Diferencia entre la Concepción apolínea de la vida y la dionisíaca

3.3.

El arte trágico y lo dionisíaco

En su obra juvenil “El nacimiento de la tragedia”, Nietzsche se opone a la interpretación tradicional de la antigüedad griega que creía que la Grecia “clásica”, la de Sócrates y de Platón, era lo mejor de la cultura griega: el surgimiento de la racionalidad occidental. Cree que la época de estos filósofos es el inicio de la decadencia de la cultura occidental. Nietzsche piensa que lo mejor de la cultura griega estaba en la Grecia “arcaica”, en los tiempos de Homero y de autores de la tragedia como Esquilo y Sófocles, hasta que Eurípides y los filósofos la echaron a perder.
Para Nietzsche en la cultura griega había 2 concepciones de la vida y el mundo relacionadas con 2 dioses: la dionisíaca y la apolínea:

-La concepción apolínea era la que consideraba el mundo y la vida como un cosmos donde reinaban el orden, la armónía, la belleza de la proporción de las formas y la racionalidad, lo que hacía que todo tuviese una explicación, o una razón de ser, y que a los griegos les pareciese que el mundo estaba hecho a la medida del hombre. Concepción que se vería reflejada en su cultura a través de sus artes plásticas: sus templos, sus esculturas y en su filosofía.
-La concepción dionisíaca era la que consideraba el mundo y la vida como un caos donde se daba el desorden, los excesos de la embriaguez y de la pasión, los instintos naturales y la irracionalidad, lo que hacía que a los griegos les pareciese que el mundo era un lugar peligroso y doloroso, aunque también podía ser placentero. Esta visión de la realidad sería manifestada por la cultura griega mediante la música y la tragedia.

La finalidad de Nietzsche es defender que ambas representan dos dimensiones reales del mundo y del ser humano que los antiguos griegos descubrieron y aceptaron, sin ocultar ninguna de ellas y las exprésó mediante sus mitos con el culto a Apolo y a Dionisos. A partir de Eurípides, Sócrates y Platón, la cultura occidental sólo valoraría la parte “apolínea” de la vida, la racional, y despreciaría su parte “dionisíaca”, la instintiva, porque temería sus aspectos naturales relacionados con el cuerpo. La grandeza del mundo griego arcaico se encontraba en que armoniza las dos dimensiones de la realidad y las representó mediante la tragedia.

En la tragedia griega el aspecto apolíneo del mundo era representado por el diálogo entre los personajes basado en la razón y el carácter dionisíaco del mismo era simbolizado por el coro que expresaba el sufrimiento de los personajes , la parte de la vida no basada en la razón, a través del canto y de la música. En las tragedias de Esquilo y de Sófocles había un equilibrio entre el diálogo de los personajes y el canto del coro ; mientras que Eurípides destruiría ese equilibrio de la tragedia griega al dar mayor protagonismo al diálogo de los personajes y eliminar el coro.Predominará la parte racional de la vida sobre la irracional y, finalmente, Sócrates –maestro del diálogo- negará totalmente el carácter irracional de la existencia y propondrá el sometimiento de la vida a la razón, de lo dionisíaco a lo apolíneo. Según Nietzsche, demostraba que Esquilo y Sófocles amaban la vida porque no negaban sino que aceptaban incluso la parte más trágica de la misma, mientras que Eurípides y Sócrates demostrarán que no amaban la vida al rechazar su parte trágica. Y, lo peor de todo, es que según Nietzsche, estos últimos se convertirían en los primeros maestros de nuestra cultura occidental y nos enseñarían, por tanto, a despreciar la vida y valorar tan sólo la razón.