Desarrollo de las Operaciones Militares en la Guerra Civil Española (1936-1939)
(Mapas páginas 293, 297, 299 y hoja suelta)
En el desarrollo de las operaciones militares se pueden distinguir tres fases diferentes:
- La lucha por Madrid (julio 1936 - marzo 1937)
- El frente norte (abril - octubre de 1937)
- El frente este (octubre 1937 - abril 1939)
1. La lucha por Madrid (julio 1936 - marzo 1937)
Las operaciones militares empezaron la semana siguiente al alzamiento y dieron lugar a una fase de la Guerra Civil que conocemos como “guerra de columnas”, miliciana o de movimiento, por la desorganización.
El objetivo prioritario de los militares rebeldes fue desde el principio tomar Madrid, pero el intento fracasó en esta fase. Los ataques contra la capital debían realizarse de forma simultánea por el ejército del norte y el del sur, respectivamente mandados por Mola y Franco.
El paso de las tropas africanas a la Península era de vital importancia para que el ejército del sur avanzara hacia Madrid, pero la marina cerraba el paso del Estrecho. Franco demoró la mayor parte del traslado de tropas hasta recibir los aviones que había pedido a Alemania e Italia. A comienzos de agosto (día 5 ó 7) se organizó un puente aéreo que transportó a miles de soldados e ingente material de guerra a través del estrecho de Gibraltar, con lo que evitó a la flota republicana, pero también se pasó un convoy marítimo.
El ejército de Mola se estancó en los puertos de montaña del Sistema Central (Guadarrama) ante la resistencia que ofrecieron los milicianos y las tropas leales al régimen. En contrapartida, Mola se dirigió al norte de la Península y ocupó Irún y San Sebastián a comienzos de septiembre (4-9-1936) y dejó el norte de la zona republicana separada de Francia y aislada.
Las tropas marroquíes refundieron las posiciones sueltas del bando nacional en Andalucía y avanzaron hacia Extremadura –Badajoz–, donde el general Yagüe practicó una represión durísima (entre 2.000 y 4.000 personas ejecutadas). Posteriormente se unieron con las tropas de Mola en la Sierra de Gredos y así las dos zonas del bando sublevado quedaron conectadas. Franco ordenó ir hacia Toledo para liberar el Alcázar, asediado por los republicanos y defendido por el general Moscardó, y donde resistían unos centenares de militares sublevados con sus familias; el Alcázar fue liberado el 27 de septiembre.
A finales de octubre se hallaban ya a la puerta de Madrid y la conquista parecía inminente. El asalto de las tropas franquistas a Madrid se produjo en noviembre, pero fracasó, al contar con una gran movilización general en la que miles de hombres y mujeres, con enorme entusiasmo, fortificaron los accesos y el interior de la ciudad. Azaña había abandonado la ciudad el día 5 de noviembre para instalarse en Barcelona y el gobierno de Largo Caballero había partido para Valencia, donde fijó su residencia. La defensa de la capital corrió a cargo de la Junta de Defensa de Madrid, presidida por el general Miaja, y la llegada de los primeros voluntarios de las Brigadas Internacionales y de tanques y aviones soviéticos fue decisiva para organizar la resistencia, que duró desde noviembre hasta enero del 37. Un intento posterior de Franco –febrero– para tomar la ciudad con un ataque sobre el Jarama también fracasó. A partir de ahora Madrid no sería atacado.
2. El frente norte (abril - octubre de 1937)
En vista de las dificultades que ofrecía la entrada en Madrid, Franco se propuso como objetivo inmediato la liquidación del frente norte. Las tropas de Mola iniciaron la ofensiva y participaron legionarios, requetés, efectivos italianos y la Legión Cóndor alemana, que el 26 de abril bombardeó masivamente Guernica (26 de abril del 37), el primer bombardeo aéreo del mundo sobre una población civil que causó muchas víctimas. Gracias a la superioridad en medios, armamento y aviación de los sublevados, fueron cayendo primero Bilbao –junio– y más tarde Santander –julio–, donde entraron los italianos; en octubre las tropas franquistas controlaron Asturias.
Con la desaparición del frente norte, la República perdía un área geográfica con abundantes recursos industriales y mineros, su espacio se reducía a un tercio de la superficie nacional y su población disminuía a la mitad de la total. Además, en este mismo momento, la ayuda que entonces mandaba la URSS era obstaculizada por submarinos italianos.
El gobierno del socialista Juan Negrín (17-5-37), que había sustituido al de Largo Caballero con la pretensión de concentrar más el poder del Estado, intentó superar esta situación, pero la relación de fuerzas entre los dos bandos se estaba alterando. El 31 de octubre el gobierno de Negrín se trasladó a Barcelona.
Se altera la relación de fuerzas
3. El frente este (octubre 1937 - abril 1939)
En esta tercera fase, el ejército republicano, remozado y reorganizado, tomó la iniciativa desencadenando diversas ofensivas y ocupó Teruel (15-12-37), que pronto fue recuperada por los nacionales.
Posteriormente, Franco decidió avanzar por el valle del Ebro hacia Levante; es la Campaña de Aragón, y en una rápida ofensiva sus tropas alcanzaron el Mediterráneo a mediados de abril de 1938. El territorio catalán quedaba parcialmente ocupado y separado del resto de la zona republicana, que quedaba así organizada en dos zonas. Posteriormente cayó Lérida y dos días después Franco derogó el Estatuto de Autonomía de Cataluña (1938). Franco podía haber atacado entonces Cataluña y haber acabado con la guerra, pero no quiso hacerlo.
Luego, las tropas franquistas se dirigieron hacia Valencia, capital de la República hasta octubre de 1937, pero las fuerzas republicanas, empleando todos sus recursos, que se habían incrementado y remozado, se lanzaron sobre su retaguardia cruzando el río Ebro. La ofensiva no prosperó y dio lugar durante más de tres meses, a la más cruenta de las batallas de la guerra civil, la batalla del Ebro, que se inicia el 24 de julio del 38 y de la que el ejército republicano salió muy derrotado. Además, las ayudas soviéticas tenían cada vez más dificultad para llegar a su destino y las Brigadas Internacionales se habían marchado de España en octubre de 1938.
Después Franco decidió emprender definitivamente la ofensiva sobre Cataluña y tomó Barcelona el 26 de enero de 1939 sin lucha. La caída de Gerona significó la huida hacia Francia de millares de refugiados, entre ellos el gobierno republicano instalado en Barcelona. Casi quinientas mil personas partían para el exilio, entre ellas Azaña.
A principios de febrero estaba ocupada toda Cataluña y la suerte de la República estaba totalmente decidida.
El final de la guerra: A la República no le quedaba más territorio que la Zona Centro, Madrid y toda la región mediterránea desde el norte de Valencia hasta Almería. El jefe de gobierno, Negrín, quiso continuar la guerra apoyado por los comunistas, pero ya Francia e Inglaterra habían reconocido al gobierno de Franco. Manuel Azaña presentó en París su dimisión como presidente de la República. El 28 de marzo se rindió Madrid y la República se desmoronó. En los días posteriores a la entrada en Madrid se ocupó toda la zona mediterránea. El 1 de abril de 1939, Franco firmó en Burgos el último parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles, la guerra ha terminado”.
En ella los combatientes emplearon el sistema de columnas de tropas, como en las guerras coloniales; las tropas estaban compuestas en gran parte por tropas milicianas, milicias políticas voluntarias de partidos y sindicatos. Una columna es una porción de tropa dispuesta en formación de poco frente y mucho fondo: columnas de dos, de a tres, de a cuatro.
El día 16 de agosto tuvo lugar la primera entrevista entre Mola y Franco.
Mola murió a comienzos del mes de junio del 37. Estuvo al mando del ejército del norte desde octubre del 36. Murió en un accidente de avión cuando se trasladaba al frente de Segovia, que estaba siendo atacado por los republicanos con el fin de disminuir la presión de los sublevados sobre Bilbao. ¿Fue una fatalidad, un atentado?