Dios de la construcción
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Juno y Argos:
Aquí se representa el mito de Juno y Argos. Zeus se enamora de una joven llamada Io que huye en cuanto escucha su voz. Zeus cubre la tierra con una densa niebla que detiene a la joven y la seduce. Muy pronto Hera sospecha que Zeus la está engañando, por eso, Zeus transforma a Io en una ternera, pero Hera no contenta con esto le pide la ternera como regalo y para custodiarla pone a Argos, que tenía cien ojos, cuando dormía cerraba cincuenta y el resto se quedaban vigilando. Zeus quiere ayudar a Io y envía a Mercurio a matar a Argos. Mercurio se viste de pastor y cuando llega donde está Argos, duerme con el sonido de la flauta los cincuenta ojos que estaban despiertos. Después, le corta la cabeza con la cimitarra. Hera recoge en agradecimiento los cien ojos de Argos y los coloca en la cola del pavo real. La muerte de Argos no libera a Io, pues Hera envía un tábano que se pega a su cuerpo. Io enfurecida sale huyendo y tras atravesar Grecia llega a Egipto donde recobró su forma humana y tuvo un hijo de Zeus llamado Épafo. En primer plano vemos a Argos muerto y el arcoíris que observamos al fondo es el atributo de Iris, mensajera de los dioses, que estaba también al servicio de Hera, representada en su carro en el momento de arrancar los ojos de la cabeza de Argos.
18.- Apolo persiguiendo a Dafne:
Apolo es hijo de Zeus y de Leto y hermano gemelo de Diana. Hera, esposa de Zeus, cuando Leto estaba embarazada prohibíó que se le ofreciera un lugar para que sus hijos nacieran. Debido a esto, Leto iba errante de un lado a otro hasta que Delfos, una isla flotante y estéril, la acogíó porque nada tenía que perder. A partir de entonces, la isla quedó fijada al fondo del mar por cuatro columnas. Apolo fue identificado con los astros que rigen el día y Diana con los que rigen la noche. Ambos eran representados con arco y flechas. Apolo intento conquistar Delfos, centro espiritual de Grecia. Allí había un oráculo custodiado por una serpiente llamada Pitón a la que Apolo atravesó con sus flechas, la mató e hizo un trípode con su piel en el que se sentaban las Pitias, sacerdotisas que custodiaban el oráculo. A partir de entonces, Apolo se convirtió en portador de los oráculos divinos. En otra ocasión, Apolo se enamoró de Dafne. Debido a que Apolo se burló de Cupido, éste lo castigó y lanzó unas de sus flechas de oro contra él provocando el amor a Dafne, mientras que a ella le lanza una flecha de plomo que hace que rechace a Apolo. Dafne huye, reclama la ayuda de su padre y cuando Apolo la va alcanzar se convierte en laurel (Δάφνη en griego quiere decir laurel). En ocasiones, Apolo concede poderes proféticos a otros. Así ocurríó con Casandra, hija del rey Priamo de Troya, de la que Apolo estaba enamorado. A pesar del regalo, Casandra no quiso ningún tipo de relación con él y como ya no podía quitarle los poderes, hizo que ninguna de sus predicciones fueran creídas a pesar de ser ciertas, por eso, sus advertencias sobre la caída y destrucción de Troya no fueron creídas por nadie. La función más importante de Apolo es el patrocinio sobre las artes y en especial sobre la música. Cuando estaba como pastor, una parte de su ganado fue robada por Mercurio y al ir a recuperarla vio que Hermes había inventado la lira y le gustó tanto que la cambio por los rebaños. En otra ocasión, Hermes inventó la flauta y Apolo la consiguió a cambio del caduceo y de enseñar a Hermes el arte de adivinar el futuro. Debido a que la adivinación estaba considerada como un método curativo, Apolo pasó a ser también Dios de la medicina. Se le atribuye la paternidad de Asclepio a quien sacó del vientre de su madre después de quemarla por haberle sido infiel y lo puso bajo la tutela del centauro Quirón el cual tenía tantos conocimientos de medicina que podía incluso resucitar a los muertos. Apolo es también un Dios vengativo. Mató a los hijos de Niobe por ofender a Leto. Niobe tuvo muchos hijos y pretendía que se le rindiera el culto que se tributaba a Leto que solo había tenido a Apolo y Diana. Leto se enfadó y pidió que sus hijos se vengaran. Las flechas de Apolo mataron a los hijos y las de Diana a las hijas. Apolo es también el Dios de la belleza y se le representa además con las flechas, la lira y una corona de laurel.
Diana de Versalles:
Apolo es hijo de Zeus y de Leto y hermano gemelo de Diana. Hera, esposa de Zeus, cuando Leto estaba embarazada prohibíó que se le ofreciera un lugar para que sus hijos nacieran. Debido a esto, Leto iba errante de un lado a otro hasta que Delfos, una isla flotante y estéril, la acogíó porque nada tenía que perder. A partir de entonces, la isla quedó fijada al fondo del mar por cuatro columnas. Diana nacíó primero y después ayudó a nacer a su hermano. Diana permanecíó siempre virgen. Vive en los bosques acompañada de otras jóvenes y sólo se divierte cazando. Al igual que Apolo, va armada con un arco, que utilizaba contra los humanos y los ciervos. Una de sus primeras hazañas fue matar a los hijos de Niobe. Niobe tuvo muchos hijos y pretendía que se le rindiera el culto que se tributaba a Leto, que solo había tenido a Apolo y Diana. Leto se enfadó y pidió que sus hijos se vengaran. Las flechas de Apolo mataron a los hijos y las de Diana a las hijas. Interviene también en la muerte de Acteón un cazador al que había educado el centauro Quirón. Cuando Acteón estaba de caza, vio que Diana estaba desnuda bañándose con otras jóvenes en un manantial. Diana se enfadó con él, lo convirtió en ciervo e hizo que los 50 perros que le acompañaban en la caza lo devoraran sin conocerlo. Estos perros lo buscaron luego por el bosque y Quirón para consolarlos hizo una estatua de Acteón. Se le atribuye también a Diana el haber dado muerte a una ninfa llamada Calisto, a la que después de haber sido seducida por Zeus, mata con una flecha a petición de Hera. Una vez, envió un enorme jabalí a Calidón ya que al rey se le había olvidado ofrecer un sacrificio a Diana cuando a todos los demás dioses ofrecía sus primeras cosechas. En otra ocasión, Agamenón había cazado un ciervo mientras esperaba que soplara el viento para poder dirigirse a la guerra de Troya. Tras cazar al ciervo afirmó que ni la propia Diana podría haberlo matado mejor. Diana hizo que no soplara viento, entonces, el adivino Tiresias explicó el motivo de eso y dijo que la única forma de solucionarlo era sacrificar a Ifigenia, hija de Agamenón, en honor de Diana, pero la diosa finalmente no aceptó el sacrificio de la joven. Según unas versiones, la sustituyó en el último momento por una cierva. Según otras, cuando Agamenón iba a sacrificarla, Diana la transformó en cierva. Los atributos de Diana son el arco, el ciervo y la luna
Baco:
Baco es hijo de Zeus y Sémelé. Cuando Hera se enteró de la relación entre Zeus y Sémelé le dice a esta que le pida a Zeus que se le apareciese en toda su gloria. Zeus por su parte prometíó a Sémelé concederle todo lo que le pidiera y para cumplir su promesa tuvo que acercarse a Sémelé con rayos y truenos y ella murió carbonizada. Sémelé estaba embarazada y entonces Zeus sacó al niño y lo cosíó en su muslo. Cuando Baco nacíó, fue entregado por Mercuerio ante su tía, Ino, para que lo cuidara, pero Hera la volvíó loca y mató a sus propias hijas, entonces lo llevó junto a unas ninfas que lo cuidaron hasta que crecíó. Siendo adulto, inventó la vid y se dedicó a recorrer el mundo para enseñar a los hombres el cultivo de la vid y la fabricación del vino. Iba con un cortejo que lo acompañaba. De ese cortejo formaban parte las sacerdotisas de su culto que se llamaban Bacantes o Ménades, los sátiros y un Dios llamado Pan. A los sátiros se les representa con cuernos, orejas y patas de macho cabrío. El Dios Pan fue el inventor de una flauta formada por varias cañas. Aparecía repentinamente asustando a los pastores y provocando estampidas del ganado, por eso, al miedo producido por este Dios se llamó pánico. Las fiestas organizadas en honor, se llamaban bacanales y de las partes recitadas de su culto se dice que surgíó el teatro. Una de las actuaciones más destacadas de Baco la relata Eurípides en su obra Los Bacantes. Cuenta Eurípides que en la ciudad de Tebas un primo de Baco que se llamaba Penteo. Era hijo de Ágave, hermana de Sémelé. Penteo estaba en contra del culto que Baco enseñaba en un monte próximo a las mujeres de Tebas. Acudíó entonces Penteo a pedir las bacanales en el momento en el que los participantes estaban en pleno frenesí y su madre, Ágave, lo confundíó con un animal y lo despedazó. Su culto se implantó en Grecia y Baco finalmente descendíó a los infiernos y rescató a su madre llevándola al Olimpo. Es el Dios del vino, la fiesta y el teatro. Se le suele representar con un racimo de uvas y una gana cubierta con hojas de parra.
El rapto de Proserpina:
Proserpina es hija de Zeus y Ceres. Ceres, Zeus y Plutón son hijos de Cronos y Rea. En el reparto de poderes que hacen los dioses a Plutón le corresponde el inframundo que estaba dominado por el fuego y cuya entrada vigilada Cerbero, el perro de tres cabezas. Tenía su palacio allí al que nadie podía entrar excepto él y más tarde su esposa. Era un Dios con barba y tenebroso. No era la muerte, sino el rey de la muerte y pocas veces iba al Olimpo ya que sus ocupaciones se lo impedían. Pretendía tener una esposa, pero no sabía si la elegida querría vivir en su palacio. El rapto de Proserpina es un acontecimiento muy importante en la mitología de este Dios. Estaba Proserpina con otras hijas de Zeus cuando su tío Plutón la vió, se enamoró de ella y la raptó. Según unas versiones del mito, Zeus lo ayudó. Según Ovidio en su obra Metamorfosis, a Plutón se enamoró de la joven por las flechas de Cupido. Un día en el que Proserpina estaba mirando unas flores, Plutón hizo brotar una flor de gran belleza. Proserpina se acercó a mirarla, se abríó la tierra y aparecíó Plutón que se llevó a la joven A su palacio. Parece que el encuentro tuvo lugar en Sicilia. La desaparición de Proserpina provocó gran tristeza en su madre, que se dedicó a viajar por toda la tierra buscándola. Durante nueve días y nueve noches viajó Ceres sin tomar alimento ni descansar con una antorcha encendida en cada mano buscando a su hija. Cuando se enteró del rapto de su hija, bien por el sol o por una ninfa (según las versiones) de que la habían raptado, pidió ayuda a Zeus. Proserpina vive feliz con su marido, Zeus, pero la tristeza de la madre hace que desaparezca las cosechas de la tierra. Zeus interviene y por medio de Hermes ordena a Plutón a que la devuelva, pero esto ya no era posible porque Proserpina había tomado Granada Y quien hacía esto estaba vinculado definitivamente a los infiernos. Para contentar a todos, Zeus establecíó un reparto del tiempo donde Proserpina pasaría parte del año con su madre y parte con su marido. Se originan así las distintas estaciones del año según la alegría o la tristeza de Ceres por la presencia o ausencia de su hija.
La fragua de Vulcano
En esta imagen se representa el mito de La Fraguad de Vulcano Vulcano es el Dios del fuego y uno de los dioses más importantes del Olimpo. Es hijo de Zeus y Hera. Según unas versiones nacíó ya cojo y su madre avergonzada de él lo tiró desde lo alto del Olimpo. Según otra versión Zeus y Hera discutían sobre Hércules. Vulcano salíó en defensa de su madre y Zeus se enfadó con él y lo tiró fuera del Olimpo. Estuvo cayendo durando un día y así se produjo su cojera. Al caer lo salvó Tetis y como muestra de su agradecimiento fabricó armas para su hijo Aquiles. Para vengarse de su madre, que lo había echado fuera del Olimpo, fabricó en secreto un trono de oro en el que había unas cadenas que se sujetasen al sentarse en él y se lo envió a Hera. Ella se sentó y se quedó atada sin poder librarse de las cadenas. Solamente Efesto sabía hacerlo. Los dioses se vieron obligados a intervenir y encargaron a Baco que tenía amistad con Efesto la tarea de buscarlo y convencerlo y para hacer esto lo emborrachó. Es el único Dios que trabaja. Es el patrón de los artesanos y en una fragua subterránea fabrica armas y distintos utensilios con ayuda de los cíclopes. A su fragua van los dioses para pedir que fabriquen armas y utensilios para ellos mismos o para algún mortal. En este cuadro de Velázquez se representa el momento en el que Apolo visita la fragua de Vulcano, que está trabajando con los cíclopes, para anunciarle el adulterio de su esposa Venus con Marte. Vulcano enfadado por el engaño de su mujer prepara una red que aprisiona a los amantes mientras los dioses del Olimpo, que contemplan la escena, se ríen de ellos. A Vulcano se le suele representar con gorro y con las herramientas propias de un herrero. Apolo aparece representado con el Dios-sol.