Desarrollo Psicosexual y Social en la Infancia: Una Guía Completa

Enviado por Chuletator online y clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 9,21 KB

La Complejidad de la Etapa Fálica

El Complejo de Edipo

Freud defendía que todos los niños durante la etapa fálica sienten un deseo erótico hacia su madre, mientras que ven al padre como un rival.

El Complejo de Electra

Algo similar ocurre con las niñas, aunque se desarrolla de forma más compleja. Sienten deseo hacia su padre y, al percibir a la madre como rival, tratan de identificarse con ella para conseguir el amor de su padre.

El Complejo de Castración

Es un complejo que padecen tanto los niños como las niñas, aunque de formas diferentes. Para las niñas y niños de estas edades es difícil comprender las diferencias entre sus órganos genitales. El niño piensa que la niña también tenía pene, pero que por algún motivo se lo han cortado y teme que también le pueda ocurrir lo mismo, lo cual le produce una gran angustia de castración. La niña se siente en inferioridad de condiciones por no tener un pene e intenta negarlo o compensarlo acercándose a su padre. Así pues, tanto en los niños como en las niñas, únicamente tienen importancia los genitales masculinos y se entiende la diferencia de sexos como una oposición.

La Adquisición de la Constancia de Género

El concepto de constancia de género hace referencia a la comprensión, por parte de los niños, de que su sexo es permanente y no se modifica por las conductas o por el aspecto externo. Se establecen tres etapas previas antes de llegar a la constancia de género:

1. Etiquetado de Género

Al inicio de preescolar, sobre los 3 años, las niñas y los niños son capaces de etiquetar su sexo y el de los otros de forma correcta. Sin embargo, cuando a una niña se le formulan preguntas como: "Cuando crezcas, si quisieras, ¿podrías ser un niño?", o al revés en el caso de un niño, la respuesta suele ser «Sí».

2. Estabilidad de Género

Posteriormente, hacia los 5 años, la comprensión de la permanencia del sexo aumenta y, aunque ya son capaces de saber que un niño se convertirá en hombre y una niña en mujer, siguen pensando que un cambio de vestido o de peinado puede ocasionar un cambio de sexo.

3. Constancia de Género

Se produce al final de preescolar o al comienzo de los años escolares, entre los 6 y los 7 años, cuando las niñas y los niños adquieren la seguridad de que su sexo no cambiará, ni siquiera si cambian su ropa o sus conductas.

3.1 Estabilidad de Género (profundización)

Estudios realizados con niños y niñas de preescolar han demostrado que los niños creen que se podrían convertir en niñas si se pusieran faldas y que las niñas serían niños si se cortasen el pelo muy corto. En este sentido, Sandra Bem, una prestigiosa investigadora sobre el género, explica que su hijo Jeremy decidió, un día, ir a la escuela infantil con una pinza en el pelo.

La Teoría del Esquema de Género

Un esquema de género es una representación mental que el niño o niña elabora a partir de las características y los comportamientos que asocia al hecho de ser hombre o mujer.

Coeducación y Educación No Sexista

Una definición básica de coeducación es la educación que se da, de forma igualitaria, sin discriminación por razón de sexo. En nuestras escuelas, hoy en día, las niñas y los niños se sientan juntos en las aulas, estudian los mismos contenidos y realizan las mismas actividades; sin embargo, la coeducación es un planteamiento que va más allá. Podemos hacer un análisis de lo que realmente sucede en las aulas planteándose algunas preguntas como: ¿se transmite lo mismo a las niñas y a los niños?, ¿se espera lo mismo de ellas que de ellos?, ¿se siguen manteniendo expectativas diferentes asociadas a los roles de género?, ¿el modelo pedagógico tiene un carácter igualitario?, etc. Si profundizamos en ellas, podemos observar que, aunque vamos en la dirección correcta, aún queda mucho camino por recorrer.

¿Los Currículos Escolares son Igualitarios?

Si bien los currículos educativos, así como la propia LOMLOE, exponen y remarcan que la educación debe garantizar siempre la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la realidad es que, ya desde su elaboración, los currículos distan mucho de ser igualitarios desde la perspectiva de género. En la selección de contenidos para la elaboración de los currículos, únicamente se han considerado importantes materias como las matemáticas o la lengua (que formaban parte del programa educativo de los niños), en cambio, se han dejado de lado, por poco importantes, aquellas que debían ser aprendidas por las niñas (como el cuidado de un bebé, cocinar o lavar la ropa, etc.).

Marina Subirats afirma lo siguiente: «No hay coeducación, sino asimilación de la niña a la educación considerada modélica, la del niño. Esto no ocurre porque se desconozca la existencia de unas formas de comportamiento típicas del género femenino, sino porque están consideradas como inferiores, devaluadas, y, por tanto, se trata de corregir y borrar su expresión».

¿La Intervención en el Aula es Igualitaria?

De forma todavía más evidente, la aplicación de los currículos en el aula refuerza una atención no igualitaria según se trate de niñas o niños. En general, se dedica más atención al comportamiento de los niños, formulándose más preguntas y dándoles más pautas a la hora de explicarles lo que tienen que hacer, también se les riñe más. Por otro lado, si una niña muestra comportamientos agresivos, se tiende a censurarla más que si esos comportamientos los presenta un niño. También se le suele exigir a la niña una mayor pulcritud en la realización de los trabajos. Asimismo, a pesar de los avances realizados en los últimos años, se siguen utilizando recursos y materiales educativos con estereotipos sexuales, ilustraciones sexistas, modelos familiares poco diversos y una escasa referencia a todo aquello que las mujeres u hombres no heterosexuales han aportado a la cultura a lo largo de la historia.

La Educación Incidental: Las Pantallas

La educación incidental se caracteriza por tener lugar de manera espontánea e informal sin sustentarse en objetivos educativos. Los niños, desde edades muy cortas, suelen mostrar una fuerte curiosidad y atracción por los dispositivos electrónicos como las tabletas o los teléfonos móviles y una gran habilidad en su manejo. Estos dispositivos ofrecen la posibilidad de acceder al conocimiento de manera ilimitada e inmediata, pero también pueden ocasionar perjuicios si no se hace un uso adecuado de ellos. Hay dos factores esenciales:

  • El número de horas, o cantidad de tiempo que pasan delante de las pantallas, que suele ser excesivo en muchos casos y es un tiempo que se resta a otras actividades socializadoras como los juegos, la lectura de cuentos u otras actividades.
  • El tipo de contenidos. A través de las pantallas, las niñas y jóvenes aprenden maneras (que no siempre son las más adecuadas) de expresar emociones, relacionarse, afrontar las dificultades o resolver conflictos. Además, en muchos casos no coinciden con los valores y modelos de comportamiento que se promueven desde la familia y la escuela, creando confusión y desorientación en las criaturas.

Hitos en el Desarrollo Social

Las niñas y los niños presentan unas características específicas en su comportamiento que nos permiten evaluar si su desarrollo social se desarrolla con normalidad. Si bien los ritmos de desarrollo son individuales, es necesario tener referencias sobre las conductas esperadas en cada momento, de manera que podamos valorar si el desarrollo social es el adecuado o detectar tempranamente posibles signos de alarma. Ante la sospecha de la existencia de alguno de estos signos se deberán aplicar registros más precisos (tablas de estimación o listas de control) para valorar comportamientos sociales concretos y ampliar el foco a otras áreas del desarrollo.

0 a 6 meses

  • Expresión y Comunicación: Sonrisa, intercambio de miradas, gestos, llanto, balbuceos: deseos y necesidades.
  • Apego: Dependencia de la figura de apego, aceptación de desconocidos.

6 a 12 meses

  • Expresión y Comunicación: Llanto, gestos o balbuceos, primeras palabras: deseos y necesidades.
  • Apego: Apego establecido, llanto y timidez ante extraños.
  • Conducta: Comprensión de expresiones de emoción: guían la conducta.
  • Juego: Juego en paralelo con iguales.

12 a 24 meses

  • Expresión y Comunicación: Llanto, gestos, balbuceos y palabras: deseos y necesidades.
  • Apego: Acepta mejor la separación de las figuras de apego.
  • Conducta: Órdenes y peticiones sencillas, tolerar y afrontar reacciones emocionales.
  • Juego: Juego simbólico o de ficción de personas y objetos, no hay preferencias de sexo.

24 a 36 meses

  • Expresión y Comunicación: Autonomía a través del movimiento y lenguaje e interés por el estado afectivo de los demás.
  • Apego: Pataletas y berrinches.
  • Conducta: Secuenciación de órdenes y diferencian el yo de los demás.
  • Juego: Cooperativo y sociodramático, se siguen normas sencillas.

Entradas relacionadas: