Discromatopsia: Trastornos en la Percepción del Color y Tipos de Anomalías
Enviado por Chuletator online y clasificado en Plástica y Educación Artística
Escrito el en español con un tamaño de 10,13 KB
Discromatopsia: Trastornos en la Percepción del Color
El término discromatopsia proviene del griego dys, que indica dificultad; khróma, color; y opsis, vista. Se utiliza como nombre genérico para designar los trastornos en la percepción de los colores, particularmente la dificultad de reconocer los matices.
Se considera que la visión normal del color es tricromática, ya que una persona con una visión cromática normal requiere los tres colores primarios para igualar un estímulo de color determinado.
Las deficiencias de la visión del color pueden ser congénitas o adquiridas.
Defectos Congénitos de la Visión Cromática
Estos defectos se deben a anomalías de los pigmentos de los conos y se clasifican según el número de fotopigmentos presentes: monocromática, dicromática y tricromática. Los términos que se aplican son:
- Protán: para el defecto al color rojo.
- Deután: para el defecto al color verde.
- Tritán: para el defecto al color azul.
Si el defecto del fotorreceptor es total, es decir, si la persona es ciega a ese color, el sufijo será -ope. Ejemplo: tritanope (ciego total al azul).
Si, por el contrario, el fotorreceptor solo sufre una alteración, el sufijo será -omalía. Ejemplo: tritanómalo (tiene problemas para distinguir el azul).
La clasificación de los defectos congénitos de la visión del color es:
-
a. Tricromatismo anómalo: implica que sí hay presencia del pigmento, pero existe una absorción anormal de este. El tricromatismo anormal se puede subdividir, en función del pigmento (rojo, verde, azul) con absorción anormal, en:
- Protanómalo (absorción anormal del rojo)
- Deuteranómalo (absorción anormal del verde)
- Tritanómalo (absorción anormal del azul)
-
b. Dicromatismo: implica la ausencia de uno de los fotopigmentos. Se puede clasificar en:
- Protanópico (ausencia del pigmento rojo)
- Deuteranópico (ausencia del pigmento verde)
- Tritanópico (ausencia del pigmento azul)
c. Acrómatas o monocrómatas: toda la percepción cromática se reduce a la visión de un solo color. Únicamente les es posible una discriminación cromática de claro-oscuro.
Universidad Galileo - Tercer Semestre - Optometría - Visión funcional
Conos y Bastones
Conos
Bastones
Anomalías en la Visión del Color: Genética
En el cromosoma X se encuentran los genes que codifican la eritropsina (pigmento para el color rojo) y la cloropsina (para el color verde). La mutación de esos genes tiene por resultado la falta o deficiencia de esos fotorreceptores para permitir la visualización de los mencionados colores. Debido a que esas mutaciones son recesivas, para que una mujer sea daltónica debe llevar ambos XX deficientes, hecho que es muy poco común. Dado que, por lo general, el gen mutante está en un solo cromosoma X (recesivo), el otro cromosoma X (dominante) posee genes que codifican normalmente los pigmentos, con lo cual la mujer portadora percibe los colores en forma normal. En el hombre, al tener un solo cromosoma X con genes mutantes y no poseer otro cromosoma X reemplazante, padecerá siempre de daltonismo.
En el cromosoma 7 se ubican los genes que codifican la cianopsina (pigmento para el color azul). Al no ser un cromosoma ligado al sexo, la anomalía para la visualización del color azul se presenta en la misma proporción tanto en hombres como en mujeres. Este tipo de discromatopsia es muy poco frecuente.
Anomalías Adquiridas
Son problemas secundarios de estados patológicos, tanto oculares como sistémicos. Normalmente se acompañan de pérdida de agudeza visual, de defectos del campo visual y existen diferencias entre los dos ojos en función de la afectación del problema.
La clasificación de los defectos adquiridos de la visión del color es:
- Tipo I: defecto rojo-verde (protán)
- Tipo II: defecto rojo-verde (deután)
- Tipo III: azul (tritán)
Siendo los de mayor incidencia los de tipo III.
Cuando se detectan alteraciones de la visión del color en individuos que, en exámenes visuales previos, manifiestan una visión del color normal, puede implicar un signo precoz de una enfermedad. Los test de visión al color también pueden emplearse para controlar la evolución de la enfermedad.
Láminas Pseudoisocromáticas de Ishihara
El test de Ishihara es útil para la detección de alteraciones congénitas rojo-verde. Esta prueba no detecta alteraciones de tipo tritán (azul). En su versión completa consta de 38 láminas; las 25 primeras representan números y las 13 restantes representan caminos o trayectorias, para utilizarse en personas analfabetas o niños que no conozcan los números. Existen versiones abreviadas de 24 o 14 láminas, de menor sensibilidad, que pueden emplearse como pruebas de screening o detección rápida. Las principales características de las láminas son las siguientes:
Pruebas de Farnsworth-Munsell
El Test de Farnsworth también es un test que ayuda a detectar anomalías en la visión del color. Pero su estructura de presentación y detección difiere del test de Ishihara porque, en lugar de ser láminas pseudoisocromáticas, consiste en un test de clasificación. Pertenece al grupo de los llamados colores pigmentarios, que son aquellos que presentan una saturación y luminosidad constantes, pero una tonalidad distinta.
Conos
Los conos son células sensibles a la luz que se encuentran situadas en la retina. Reciben este nombre por su forma conoide. Estas células son las responsables de la visión en colores.
En la zona central de la retina (fóvea), la cantidad de conos es mayor, su número desciende a medida que nos acercamos a la periferia. La concentración de conos presenta un pico brusco de aproximadamente 199,000 conos/mm2 en la fóvea y luego cae bruscamente hasta aproximadamente 4,000 a 5,000 conos/mm2, y permanece esencialmente en ese nivel en prácticamente el resto de la retina. Parece existir una concentración de conos a lo largo del meridiano horizontal, principalmente en la región nasal de la retina. Continúa habiendo conos incluso en la región más periférica de la retina, si bien la percepción del color es muy escasa en esta región.
Existen tres tipos diferentes de conos, cada uno de ellos es sensible de forma selectiva a la luz de una longitud de onda determinada: verde, roja y azul. Esta sensibilidad específica se debe a la presencia de unas sustancias llamadas opsinas. La eritropsina tiene mayor sensibilidad para las longitudes de onda largas de alrededor de 560 nanómetros (luz roja), la cloropsina para longitudes de onda medias de unos 530 nanómetros (luz verde) y, por último, la cianopsina con mayor sensibilidad para las longitudes de onda pequeñas de unos 430 nanómetros (luz azul). El cerebro interpreta los colores a partir de la razón de estimulación de los tres tipos de conos. Necesitan unos mil fotones como mínimo para actuar.
Las señales generadas en los conos se transmiten en la retina a las células bipolares que conectan con las células ganglionares de donde parte el nervio óptico que envía la información al cerebro.
Bastones
Los bastones son células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión en condiciones de baja luminosidad. Presentan una elevada sensibilidad a la luz, aunque se saturan en condiciones de mucha luz y no detectan los colores. Se ubican en casi toda la retina exceptuando la fóvea. Contienen rodopsina, que es una proteína que presenta una mayor sensibilidad a las longitudes de onda cercanas a 500 nanómetros, es decir, a la luz verde azulada.
La concentración de bastones hace un pico de 20° fuera de la fóvea, si se toma el ángulo desde el punto nodal imagen. Esta región, la de mayor densidad de bastones, está aproximadamente a 6 mm de la fóvea y la densidad de bastones aquí es de unos 160,000 bastones/mm2. Luego disminuye en forma menos brusca que la población de conos y llega a unos 30,000 a 40,000 bastones/mm2 en la periferia extrema de la retina.
Los bastones se conectan en grupo y responden a los estímulos que alcanzan un área general, pero no tienen capacidad para separar los pequeños detalles de la imagen visual. La diferente localización y estructura de estas células conduce a la división del campo visual del ojo en una pequeña región central de gran agudeza y una zona periférica de menor agudeza, pero con gran sensibilidad a la luz. Así, durante la noche, los objetos se pueden ver por la parte periférica de la retina cuando son invisibles para la fóvea central.
Los bastones son más delgados que los conos, el diámetro de sus segmentos internos es de aproximadamente 2 micras. Los segmentos externos de los bastones están formados por discos membranosos aislados de la membrana plasmática, donde se encuentra la rodopsina. Estos discos están continuamente renovándose. Los discos antiguos se van desplazando hacia la zona del epitelio pigmentario, donde son fagocitados y convertidos en fagosomas durante el ciclo diurno, sobre todo al amanecer.
Estas células son muy sensibles, capaces de detectar la energía de un solo fotón y las responsables, por tanto, de que sea posible la visión nocturna.
Los bastones y los conos tienen formas diferentes, pero también tienen ciertas similitudes. La parte superior de las células se llama el segmento exterior que contiene las moléculas que absorben la luz. Al ser absorbida la luz, las moléculas se modifican y envían una señal a través de la membrana de plasma, que a su vez la transmite a través del segmento interior hasta la terminal sináptica, desde donde se envía a otras células de la retina.