascas (lluvias orográficas).
  • Temperaturas suaves a lo largo de todo el año (media cercana a 15ºC) y amplitud térmica anual baja (en torno a 10ºC) –debido a la acción termorreguladora del Atlántico–, con inviernos moderados (ningún mes baja de 6ºC), sin heladas, y veranos frescos (no alcanza los 22ºC).

En este dominio puede diferenciarse una variedad: clima oceánico de transición o interior, con precipitaciones inferiores a las de la franja costera y mayor amplitud térmica (entre 12º y 15ºC), con inviernos más fríos (bajan de 6ºC), consecuencia del carácter más o menos montañoso del terreno y de la lejanía de la costa, lo que reduce la influencia reguladora del mar.

Dominio Mediterráneo

Este dominio es el más amplio de España, ya que comprende el territorio peninsular al sur de la zona de clima oceánico, además de las Islas Baleares, Ceuta y Melilla. El rasgo climático fundamental es la importante sequía veraniega, consecuencia del desplazamiento hacia el norte del anticiclón de las Azores y por la acción del anticiclón continental norteafricano sobre el sur peninsular. Esta situación provoca problemas de sequía.

A - Clima Mediterráneo Continentalizado

Se extiende por la Meseta, depresión del Ebro y algunas zonas del interior andaluz.

El interior peninsular pertenece al dominio del clima mediterráneo. Las precipitaciones son escasas (entre 300 y 800 mm anuales) e irregulares. Se concentran en primavera y otoño (borrascas atlánticas), con una aridez estival muy acusada (presencia del anticiclón de las Azores).

Sin embargo, la elevada altitud media y las escasas influencias marinas que alcanzan esta zona hacen que tenga un carácter o matiz de continentalizado, que se aprecia especialmente en las temperaturas. Sus temperaturas se caracterizan por una elevada oscilación térmica anual (entre 16º y 20º C) con inviernos fríos y veranos cálidos.

B – Clima Mediterráneo Marítimo

Se extiende por Baleares, litoral mediterráneo (excepto el Sureste) y la Andalucía sur atlántica.

Las temperaturas aumentan de norte a sur, con medias anuales que oscilan entre los 14º y los 18ºC. La amplitud térmica es moderada (12-16ºC), con veranos calurosos (superan los 22ºC), e inviernos suaves (por encima de 10ºC). Las temperaturas medias (entre 15º y 18ºC) aumentan de Norte a Sur.

Las precipitaciones son escasas -con un total anual inferior a 800 mm- y muy irregulares. Se concentran en otoño (borrascas mediterráneas y gota fría) y primavera cuando son frecuentes las borrascas atlánticas (llegan muy modificadas). Frecuentemente, las precipitaciones son torrenciales, de fuerte intensidad horaria, concentradas en pocos días.

Este dominio climático presenta una aridez estival importante (por la presencia del Anticiclón de las Azores), que aumenta de Norte a Sur.

C - El Clima Mediterráneo Subárido, Seco, Subdesértico o Estepario

Comprende el sureste y algunos enclaves del interior (este de Zamora y valle medio del Ebro).

Las precipitaciones anuales son muy escasas, inferiores a 300 mm anuales, con un gran número de meses áridos. Esta escasez de precipitaciones obedece a la escasa penetración de las borrascas atlánticas y mediterráneas por los relieves orográficos.

Las temperaturas permiten distinguir entre la zona cálida de la costa del sureste con temperaturas medias anuales en torno a los 18ºC y las zonas del interior con inviernos fríos.

Clima de Canarias

El clima de las islas Canarias está muy condicionado por su situación en una latitud subtropical, así como por su insularidad.

Presentan una acusada aridez, con precipitaciones muy escasas en las zonas bajas (menos de 300 mm anuales), disminuyendo de oeste a este y de norte a sur. En las montañas, las precipitaciones pueden llegar a los 1000 mm en las vertientes de barlovento expuestas a los vientos alisios.

Tienen un clima subtropical de temperaturas cálidas todo el año –ningún mes baja de 17ºC– (por la influencia de los vientos alisios, del anticiclón de las Azores al Norte, y de la corriente marina fría de Canarias), con una amplitud térmica muy reducida -entre 5º y 8ºC-.

Relieve de España y su Diversidad Geomorfológica

El relieve peninsular es fruto de una larga evolución geológica. Está organizado en tres grandes conjuntos morfoestructurales: el antiguo Macizo Paleozoico o Meseta, sus rebordes montañosos y las unidades exteriores a la misma. Fuera del territorio peninsular se hallan los relieves insulares.

I. La Meseta

La Meseta, por su posición central y por su extensión, es la pieza fundamental en torno a la que se organiza el relieve peninsular.

1.1. Su origen se encuentra en el PALEOZOICO, cuando surge el Macizo Hespérico durante la orogénesis herciniana. Formado por materiales silíceos, fue erosionado y reducido a penillanura durante el MESOZOICO.

a) De esta época se conservan las penillanuras en la parte occidental de la meseta: la zamorana-salmantina en la meseta norte y la extremeña en la sur. El relieve presenta superficies llanas, suavemente onduladas, en las que destacan montes-isla (relieves residuales constituidos por rocas -cuarcitas- más resistentes a la erosión) y tajos o gargantas (Arribes del Duero, Tajo de Alcántara) producidos por los ríos que se encajan en estos materiales duros.

1.2. En la ERA TERCIARIA la meseta fue deformada y destruida en gran parte durante la orogénesis alpina, cuyos efectos fueron: La Meseta se bascula hacia el oeste, reestructurando la red hidrográfica y haciendo que los ríos desemboquen en el Atlántico. Se fractura e individualiza en bloques, algunos de los cuales se hundieron y otros se elevaron, dando lugar a las depresiones y cordilleras interiores respectivamente.

a) Las depresiones sedimentarias interiores:

Son las submesetas norte y sur, se rellenaron con materiales terciarios, blandos en la parte inferior (margas y arcillas) y duros en la superior (calizas). Destacan los páramos, que son estructuras horizontales de materiales calizos y campiñas, de materiales arcillosos, con formas suavemente onduladas, donde destacan oteros o cerros-testigo.

La cuenca de la submeseta norte es más alta (800-850 m de altitud media) y más uniforme, al ser ocupada en su totalidad por la cuenca del Duero, y está encerrada por montañas. La cuenca de la submeseta sur es más baja (500-700 m), está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo -dividiéndola en las cuencas del Tajo y del Guadiana- y se abre al océano Atlántico.

b) Las cordilleras interiores:

- El Sistema Central: Divide a la Meseta en dos mitades, la submeseta norte y sur. Destacan las sierras de Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata.

- Los Montes de Toledo: Son de menor altura que el Sistema Central, siendo su sierra más importante la de Guadalupe. Los Montes de Toledo dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana.

II. Rebordes Montañosos de la Meseta

Durante la orogénesis alpina, la Meseta se pliega por los bordes exteriores (rebordes montañosos). En la zona oriental están formadas por los materiales marinos depositados al borde de la meseta (materiales calizos). Son cadenas montañosas que la rodean y aíslan de la influencia oceánica, confiriéndole un acusado carácter continental. Estos rebordes montañosos son:

- Macizo Galaico-Leonés: El relieve, de roquedo silíceo, se encuentra fracturado en un complejo sistema de bloques levantados, creando montañas redondeadas de poca altura, y otros hundidos, formando valles y rías en la costa. Las sierras más destacadas se localizan en los Montes de León.

- Cordillera Cantábrica: Paralela al mar Cantábrico, constituye una barrera climática entre la costa y las tierras meseteñas del interior. Se diferencian dos sectores: El sector occidental, de materiales paleozoicos. El sector oriental, a partir de los Picos de Europa (donde están las cimas más altas), de materiales secundarios, principalmente calizas.

- Sistema Ibérico: Es una cordillera que ocupa el borde oriental de la Meseta con una orientación NO-SE. Sus materiales son predominantemente calizos. El Sistema Ibérico se estructura en dos sectores separados por el valle del río Jalón. El sector septentrional, divisoria de aguas entre las cuencas del Duero y del Ebro, con las sierras más destacadas –Picos de Urbión, Demanda y Moncayo-. Y el sector meridional, más ancho donde destacan las sierras de Albarracín, Cuenca, Javalambre o Maestrazgo.

- Sierra Morena: Es un brusco escalón tectónico que separa la Meseta del valle del Guadalquivir, formada en la era terciaria por el empuje desde el sur al levantarse las cordilleras Béticas. Destacan las sierras de Aracena, Pedroches y Madrona.

III. Sistemas y Unidades Exteriores a la Meseta

Fuera de la Meseta y sin contacto directo con la misma se encuentran los sistemas exteriores, depresiones y cordilleras formadas durante la orogénesis alpina. Está formada por:

3.1. Las depresiones exteriores a la meseta del Ebro y del Guadalquivir son cuencas o fosas prealpinas formadas entre el borde del zócalo paleozoico y las nuevas cordilleras alpinas en formación. Se rellenaron con potentes espesores de sedimentos terciarios y cuaternarios (arcillas, margas). La Depresión del Ebro es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por éstos, por el Sistema Ibérico y por la cordillera Costero-Catalana. Presenta formas de relieve como los somontanos o piedemontes, páramos, campiñas, cerros testigos (muelas) y badlands en las zonas áridas de materiales blandos –margas y yesos-, como en Los Monegros. La Depresión del Guadalquivir es paralela a las cordilleras Béticas y se dispone entre éstas, Sierra Morena y el océano Atlántico. Esta depresión de forma triangular está abierta al océano Atlántico, del que recibe su influencia, y está recorrida por el Guadalquivir. Las formas más características de la depresión del Guadalquivir son las campiñas, cerros testigo (alcores) y en el curso bajo del río, cercano a su desembocadura, se encuentran las marismas, zonas bajas inundadas por las aguas del río.

3.2. Las cordilleras exteriores a la Meseta son montañas jóvenes y elevadas formadas en la orogénesis alpina, con una espesa cobertera sedimentaria caliza y con afloramientos de viejos zócalos.

- Los Pirineos son una barrera montañosa compacta que ocupa el istmo que une la Península Ibérica al continente europeo, se distinguen las siguientes zonas: El Pirineo axial forma parte del antiguo macizo herciniano rejuvenecido en la orogénesis alpina, por lo que sus materiales son paleozoicos. En él se encuentran las mayores altitudes de la cordillera (Aneto y Monte Perdido). El Prepirineo, al sur de la zona axial, se formó en la orogénesis alpina por el plegamiento de los materiales calizos mesozoicos depositados en la fosa pirenaica.

- Los Montes Vascos se extienden entre los Prepirineos y la cordillera Cantábrica. Los materiales son calizas del mesozoico, con un relieve suave. Destaca la Sierra de Aralar. En el contacto de la cordillera con el mar se forman acantilados y rías.

- La Cordillera Costero-Catalana cierra la depresión del Ebro por el este y entra en contacto con los Pirineos y el Sistema Ibérico. Está dividida en tres unidades paralelas entre sí: la cordillera litoral, de escasa altura alineada a la costa (Altos del Garraf); la cordillera prelitoral, interior y más alta (Montseny, Montserrat) y, entre ambas, la depresión prelitoral, fosa tectónica longitudinal rellenada con materiales terciarios y cuaternarios.

- Las Cordilleras Béticas: Se trata del mayor sistema montañoso peninsular, extendido desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo de la Nao. Se estructura en tres unidades: La cordillera Penibética. Cordillera externa que bordea la costa. Contiene materiales paleozoicos. Sierras de Ronda y Sierra Nevada, donde están las cimas más elevadas -Mulhacén, Veleta-. La cordillera Subbética se localiza en el interior, paralela a la penibética. Formada por calizas y margas. Sus sierras más destacadas son Grazalema, Cazorla y Segura. La depresión o surco Intrabético, situado entre ambas cordilleras, es un conjunto de pequeñas depresiones interiores (hoyas de Ronda, Antequera, Granada, Guadix y Baza) con materiales arcillosos terciarios, que originan badlands en las zonas áridas.

IV. Relieves Insulares

- El archipiélago balear: Está formado por las islas mayores de Mallorca, Menorca e Ibiza; dos islas menores, Formentera y Cabrera; y numerosos islotes. Geológicamente, las Baleares son un eslabón entre las cordilleras Subbética y Costero-Catalana. Mallorca, Ibiza y Formentera son fragmentos emergidos de la cordillera Subbética. Por sus dimensiones destaca Mallorca, con un abrupto relieve montañoso calizo al norte (Serra Tramuntana).

- El archipiélago canario: Está formado por siete islas mayores: Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife, Gran Canaria, La Palma, La Gomera y El Hierro. Situadas en el Océano Atlántico, tienen un origen volcánico. Se formaron en la era terciaria, cuando la orogénesis alpina rompió el fondo marino y, a través de sus fracturas, emergió el magma que dio lugar a las islas. Fuerteventura y Lanzarote presentan un relieve muy erosionado y aplanado. El resto de las islas tienen un relieve más abrupto y mayores altitudes, siendo el Teide (Tenerife) el pico más alto de España con 3.718 m. En estas islas se modelan conos volcánicos, barrancos de gran profundidad y calderas.

Vertientes Hidrográficas Españolas

Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten al mismo mar. Hablamos de cuenca como el territorio que drena sus aguas a un río principal que las conduce hasta el mar. Los ríos peninsulares están distribuidos en tres vertientes: la cantábrica, la atlántica y la mediterránea con características diferenciadas.

Vertiente Cantábrica

Ríos cortos, ya que nacen en montañas cercanas a la costa. Tienen gran fuerza erosiva, dado que salvan un gran nivel entre su nacimiento y la desembocadura; esta erosión sería aún mayor si los márgenes de los cauces no estuvieran protegidos por la abundante vegetación de la zona cantábrica. Son caudalosos y de régimen bastante regular gracias a la abundancia y la constancia de las precipitaciones. Por estos motivos se han construido pantanos para la producción hidroeléctrica. Los principales ríos de este a oeste son: Bidasoa, Nervión, Pas, Deva, Nalón, Narcea, Eo.

Vertiente Atlántica

Los ríos de la vertiente se adaptan a las características del amplio zócalo herciniano inclinado hacia el Atlántico. Los ríos son largos y de pendiente suave, por lo que su fuerza erosiva es escasa, pero forman barrancos y tajos en los extremos silíceos de la meseta (penillanuras), como los Arribes del Duero. Su caudal es abundante debido a los numerosos afluentes de sus extensas cuencas, pero su régimen es irregular. Presentan estiaje en verano durante los mínimos de precipitaciones y crecidas con las lluvias de otoño y primavera. Los ríos con estas características son el Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

De estas características hay que exceptuar a los ríos gallegos (Tambre, Ulla, Miño o Sil), que son atlánticos por su lugar de desembocadura, pero por sus características y régimen fluvial están más emparentados con los ríos cantábricos, y a las pequeñas cuencas andaluzas del Odiel-Tinto y Guadalete.

Vertiente Mediterránea

Distinguimos entre las características del Ebro y las del resto. El Ebro es el de mayor longitud, caudal y regularidad, pues recibe aportes hídricos de sus afluentes pirenaicos e ibéricos. El resto de ríos son cortos pues nacen en las cordilleras cercanas al mar, por este motivo erosionan fuertemente las laderas deforestadas. Su caudal es escaso debido a las reducidas precipitaciones y su régimen es muy irregular: tienen un acusado estiaje en verano (muy prolongado en los ríos más meridionales) y pueden tener crecidas catastróficas en otoño por lluvias torrenciales (gota fría). Como consecuencia ha sido necesario construir embalses para regularizar el caudal y suministrar agua a los núcleos de población, a la agricultura y a la industria. Asimismo, en esta vertiente están presentes cursos que llevan agua sólo en ocasiones, permaneciendo secos la mayor parte del año: son las denominadas ramblas, que tanto significado tienen en las regiones mediterráneas. Los principales ríos de la vertiente mediterránea son: Ter, Llobregat, Turia, Júcar y Segura.

Acción Humana

Como hemos podido ver, la acción humana ha tratado de regular y corregir los desequilibrios de los ríos en las diferentes vertientes y cuencas mediante embalses. Estas construcciones además de regular el caudal, producir energía eléctrica y suministrar agua para el consumo y el regadío, conllevan diferentes problemas como: ser caros, acolmatarse de sedimentos, provocar impactos sociales al inundar pueblos y espacios agrícolas o alterar el caudal de los ríos.

Hay que destacar también que entre las diferentes cuencas hay desequilibrios entre las áreas excedentarias del norte y las deficitarias del sur. Estas desigualdades provienen de una diferencia en las precipitaciones que favorece a las zonas del norte y de una mayor demanda de agua en las zonas del sur, más pobladas y con más afluencia turística. Estas diferencias se han tratado de paliar mediante trasvases entre cuencas. En la actualidad hay 38, destacando el del Tajo-Segura.

Factores Geográficos y Características de la Vegetación en España

La diversidad de la vegetación que se produce en España obedece a la variedad de factores físicos que la condicionan:

a) El clima: ofrece la diferenciación de los paisajes vegetales españoles en dos grandes conjuntos zonales o latitudinales: el de la España Atlántica y el de la España Mediterránea. El factor climático fundamental es la abundancia o escasez de precipitaciones, pues la abundancia de agua favorece una vegetación adaptada a esta característica. Secundariamente también actúa la temperatura, favoreciendo plantas más termófilas o más resistentes al frío.

b) El relieve: con la altitud aumentan las precipitaciones y disminuyen las temperaturas, lo que se traduce en el escalonamiento altitudinal de la vegetación de montaña a medida que se asciende y una variedad de la misma que contrasta con las llanuras cercanas. Asimismo incide la orientación, estableciéndose también diferencias entre la vertiente de solana (más cálida) y la vertiente de umbría, y entre las vertientes de barlovento (más húmedas) y de sotavento. Las montañas españolas son en general mucho menos ricas en bosques que las europeas, sobre todo las del área mediterránea, en las que dominan, por encima de las altitudes medias, los arbustos pobres. El factor responsable es la mayor aridez estival.

c) La hidrografía: condiciona la aparición de un paisaje vegetal específico en los lugares donde la abundancia de agua freática en el subsuelo es abundante, como es el caso de las riberas.

d) La edafología: el componente calizo o silíceo de los suelos determina algunas asociaciones y formaciones vegetales específicas.

La interacción de todos estos factores hacen posible la existencia de variados tipos de paisajes vegetales:

1. Dominio Vegetal de Clima Atlántico

Se extiende por la zona septentrional peninsular, coincidiendo prácticamente con la España húmeda (gran parte de Galicia, cordillera Cantábrica y la mayor parte del Pirineo). Se caracteriza por abundantes precipitaciones. Sus formaciones vegetales características son:

a. El bosque caducifolio: Constituido por árboles altos cuya hoja cae en otoño, está formado por especies que normalmente forman importantes masas forestales. Las más características son

  • EL ROBLE: El roble suele aparecer en los pisos inferiores; se diferencian dos tipos: el carballo más exigente en humedad y propio de suelos silíceos (Lugo, Asturias y Cantabria), y roble albar que necesita menos humedad y es más tolerante con el frío y la sequía, soportando también los suelos calizos (Álava, Navarra, Palencia o Burgos y en general tierras del interior).
  • EL HAYA: Es una especie que tolera mal el calor, exige una importante humedad del aire. Se suele encontrar hasta los 1200 m. de altitud, adaptándose muy bien a los suelos calizos y no tanto a los silíceos.
  • OTRAS ESPECIES: Castaños, olmos, fresnos, arces, tilos, servales, tejos (hoja perenne) y, entre los arbustos: acebos (hoja perenne), avellanos y arándanos.

b. La landa o matorral atlántico: densa vegetación de matorral alto y cerrado cuyas especies más abundantes y comunes son el brezo, el tojo y la retama.

c. Los prados: Ocupan grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicos, abundando la vegetación herbácea y los pastizales.

2. Dominio Vegetal de Clima Mediterráneo

Las formaciones vegetales características son el bosque perennifolio y el matorral. Formaciones que se han adaptado a la sequía estival mediante raíces muy extendidas para captar el agua y hojas perennes.

a. El bosque perennifolio

Las especies mediterráneas más comunes y desarrolladas son:

  • LA ENCINA: El encinar es la formación climácica y potencial de bosque más extensa de España. La mayor concentración se da en las penillanuras del oeste (Zamora, Salamanca, Cáceres) y entre el Sistema Central y Sierra Morena.
  • EL ALCORNOQUE: Aparece en la zona mediterránea más húmeda y sobre suelos silíceos: zonas próximas a la costa (provincias de Gerona y Tarragona) y en Extremadura, Montes de Toledo y Sistema Central.
  • OTRAS ESPECIES: Enebros comunes y sabinas albares, algarrobos o coníferas como las diversas especies de pinos.

b. El matorral

Es el resultado de la degradación del bosque mediterráneo. Las formaciones características y tradicionales son: LA MAQUIA, LA GARRIGA y LA ESTEPA.

3. Dominio Vegetal de Ribera

En las zonas húmedas de las riberas de los ríos se desarrollan bosques caducifolios, favorecidos por la humedad del suelo que les permite evitar el largo período de sequía estival en los casos de clima mediterráneo. Esta vegetación de ribera está formada por especies como chopos, fresnos, sauces, alisos y olmos..., dispuestos en bandas longitudinales desde el borde del cauce del río al exterior. Sus beneficios ecológicos son mitigar la erosión, retener las inundaciones y evaporación, suavizar las temperaturas...

Incidencia del Ser Humano en los Paisajes Vegetales

Esta distribución vegetal, no obstante se ha visto muy alterada por la acción del ser humano a lo largo de los siglos por procesos de deforestación como la sustitución de los bosques por campos de cultivo, aprovechamiento ganadero u obtención de madera o leña, incendios, expansión de las áreas urbanas y de la actividad turística… (proceso más acusado en el área mediterránea) y reforestación, que ha alterado de forma decisiva el paisaje vegetal originario al plantar especies distintas de las autóctonas provocando graves problemas ecológicos como la proliferación de incendios.

Distribución Territorial de la Población en España

La población española no se asienta de forma homogénea en el territorio, sino que presenta fuertes contrastes en su distribución. Frente a espacios de gran concentración poblacional como las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, las zonas litorales del Mediterráneo y del Atlántico andaluz, el litoral cantábrico (vasco, cántabro y asturiano) y el gallego; o los valles del Guadalquivir (Sevilla, Córdoba) y del Ebro (Zaragoza), encontramos áreas de poblamiento muy débil (zonas de montaña, zonas áridas, áreas rurales, etc.) que se encuentran principalmente en el todo el interior de la península. A todo este espacio se le ha dado en llamar en los últimos años La España Vacía, destacando dos zonas dentro de ella por su especial ausencia de población: la zona de la Cordillera Ibérica, desde Burgos y Soria en el norte a Cuenca y Albacete en el sur, y la zona limítrofe con la frontera portuguesa, desde Orense a Badajoz. A estas zonas se las ha empezado a conocer como La Laponia Española por presentar valores de densidad de población semejantes a los de la región escandinava.

Las causas que explican esta distribución son complejas ya que entran en juego factores de orden natural (relieve, clima, hidrografía, etc.) y causas de origen histórico (fundación de ciudades, rutas comerciales, capacidad administrativa, industrialización, desarrollo del turismo, etc.) La combinación de ambos factores ha configurado una determinada manera de ocupar el espacio.

Las diferencias en la ocupación del espacio han aumentado a lo largo del último siglo. Será a partir de la década de los sesenta y setenta del siglo XX (etapa del desarrollismo) cuando las desigualdades se agudicen. En ese momento la mitad de las provincias registraban pérdida de población, mientras que las áreas donde se desarrollaban la industria y el turismo se convirtieron en polos de atracción de población (Madrid, País Vasco, Cataluña, litoral mediterráneo, Asturias, litoral gallego y archipiélagos). Es el movimiento conocido como éxodo rural.

Desde comienzo de la década de 1970 los contrastes comenzaron a mitigarse. La crisis energética de 1973 hizo que las áreas industriales atrajeran a menos personas reduciendo el éxodo rural e incluso surgiendo la figura del retornado (emigrante que regresa a su lugar de origen). En la actualidad, el hecho de que el turismo se haya convertido en una de las fuentes principales de trabajo ha dado lugar a un nuevo proceso de litoralización de la población con trasvase de la población desde el interior hacia la costa.

En general, (con la excepción de Madrid y algunas áreas metropolitanas regionales: Sevilla, Zaragoza y Valladolid) podemos afirmar que la población se asienta mayoritariamente en áreas costeras de la península y en los archipiélagos. Esta localización periférica de la población se debe al proceso de litoralización que ha protagonizado la población española.

Migraciones en España: Un Análisis Histórico y Actual

I. Migraciones Exteriores

Son los movimientos de población que tienen como destino un país diferente al propio. Este tipo de migraciones ha sido muy importante en España desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, con la peculiaridad de que hasta aproximadamente 1975 España fue un país emisor de población, mientras que desde ese momento hasta prácticamente nuestros días se ha convertido en un país eminentemente receptor. El apartado dedicado a las migraciones exteriores se puede dividir en tres grandes etapas:

Migraciones a América: Siempre había habido un cierto volumen de emigrantes que se dirigían a las colonias de América. Este movimiento migratorio se ralentizó a partir del siglo XVIII y, especialmente, a comienzos del siglo XIX debido al proceso de independencia que comenzaron las colonias españolas. Será a partir de mediados del siglo XIX cuando este movimiento se haga mucho más importante debido a la creciente presión demográfica de las empobrecidas áreas rurales del norte peninsular y de Canarias, por los límites de la agricultura tradicional (pequeña propiedad, pocos rendimientos, filoxera...) y también a las políticas activas de atracción de población promovidas por algunos países sudamericanos. La principal característica de estos emigrantes es que eran, en su gran mayoría, varones de escasa cualificación laboral que se dedicaban a labores agrícolas o ganaderas. Entre 1914 y 1945 se redujo mucho el volumen de emigrantes hacia América debido a la I Guerra Mundial, el “crack” del 29, la Guerra Civil y la posguerra, momento en que España sufrió el bloqueo internacional. A partir de los años cincuenta volvió a aumentar el número de emigrantes hacia América, aunque nunca alcanzó la cifra anterior a 1914 debido a que los países receptores necesitaban ahora trabajadores cualificados. México se convirtió también en refugio de militantes republicanos durante la posguerra. A partir de 1960-1970 el número de emigrantes que elegían América como destino se redujo mucho debido al auge de la emigración hacia Europa.

Migraciones a Europa: La emigración hacia Europa se venía produciendo de manera discreta desde fines del siglo XIX, protagonizada por agricultores temporeros que acudían sobre todo a Francia en periodos de vendimia. Habrá una subida de esta emigración durante la posguerra civil por la huida de republicanos. Sin embargo, será a partir de 1950 cuando Europa Occidental se convirtió en el principal destino exterior la emigración española (Francia, Alemania, Bélgica, Suiza). Se trataba de países que estaban teniendo un importante crecimiento económico que necesitaba mucha mano de obra, aunque no fuera cualificada. Estos países no disponían de mano de obra debido al descenso poblacional causado por la II Guerra Mundial. Los emigrantes que fueron a Europa procedían de casi todas las regiones españolas y eran obreros de baja cualificación. A partir de principios de la década de los setenta se reduce drásticamente la emigración hacia Europa debido a la crisis energética iniciada en 1973.

Con la crisis de 2008 se produjo de nuevo un repunte de la emigración exterior. Al contrario que en el caso de las migraciones tradicionales, los emigrados son personas con alta cualificación laboral que huyen de los altos niveles de paro y los bajos salarios del país.

Inmigración Reciente: Desde mediados de los años ochenta, hemos asistido a un importante cambio de tendencia en las migraciones exteriores en España, debido principalmente a la recuperación económica española y, sobre todo al crecimiento experimentado a partir de los años noventa por la “burbuja del ladrillo”. Esto ha provocado que desde 1990 el saldo migratorio positivo haya crecido cada vez más hasta 2008. Sin embargo, a partir de 2010 la cifra de extranjeros en España muestra una tendencia a la baja debido a la crisis. Los inmigrantes tienen las siguientes características:características:


1) Inmigrantes procedentes de países desarrollados de la UE, trabajadores cualificados de alto poder

adquisitivo. Es muy importante la población jubilada que deciden establecer su residencia en áreas litorales del Mediterráneo.

2) Inmigrantes que vienen a España por motivos económicos de primera necesidad o como refugiados políticos. Proceden fundamentalmente de países poco desarrollados como Rumanía, Marruecos o países de América Latina, aumentando significativamente la inmigración venezolana en los últimos años por la situación política de ese país. El perfil es varón de entre 20 y 44 años. Por ello, la presencia de población inmigrante en nuestro país ha contribuido a paliar los efectos del envejecimiento. Ocupan puestos de trabajo de escasa cualificación en el sector agrícola, construcción, hostelería o servicio doméstico y se establecen en las grandes áreas metropolitanas y áreas del litoral de Madrid, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y La Rioja. Desde el punto de vista social, el principal problema es la dificultad de integración de una gran parte de los inmigrantes, especialmente los de origen africano, asiático y sudamericano. Este problema se ve aumentado por el rechazo por parte de la población autóctona.

II. Migraciones interiores Éxodo rural: Hasta el siglo XIX destacan las migraciones interiores temporales en la Meseta y Andalucía (mano de obra para labores agrícolas). Será a partir de mediados del siglo XIX y hasta 1930, a partir del proceso de industrialización, cuando comienza a percibirse el éxodo rural, que daría como resultado el inicio del proceso de urbanización. Se observa un retraso temporal en este tipo de éxodo con respecto a los países europeos que ya contaban con un sector industrial importante. Este primer momento significativo del éxodo rural se vería cortado por la Guerra Civil.

Entre 1930 y 1950 el éxodo rural se estancó debido a la crisis económica de los años 30, la Guerra Civil y la posguerra. La industria redujo la oferta laboral, las ciudades sufrían problemas de abastecimiento y el franquismo fomentó la permanencia rural en el campo. Sin embargo, ya a partir de la década de 1950, debido a la política desarrollista del franquismo, el éxodo rural tomará una gran fuerza. Esta política está enfocada en los llamados “polos de desarrollo” que favorecerá a zonas como Madrid, Barcelona, Vizcaya, Álava, Navarra, Canarias o Baleares. Mientras, las regiones del interior y Andalucía fueron las que perdieron mayor número de población. Esta época de importantes movimientos migratorios interiores producirá importantes cambios: envejecimiento de las áreas emisoras y rejuvenecimiento de las áreas receptoras, surgen los desiertos demográficos

en muchas zonas del interior peninsular, y produjo consecuencias de tipo económico y medioambiental tanto en las áreas emisoras como en las receptoras 

Esta época acabaría con la crisis energética de los setenta. A partir de 1975 las áreas tradicionalmente emisoras de población redujeron mucho su emigración e incluso algunas se convirtieron en receptoras debido a la figura del retornado de las zonas industriales. Por su parte, las principales regiones receptoras (Madrid, Cataluña, País Vasco) llegaron, incluso, a perder población. Las únicas áreas que siguieron teniendo durante la década de los setenta y los ochenta saldos migratorios positivos serían las áreas con mayor peso turístico, tanto en el litoral mediterráneo como en los archipiélagos. En la

actualidad el éxodo rural alcanza valores muy bajos. No obstante, podría incrementarse en los próximos años como respuesta a la modernización agraria.

Movimientos internos recientes. Son los producidos a partir de mediados de la década de los ochenta. Su complejidad es mayor ya que se unen diferentes circunstancias. Son movimientos de dispersión metropolitana desde las áreas centrales de la ciudad hacia los municipios periféricos, en los que la disponibilidad de suelo y su menor precio permiten acceder a una vivienda con mayor facilidad . Movimientos por causas laborales con destino principalmente al área litoral mediterránea por adultos jóvenes, principalmente trabajadores cualificados. Y también retorno rural de personas que alcanzan la jubilación, lo que provoca el envejecimiento de dicha población.


Tipos de agricultura: coexistencia de formas avanzadas y tradicionales.

En España hay dos tipos básicos de actividad agraria: la agricultura tradicional en proceso de abandono y la industrializada.

Agricultura tradicional.

Era la predominante hasta los años sesenta del s. XX. Era una agricultura destinada al autoconsumo y ocupaba a una gran cantidad de población, sus técnicas eran tradicionales y su producción era escasa, destinada al mercado interior y normalmente protegida por aranceles. En la actualidad los espacios que han heredado este modelo, por no haberse incorporado a la agricultura industrializada, presentan un crecimiento natural negativo, un envejecimiento de la población y altas tasas de emigración. Cada vez hay menos gente ocupada en estas actividades agrarias por las crecientes jubilaciones y el éxodo rural, lo que provoca la concentración de tierras en pocas manos y el abandono de las menos productivas. Las zonas boscosas avanzan a costa de terrenos baldíos lo que perjudica a nivel ambiental por la proliferación de los incendios. En cuanto a la ganadería, esta depende del medio físico destacando el bovino del norte peninsular que se alimenta en prados y puertos de montaña y la ovina en las rastrojeras de la meseta. En las penillanuras destaca el bovino, el porcino y el caprino.

En estos lugares, se mantiene la convivencia de los aprovechamientos agrícolas, ganaderos y forestales dentro de los mismos espacios por herencia de la producción destinada al autoconsumo. La agricultura suele ser extensiva, es decir, que el terreno no se aprovecha al máximo por usar técnicas tradicionales.

Agricultura industrializada, mecanizada y modernizada.

Aparece a partir de los años sesenta del pasado siglo. Su objetivo era maximizar la producción para venderla en un mercado cada vez más globalizado y liberalizado. Aunque necesita menos población para trabajar por la especialización y la mecanización, el mantenimiento de la actividad ha provocado que la población se haya mantenido acusando menos el éxodo rural, incluso en algunos lugares (como en las zonas de cultivo bajo plástico de Almería o Huelva) han atraído inmigración.

En estos lugares hay una especialización del espacio agrario según las condiciones naturales o la demanda del mercado. La agricultura suele ser intensiva, es decir, que el terreno se aprovecha al máximo empleando mucho trabajo e inversiones y técnicas modernas. En ocasiones esta intensificación del uso del suelo provoca efectos ambientales negativos por el uso de fertilizantes químicos, sulfatos, agotamiento del suelo, deforestación, sobreexplotación…


Regadío: En España hay cuatro millones de hectáreas de regadío. El regadío aumentó considerablemente durante el siglo XX por acción del Estado que invirtió en obras como embalses, canales y trasvases. España, por su clima mediterráneo en la mayor parte de su territorio, con precipitaciones irregulares a lo largo del año, es un país donde abunda el secano por lo que estas obras han tenido una gran importancia. Según el tipo de regadío se distinguen dos zonas: el litoral mediterráneo de regadío intensivo, con gran aprovechamiento del agua (que es muy escasa) para la producción hortofrutícola, destacando los cítricos en la Comunidad Valenciana y Andalucía y las hortalizas en las mismas zonas; y las zonas de regadío extensivo del centro que aprovechan el agua de los caudalosos ríos para la producción de plantas forrajeras (como alfalfa o maíz) o cultivos

industriales (como el girasol para aceite y biodiésel, la remolacha azucarera o el lúpulo en León) en zonas de Castilla y León, Aragón o el interior de Andalucía.

Secano: Dentro de los productos de secano tradicionales españoles destacan el olivo y la vid. Estos productos han experimentado una gran especialización, inversión y aumento de superficie cultivada. La demanda de vino y aceites de calidad de los que España es uno de los principales productores del mundo ha hecho que sean dos productos de gran importancia. En la vid destacan La Rioja, Ribera del Duero, Cataluña o Castilla-La Mancha, por poner algunos ejemplos. En el olivo, Andalucía y Extremadura. En cuanto al cereal, este se produce mayoritariamente en el centro peninsular y la superficie dedicada a los mismos se está reduciendo aunque la productividad aumenta por la mejora de los rendimientos.

Ganadería: La ganadería intensiva ha aumentado también por las demandas del mercado y se suele localizar en zonas cercanas a los lugares de consumo en forma de granjas. Las razas tradicionales suelen ser sustituidas por otras foráneas de mejores rendimientos. España destaca en la producción de derivados del cerdo con una producción muy alta en la zona de Cataluña.


LOS ESPACIOS TURÍSTICOS. CARACTERÍSTICAS Y EVOLUCIÓN.

DEFINICIÓN DE TURISMO: Es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias realizados fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio u otras razones, durante un periodo de tiempo inferior a un año.

EVOLUCIÓN DEL TURISMO EN ESPAÑA: Hasta la década de 1960 el turismo en España fue algo escaso. A partir de esa fecha, el turismo ha alcanzado un gran desarrollo y se ha convertido en un fenómeno de masas. Sus fases son:

A) LA FASE DEL MODELO TRADICIONAL: Entre la década de 1960 y la crisis de 1975, el turismo español experimentó un fuerte crecimiento. El modelo fue el turismo de masas de sol y playa, un turismo barato y concentrado en los meses de verano en las playas del Mediterráneo y Canarias. Los factores de este desarrollo fueron externos e internos:

a) Factores externos: El desarrollo económico de Europa occidental y septentrional tras la Segunda Guerra Mundial que incrementó la clase media con vacaciones pagadas. Y el progreso del transporte que facilitó el traslado: se abarató el avión, mejoró la red ferroviaria y de carreteras, se generalizó el automóvil, etc.

b) Factores internos: La proximidad geográfica de España a la clientela europea y el excelente clima para el turismo de sol y playa. Recursos culturales: ciudades históricas, monumentos, gastronomía, folclore, etc. La existencia de infraestructuras y servicios adecuados: complejos hoteleros, agencias de viaje, etc. La política estatal normalizó las relaciones internacionales, realizó infraestructuras y llevó a cabo una intensa propaganda de España como destino turístico. Y todo a bajo coste debido a la devaluación de la peseta en 1959.

B) LA CRISIS DEL MODELO TURÍSTICO TRADICIONAL Y SU RECONVERSIÓN

Entre 1975 y 1985, el turismo español atravesó una crisis debido a la crisis económica mundial, la complejidad de una demanda cada vez más diversa (jubilados, jóvenes, gente con más poder adquisitivo…) y la aparición de nuevos destinos turísticos competidores (norte de África,

Balcanes, Caribe, sureste asiático). A partir de 1985 el proceso se invirtió gracias al ingreso de España en la UE, a la inestabilidad de las zonas competidoras (Norte de África y guerra de los Balcanes) y el aumento del nivel y esperanza de vida. España reconvirtió el sector mejorando la calidad de los servicios e infraestructuras para la nueva demanda y ofreciendo alternativas diversificadas y de calidad al sol y playa como el turismo rural, el turismo cultural, de montaña, etc.

Durante el boom inmobiliario de los años noventa y principios del 2000 se produjo un repunte del modelo de sol y playa al construirse segundas residencias en zonas de costa y complejos hoteleros (Marina D’Or), proceso que frenó con la crisis del 2008 y que en estos últimos años, con la recuperación económica del norte de Europa se está recuperando.

A pesar de estos cambios, la reconversión turística todavía no ha terminado, por lo que en la actualidad sigue predominando el modelo masivo de sol y playa.

TIPOS DE TURISMO Y SUS ESPACIOS:

a) El turismo de sol y playa:

- Espacios de alta intensidad: son las Islas Baleares y Canarias y la costa mediterránea peninsular.

- Espacios de media y baja intensidad: Ciertos tramos del litoral y prelitoral mediterráneo y suratlántico se han incorporado al turismo de sol y playa gracias a la demanda de espacios menos saturados. Y el litoral gallego y cantábrico ofrece áreas costeras e interiores no masificadas con el añadido de destacados paisajes rurales y naturales.


b) El turismo de montaña es principalmente un turismo de nieve ligado al deporte de esquí (destacan las estaciones de Formigal, Baqueira Beret y Sierra Nevada). Pero también incluye otras actividades: barranquismo, senderismo, alpinismo, etc.

c) El turismo ecológico o ecoturismo se centra en la visita de espacios naturales protegidos, como parques nacionales (Los parques más visitados son el Teide, la Sierra de Guadarrama, Timanfaya y Picos de Europa).

d) El turismo rural. Aparece como una alternativa al sol y playa para zonas del interior. No obstante los principales objetivos de este sector son las CCAA con más turismo (Andalucía, Cataluña o Comunidad Valenciana).

e) El turismo urbano es principalmente un turismo cultural dirigido a las ciudades con patrimonio histórico, artístico y cultural. Además, está cobrando auge el turismo urbano de negocios en torno a ferias, exposiciones y congresos. Los principales espacios son: Grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, etc que apenas posee estacionalidad turística y alberga una importante oferta hotelera destinada al turismo cultural y a un creciente turismo de negocios vinculado a ferias,

exposiciones y congresos Además de incoporporar a su oferta grandes espacios culturales como Valencia con la “Ciudad de las Artes y las Ciencias” o el museo Gugenheim de Bilbao.

En otro plano y más enfocadas al turismo cultural están las ciudades conocidas por sus monumentos destacando las que son Patrimonio de la Humanidad (España es el país con más número de estas condecoraciones). Es el caso de Santiago de Compostela, Salamanca, Ávila, Segovia, Alcalá de Henares, Toledo, Cáceres, Mérida, San Cristóbal de la Laguna, Córdoba, Ibiza, Cuenca, Úbeda, Baeza y Tarragona. Dentro del turismo cultural hay que destacar El Camino de Santiago. Los monumentos más visitados son la Alhambra de Granada y la Sagrada Familia en Barcelona.

f) Otras modalidades turísticas emergentes son el geoturismo en áreas de interés geológico o paleontológico; el turismo de cruceros o el turismo de compras.

DIFERENCIA ENTRE LOS TURISTAS ESPAÑOLES Y LOS EXTRANJEROS

Los turistas españoles prefieren viajar por España en un 91%. Los destinos preferidos son Andalucía, Cataluña, Valencia y Castilla y León y son los principales usuarios del turismo de interior así como del turismo rural. El turismo extranjero sigue prefiriendo el turismo de costa aunque el cultural está en continuo crecimiento.

IMPORTANCIA Y PROBLEMAS DEL TURISMO EN ESPAÑA

España recibió en 2019 83,7 millones de turistas. Suponía entonces casi un 13% del empleo y casi un 15% del PIB por lo que aparecía como un sector clave para la economía del país, lo que permitía compensar con ello el déficit de la balanza comercial. No obstante, la actividad presenta problemas como la masificación, lo que supone la congestión de algunas zonas sobre todo de costa, degradación de espacios naturales, consumo excesivo de agua en zonas donde esta no es abundante (costa mediterránea), aumento del espacio urbanizado en la costa (artificialización), etc.

Esta actividad, al contrario que la industria, es muy sensible a la evolución de la economía, viéndose muy afectada por los períodos de crisis. Eso es lo que ha sucedido a partir de la actual crisis del COVID-19, una crisis que afecta al turismo de forma radical por lo que supone de freno a la movilidad y a la concentración de personas. La gran dependencia de la economía española de este sector hace que sea especialmente sensible a esta crisis y que las consecuencias sean muy graves. Algunos geógrafos especializados en el sector como Josep Ivars opinan que España debería reflexionar sobre la necesidad de diversificar su economía para hacer frente a esta crisis y a otras que probablemente vengan en el futuro.


El proceso de industrialización español: características y breve evolución histórica.

CARÁCTER DÉBIL Y TARDÍO:

La industrialización en España se caracteriza por comenzar muy tarde respecto al resto de Europa. Esto fue debido al carbón escaso y de baja calidad, además de que su extracción era muy costosa, al igual que los yacimientos de hierro; las infraestructuras de transporte eran deficientes por el accidentado relieve español; el mercado interior era reducido por la escasa capacidad de compra de los españoles y, por último, la escasez de una burguesía inversora.

ELEVADA CONCENTRACIÓN ESPACIAL DEL FENÓMENO:

FASES:

SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

La industrialización española comenzó en la segunda mitad del siglo XIX. La tardanza se debió a la escasez de iniciativa empresarial, el atraso tecnológico y la escasa capitalización y productividad. A esto cabe añadir la debilidad de la burguesía, los frenos institucionales al desarrollo capitalista y la pérdida del imperio colonial y guerras durante el siglo XIX que asolaron el territorio. Sin olvidar que España era un espacio periférico. Favoreció a la industria la política proteccionista. España exportaba materias primas, principalmente minerales (cobre o mercurio). Destacaban Bilbao, Barcelona y Madrid.

DE PRINCIPIOS DE SIGLO A LA GUERRA CIVIL

España seguía poco industrializada, con pequeñas empresas, escasa inversión extranjera y dependencia tecnológica exterior. No participó en la Primera Guerra Mundial lo que permitió a la industria vender a ambos bandos. En los años 20 se instalaron multinacionales (Nestlé o Standard). En los 30, los bancos controlaban la industria, lo que se prolongó en el franquismo. La industria era ligera y de consumo, empleaba mucha mano de obra, y fabricaba artículos que paliaran la dependencia exterior. La crisis de 1929 se sintió con retraso, y la recuperación no se consiguió por la Guerra Civil, que destruyó muchas fábricas y la mayor parte de las infraestructuras.

EL FRANQUISMO

-Se aplicó la ECONOMÍA AUTÁRQUICA para favorecer la industria nacional desde 1939 a 1959. A partir de 1951 hubo cierta recuperación, pues se recuperaron las relaciones con EEUU y recibieron créditos del exterior. El estado hizo leyes proteccionistas y creó el INI (Instituto Nacional de Industria) que reunía empresas poco rentables y estratégicas. Se desarrollaron más Cataluña (textil), País Vasco (siderurgia) o Valencia (calzado). El interior estaba poco industrializado con empresas tradicionales agroalimentarias. Se incrementó el desequilibrio entre la costa y el interior.

-La época del DESARROLLISMO fue entre 1959 y 1975. En 1959 se aprobó el Plan de Estabilización y finalizó la autarquía. El objetivo era el desarrollo económico. Abrió el país al exterior y liberalizó la economía. En el plan destacaron la devaluación de la peseta, se emitió deuda pública garantizada y congelaron los salarios. Pasa a ser prioritario el control del déficit público. Se liberalizó el comercio exterior y las inversiones extranjeras.

Se aprobaron cuatro Planes de Desarrollo entre 1964 y 1975 para mejorar las infraestructuras industriales y de comunicaciones. También se crearon Polos de Desarrollo en Zaragoza, Valladolid, Vigo, Sevilla y La Coruña, y los Polos de Promoción Industrial en Burgos, Huelva, Oviedo y Logroño. Mediante incentivos financieros y fiscales se pretendía atraer inversiones empresariales hacia regiones deprimidas. Las ciudades seleccionadas experimentaron cierto crecimiento industrial, pero no frenaron las tendencias anteriores (a favor de la costa y las grandes ciudades) por la falta de medios financieros, carencia de infraestructuras o excesiva burocratización.


Las causas del crecimiento español fueron:

a) Europa occidental experimentó un gran auge económico, con una energía barata, lo que produjo un excedente de capital que se invirtió en un país en expansión económica como España con un gran mercado potencial, abundante mano de obra (crecimiento demográfico y éxodo rural) y conflictividad laboral reducida.

b) Los capitales españoles procedentes del turismo y de las remesas de los emigrantes, serían otros pilares del desarrollo industrial.

c) Los cambios en la política económica española (Plan de Estabilización, Planes de Desarrollo y Polos de Desarrollo), que abren la economía española al exterior e impulsaron la industrialización. El INI se centró en los sectores poco rentables: minería y construcción naval.

La producción industrial se cuadruplicó, y aumentó la población activa industrial hasta el 37%. España se desruralizó, las ciudades crecieron y la renta real aumentó un 5% anual. Las desigualdades se agravaron. España se incorporó a la economía mundial, lo que se llamó milagro español. Las multinacionales se instalaron en España por el empleo barato y su mercado poco explotado. La industrialización española estuvo limitada por la dependencia tecnológica, la dependencia energética del petróleo y la dependencia del sistema financiero.

La localización industrial se limitó a Madrid, Cataluña y País Vasco. Se percibieron grandes desequilibrios territoriales que trataron de corregir con políticas poco eficaces como los Polos de Desarrollo Pero las regiones industrializadas no dejaron de crecer. Las áreas con más industria seguían siendo las costeras: en el Cantábrico, Asturias, Cantabria y País Vasco; en el Mediterráneo, Cataluña y Valencia; y, en el interior, Madrid. Las densidades más bajas continuaban en las dos Castillas, León, Aragón y Extremadura. El litoral cantábrico se caracterizaba por la gran fábrica y la siderometalurgia. En las zonas industriales mediterráneas predominaba la pequeña empresa familiar de textil o calzado.

CRISIS A PARTIR DE 1975

Se inició una CRISIS con intensas transformaciones. Tuvo causas externas como el aumento en los precios de la energía (crisis del petróleo de 1973 y de 1979). Aparición de nuevos países industrializados en el Tercer Mundo, unida a la “deslocalización” de las multinacionales. La transformación de la economía capitalista basada en la revolución tecnológica, formación de grandes mercados supranacionales –UE–, crisis del estado del bienestar y desregulación de las relaciones laborales. La industria española se mostró débil frente a la crisis debido a la especialización en sectores maduros (siderurgia, astilleros, textil), muy consumidores de trabajo y energía y el minifundismo empresarial. También influyó la fuerte dependencia financiera y tecnológica del exterior. A esto se unieron las circunstancias políticas de España desde 1975, con la Transición democrática. La crisis industrial coincidió con un período de incertidumbre y se trató de resolver el problema político antes que el económico. Por eso se tardó en tomar medidas para frenar la crisis.

Las manifestaciones más importantes de la crisis consistieron en que la tasa de paro aumentó espectacularmente, del 1,1% en 1975 al 22% en 1986. En la industria fue del 16%. La aportación del sector secundario al PIB descendió. La tasa anual de crecimiento de la economía se redujo. La producción anual aumentó, lo que indica que la productividad creció, pues disminuyó el empleo. Las consecuencias de la crisis fueron la reconversión de la industria básica que empleaba mucha energía y mano de obra: siderurgia, naval, textil o calzado. Se desarrolló la mecanización e informatización

para reducir la mano de obra. Superaron mejor la crisis los sectores químico, electrónico o de alimentación.


España tuvo que adoptar políticas de reestructuración industrial para hacer frente a la crisis del petróleo de 1973. Aunque con retraso por la coincidencia con la Transición, que hizo que se aplazaran medidas impopulares por temor a la conflictividad social. Esta reestructuración consistió en la reconversión industrial y la reindustrialización, por las que se concedieron ayudas financieras (subvenciones y créditos blandos), fiscales (trato de favor por Hacienda) laborales (facilidades para el despido y jubilaciones anticipadas).

La reconversión industrial pretendía mantener las industrias en crisis. Así se redujeron las plantillas laborales, se modernizó la tecnología, se facilitó el saneamiento financiero de las empresas y se mejoraron la organización y gestión empresarial. Mediante el ahorro de costes y el aumento de la productividad se buscaba que las empresas fueran competitivas. La reconversión afectó a los sectores maduros como la siderurgia, construcción naval o textil. Estas reconversiones generaron un alto grado de conflictividad laboral y social.

Las medidas destinadas a la reindustrialización pretendían recomponer el tejido industrial en las zonas dañadas por la crisis y reorientar hacia sectores con más posibilidades de crecimiento. El Estado creó las ZUR (Zonas de Urgente Reindustrialización) que en 1985 sustituyeron las ZID (Zonas Industrializadas en Declive). Estaban destinadas a reindustrializar las áreas críticas: Asturias, la zona del Nervión (Bilbao), Barcelona, Madrid, El Ferrol y Vigo, y Cádiz. Las empresas que se instalasen o trasladasen a esas zonas recibirían incentivos fiscales y financieros y subvenciones para contratar a parados. La reindustrialización estimuló la inversión y la diversificación industrial de zonas antes especializadas, pero generaron menos empleo del previsto. Las grandes empresas acapararon las ayudas y los desequilibrios regionales no se redujeron, pues muchas fueron a Cataluña, Madrid y País Vasco.


La red urbana española. Características del proceso de crecimiento espacial de las ciudades.

Las ciudades constituyen un sistema, la red urbana. El sistema de ciudades está formado por unos elementos (las ciudades) y las relaciones que se establecen entre ellos. Las ciudades, según sus características (tamaño, función), ejercen su influencia sobre un área (regional, nacional, internacional) y ocupan una posición jerárquica dentro del sistema urbano. El sistema urbano español está constituido por un conjunto de ciudades interrelacionadas que forma una malla relativamente densa y equilibrada.

I. La jerarquía urbana española: que se distinguen en la organización jerárquica, de las ciudades españolas, las siguientes categorías:

- LAS METRÓPOLIS NACIONALES; son las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su población supera los tres millones de habitantes y cuentan con unas funciones muy diversificadas, con servicios muy especializados, numerosas oficinas de empresas nacionales, multinacionales e industrias de alta tecnología. Su área de influencia es nacional y mantienen estrechas relaciones con otras metrópolis internacionales, del sistema europeo y mundial.

- LAS METRÓPOLIS REGIONALES, son las áreas metropolitanas medias de Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza. Su población oscila entre los 1,5 millones y los 500.000 habitantes. Tienen funciones diversificadas y servicios especializados. Su área de influencia es regional y mantienen intensas relaciones con las metrópolis nacionales.

- LAS METRÓPOLIS SUBREGIONALES O REGIONALES DE SEGUNDO ORDEN; que son áreas metropolitanas pequeñas como Valladolid, Pamplona o Palma de Mallorca. Su población oscila entre los 250/200.000 y los 500.000 habitantes. Cuentan también con funciones diversificadas y servicios especializados, como universidad, pero su área de influencia es subregional o regional.

- CIUDADES MEDIAS; la mayoría de ellas son capitales de provincia. Su población oscila entre los 500.000 y los 250/200.000 habitantes. Sus funciones son menos diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales de ámbito provincial.

- LAS CIUDADES PEQUEÑAS O VILLAS; su población está entre los 100.000 y 50.000 habitantes. Sus funciones son escasas y poco especializadas, aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización. Su área de influencia es comarcal.

II. La morfología de las ciudades en España está directamente relacionada con su formación y evolución:

CENTRO HISTÓRICO: formados durante la urbanización preindustrial (hasta el s.XIX)

a) TASA DE URBANIZACIÓN (porcentaje de población urbana) MODESTA

– No superaba el 10% de la población

– La población urbana y rural crecían a la par.

– El tamaño medio de las ciudades se situaba en torno a los 5000-10.000 habitantes

– Muy pocas ciudades superaban los 25.000 o 100.000 habitantes

b) FACTORES que favorecían la urbanización: Estratégicos y militares; Políticos y administrativos; Económicos; Religiosos; Culturales.

c) ETAPAS del proceso de urbanización preindustrial:


– ANTIGÜEDAD: aparecieron las primeras ciudades españolas ligadas a las colonizaciones griegas y fenicias (S.IX y VIII a.C) Los factores para su ubicación son el comercio, la explotación de recursos minerales, agrarios y artesanales. (Rhode, Emporion, Mainake (Gr.), Gadir, Malaca, Abdera (Fen))

– La ROMANIZACIÓN: Se fundan muchas ciudades (Barcelona, Sevilla, Valencia, Tarragona, Pamplona, León, Astorga..)Funciones: Político-militares, Administrativas, Económicas, Nudo de comunicaciones en la Red de calzadas para facilitar el control comercial y militar

– En la EDAD MEDIA:

• El espacio MUSULMAN: Surgen nuevas ciudades (Madrid, Murcia o Almería) Se revitalizan otras: Zaragoza, Toledo, Málaga, Granada, Córdoba.Se convierten en centros estratégicos, militares y administrativos, religiosos, económicos, culturales. Con el avance de la Reconquista los habitantes musulmanes expulsados o segregados en barrios aparte(morerías).

• El espacio CRISTIANO: Desde el S. X. Se impulsa el proceso urbanizador (cartas pueblas para atraer a la población) Desde los S. XII y XII la reactivación del comercio intensifica un proceso reurbanizador a lo largo de las rutas comerciales. El camino de Santiago impulsa la urbanización en su área de influencia.

- EN LA EDAD MODERNA, la urbanización experimentó vaivenes en función del momento político, económico o demográfico.

• S. XVI: Crecimiento urbano continuado motivado por el crecimiento de la población por la expansión económica y el comercio con América.

• S. XVII: Crisis demográfica, económica y política. España pierde territorios en Europa y cae el comercio con América. La población tiende a la periferia.

• S. XVIII: La dinastía borbónica aviva el proceso urbanizador. Surgen nuevas ciudades (colonización de Sierra Morena).

2. LA URBANIZACIÓN INDUSTRIAL: desde el inicio de la industrialización en el siglo XIX, hasta la crisis de 1975

a) TASA DE URBANIZACIÓN: experimentó un gran crecimiento ya que el incremento de la población urbana SUPERÓ al de la población rural

b) Los FACTORES que favorecieron este crecimiento fueron:

– ADMINISTRATIVOS: La nueva división territorial en provincias de 1833. Las capitales atraen población y negocios.

– ECONÓMICOS: El nacimiento y desarrollo de la industria moderna.

– SOCIALES: Las ciudades atraen a gente del campo.Mucha gente trabaja en el servicio doméstico.

c) Las ETAPAS que se distinguen en la urbanización industrial, son cuatro:

– HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XIX: La concentración demográfica fue pequeña en las ciudades (tasa de urbanización 24,6 %) por ladebilidad de la industrialización

– DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XIX A LA GUERRA CIVIL(1936): Crecimiento urbano manifiesto. La tasa de urbanización casi se duplica (40%) La industria es la que provoca estos crecimientos Comienza el éxodo rural de población del campo a la ciudad.

– LA GUERRA CIVIL Y LA POSGUERRA(1936 – 1959): Se ralentizó el crecimiento urbano, DEBIDO a: Problemas de abastecimiento, inicio de la política autárquica e inició del desarrollo del Triángulo urbano-industrialdel norte: MadridCantábrico-Barcelona


– ETAPA DE DESARROLLISMO (1960 - 1975): Fue el mayor crecimiento urbano del s.XX. CAUSAS:

La expansión industrial, Éxodo rural; Gran crecimiento natural (baby boom); La población urbana creció un 30 % en el triángulo nordeste; El turismo impulsa la urbanización en el Mediterráneo

Ciudades no industrializadas de las mesetas, también sufrieron un crecimiento.

3. LA URBANIZACIÓN POSTINDUSTRIAL: La crisis de 1975 introdujo cambios en el proceso de urbanización. estos cambios afectaron a españa a partir de 1980, de la siguiente forma :

-DESACELERACIÓN DE LA URBANIZACIÓN: por la reducción del crecimiento natural de la población, el freno del éxodo rural, la crisis industrial, la reestructuración y la flexibilización del sistema productivo.

-LOS FACTORES DE LA URBANIZACIÓN TAMBIÉN HAN CAMBIADO: La industria pierde importancia como factor urbanizador y además tiende a la dispersión en el espacio. Las excepciones son las regiones de tradición industrial. Por otro lado, las actividades terciarias ganan importancia como factor urbanizador: las actividades punta y los centros de decisión y gestión empresarial por un lado y las actividades turísticas por otro son importantes.

- SE FRENA LA CONCENTRACIÓN DEL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO EN LAS GRANDES CIUDADES, AUNQUE ESTAS SIGUEN EXTENDIENDO SU ÁREA URBANIZADA.

- Frente al crecimiento sin fin de las ciudades se ha venido implementando en las últimas décadas la regeneración urbano a través de la reahabitalización de edificios y renovación de barrios buscando mejorar las condiciones de habitacionalidad y dar salida así a la creciente demanda de viviendas en las ciudades.


EL SISTEMA DE TRANSPORTE COMO FORMA DE ARTICULACIÓN TERRITORIA

I. Sistemas de transporte e importancia relativa en el caso de España

1.1. TRANSPORTE POR CARRETERA. Principal en viajeros y mercancías. Articulador básico del territorio

a) Las competencias sobre la red están repartidas: el Estado, las CC.AA., diputaciones, cabildos, etc.

b) La red de carreteras peninsular presenta un diseño radial. En la actualidad, esta estructura tiende a mallarse con ejes transversales, como los del Ebro, el mediterráneo, el andaluz, el cantábrico y la Ruta de la Plata.

c) Las características técnicas son variadas. Las vías de gran capacidad, autovías y autopistas, son las que más han crecido y con sus 15.000 km convierten a España en el país europeo con mayor longitud. Las demás carreteras presentan en general buena calidad, aunque existen tramos con deficiencias en anchura y pavimentación.

d) Concentra el tráfico interior de viajeros y de mercancías al permitir el transporte de puerta a puerta.

e) Existen desequilibrios territoriales en la densidad de la red y la intensidad del tráfico.

La densidad de la red es mayor en las comunidades más dinámicas económicamente (Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana) o con predominio del poblamiento disperso y fragmentado por el relieve (cornisa cantábrica).

La intensidad del tráfico es más elevada en vías de gran capacidad, sobre todo, en los corredores del Mediterráneo y el Ebro, y en los 60-80 km de carreteras radiales a partir de Madrid.

f) La integración con la UE se potenciará mejorando las comunicaciones con Francia y Portugal a través de corredores integrados en la Red Transeuropea de Transportes.

g) Las actuaciones medioambientales se centran en reducir la contaminación de los automóviles, fomentando el transporte colectivo, los motores eficientes, el automóvil eléctrico, etc.

1.2. FERROVIARIO. Tradicional. Alta velocidad.

El ferrocarril fue el modo de transporte principal entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Desde entonces ocupa una posición secundaria y, en la actualidad, trata de potenciarse.

a) Las competencias sobre la red ferroviaria son mayoritariamente estatales. La empresa ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) es la propietaria de las infraestructuras y se encarga de construirlas, mantenerlas, etc. RENFE es la propietaria de los trenes y se encarga de mantenerlos y de prestar los servicios de viajeros y mercancías.

b) La red ferroviaria se compone de tres redes:

v RENFE La red convencional está equipada para velocidades inferiores a 200 km/h. Tiene una estructura radial desde Madrid.

v AVE La red de alta velocidad está equipada para velocidades superiores a los 200 km/h. Se inició con la apertura de la línea Madrid-Sevilla en 1992 y se ha ido ampliando siguiendo un modelo radial.

v FEVE La red de vía estrecha se localiza principalmente en la cornisa cantábrica, aunque también existen en otras comunidades.


c) Las características técnicas muestran una clara dualidad. La red de alta velocidad cuenta con las mejores prestaciones. En el resto, hay mucha variedad, con tramos mediocres sin electrificar, de dirección única, rodeos, etc.

d) El tráfico de viajeros y mercancías es inferior a la media europea. El de viajeros, ha crecido mucho sobre todo en la Alta Velocidad y compite en distancias medias con el avión por su comodidad y regularidad horaria. El de mercancías se centra en las pesadas y de gran volumen, donde cobra peso el uso de contenedores que facilitan las operaciones de carga y descarga.

e) Existen desequilibrios territoriales en equipamientos y accesibilidad al ferrocarril. La mejor situación corresponde a las zonas más dinámicas del país: Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, etc.

f) La integración ferroviaria con la UE se potenciará con la progresiva adopción del ancho de vía europeo.

g) Las actuaciones medioambientales se centran en conseguir la integración paisajística del ferrocarril, electrificar la red, mitigar el ruido y disminuir el efecto barrera de las vías.

1.3. AÉREO Red de aeropuertos. Viajeros e importancia para el turismo

Este transporte ha tenido un rápido crecimiento gracias al abaratamiento del precio de los billetes, el aumento de la demanda turística, el crecimiento de la renta o la creciente integración española en la economía mundial.

a) Las competencias sobre los aeropuertos están repartidas. Es el Estado el que controla los aeropuertos de interés comercial y las CC.AA., los demás.

b) La red aeroportuaria cuenta con numerosos aeropuertos ya que, hasta 1960, se siguió la política de dotar de uno a todas las ciudades de cierto tamaño. El aeropuerto de Madrid-Barajas funciona como un hub o aeropuerto central, con vuelos directos a casi todos los aeropuertos nacionales y a los principales del extranjero.

c) Las características técnicas son dispares, con buenas instalaciones en determinados espacios y servicios mejorables en otros.

d) El tráfico de pasajeros y mercancías presenta grandes contrastes:

§ El tráfico de pasajeros es muy competitivo en las distancias largas. En las medias, sufre una dura competencia con el transporte ferroviario.

§ El tráfico de mercancías, en cambio, es escaso debido al elevado coste, que repercute en el precio final de los productos transportados.

e) Existen desequilibrios territoriales en el tráfico aéreo. Los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat son los que más tráfico de personas y mercancías reciben. Destacan también los aeropuertos canarios y de las Islas Baleares, así como los de Málaga, Alicante o Bilbao.

f) La integración aérea con la UE se promueve incluyendo todos los aeropuertos de interés general en la Red Transeuropea de Transporte.

g) Las actuaciones medioambientales se centran en mitigar el ruido, mediante aproximaciones verdes y el aislamiento acústico de las viviendas próximas, reducir la contaminación, retirar los aviones más contaminantes, etc.

1.4. MARÍTIMO

A) Red de puertos mercantes y deportivos

B) Mercancías y turismo

El transporte marítimo se beneficia de la longitud del litoral español y de su estratégica posición en el transporte internacional de mercancías.


a) Las competencias sobre los puertos están repartidas entre el Estado (grandes puertos comerciales) y las CC.AA., que gestionan numerosos puertos pequeños.

b) Las características técnicas de los puertos españoles son dispares, con buenas infraestructuras algunos y mejorables algunos otros.

c) El tráfico de viajeros y mercancías presenta grandes contrastes.

§ El tráfico de viajeros es escaso. Se centra principalmente en las distancias medias y cortas: paso del Estrecho de Gibraltar, Península e Islas Baleares, Archipiélago Canario.

§ El tráfico interior de mercancías se dedica principalmente a transportar derivados del petróleo desde las refinerías litorales a los puertos próximos.

§ El tráfico internacional de mercancías tiene enorme importancia, pues concentra la mayor parte de las exportaciones e importaciones de mercancías. Tradicionalmente, predominaban los graneles, tanto sólidos (carbón, minerales, cemento) y líquidos (sobre todo, petrolíferos). En la actualidad, crece el tráfico de

mercancía general, sobre todo la transportada en contenedores, concentrada en puertos como Algeciras, Valencia o Barcelona.

d) Existen desequilibrios territoriales en el tráfico de mercancías, dependientes de las ventajas competitivas de cada puerto (localización tarifas, infraestructuras) y del dinamismo económico de su hinterland o área de influencia. Algeciras, con su inmejorable posición en las rutas transoceánicas, y Las Palmas, por su situación en las rutas atlánticas, tienen enorme peso.

e) La integración en el transporte exterior en la marco de la UE ha permitido que los puertos de interés general formen parte de la Red Transeuropea de Transporte.

f) Las actuaciones medioambientales incluyen la implantación de auditorías medioambientales en los puertos o el control de los impactos a las empresas allí instaladas.

II. Consecuencias sobre el territorio de estos sistemas Privilegian la actividad económica y el asentamiento de población en ciertos ejes y nodos marginando otros. Influencia del sistema radial en el modelo.

a) El medio físico es desfavorable. El relieve accidentado y ciertos rasgos climáticos dañan las infraestructuras o entorpecen el tráfico.

b) La red de la Península es radial. Este modelo que parte de Madrid se inició en el siglo XVIII con los Borbones, se consolidó en el siglo XIX, al coincidir la red ferroviaria con la de carreteras y perduró en el siglo XX con la política centralista del franquismo. La red ferroviaria de alta velocidad también tiene una red radial y la red de aeropuertos conecta Madrid-Barajas con los principales aeropuertos españoles y extranjeros. Esto ha provocado que haya zonas que han quedado marginadas respecto a las comunicaciones y que las comunicaciones entre lugares de la periferia fueran complicadas y lentas y se vieran forzadas a pasar por el centro.

Desde 1985 se han realizado elevadas inversiones estatales y las ayudas europeas han dotado al país de una mejor cobertura:

c) Las infraestructuras han mejorado y se han introducido sistemas inteligentes de transporte como el pago electrónico, gestión del tráfico, información al viajero, etc.


d) El transporte interior de pasajeros y de mercancías se realiza principalmente por carretera, ya que permite un servicio de puerta a puerta a bajo precio.

e) Siguen los desequilibrios territoriales, a pesar de que la red de transportes se ha densificado y tiende a mallarse.

f) La integración en el transporte internacional debe mejorarse, tanto a nivel europeo como a nivel mundial.

g) El sistema de transporte ejerce un fuerte impacto medioambiental: espacial (ocupación del suelo por infraestructuras), visual (alteración del paisaje), ruido, contaminación atmosférica, alteración de la biodiversidad, etc.

III. Transporte multimodal

3.1. Qué es

3.2. Qué significado tienen las conexiones entre las grandes rutas de transporte marítimo de mercancías -contenedores- y la logística, que es la clave para la evolución futura del e-comerce y del comercio urbano en general.

3.3. Qué es un área logística y dónde están las más grandes de España.

El transporte multimodal combina varios modelos de transporte para realizar un recorrido. En la actualidad, la UE y España lo fomentan para corregir el predominio de la carretera. El de mercancías tiene una mayor relevancia. Consta de corredores formados por infraestructuras de transporte (carretera, vías férreas, puertos y aeropuertos de carga) y por nodos o puntos donde confluyen los diferentes modos de transporte de contenedores cerrados desde el origen al destino. En ellos se ubican las plataformas logísticas, o áreas donde se planifica y organiza el transporte de mercancías. Se sitúan en lugares estratégicos con acceso a los lugares de producción y consumo. Las principales en España son: Barcelona Plataforma Logística, Barcelona ZAL, Madrid Plataforma Logística, Álava ARASUR, Zaragoza PLAZA y Asturias ZALIA.

España es el país de la Unión Europea que cuenta con mayor longitud de costa, lo que unido a su situación geográfica próxima al eje de importantes rutas marítimas, está produciendo un afianzamiento progresivo como área estratégica en el transporte marítimo internacional y como plataforma logística del Sur de Europa.

Por otro lado, el auge del e-commerce o comercio electrónico, que aumenta exponencialmente año tras año, y el comercio minorista en las ciudades, que trata de hacer frente al e-commerce con un servicio cercano y personalizado al cliente, hacen que estas infraestructuras sean cada vez más importantes. Esto se debe a que estas formas de comercio buscan el servicio puerta a puerta y a que suponen un aumento del comercio internacional.

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