Desamortizaciones en España: De Cádiz a Mendizábal y Madoz
Las Desamortizaciones en España: Un Proceso de Transformación de la Propiedad
El Inicio en las Cortes de Cádiz
Los diputados de las Cortes de Cádiz iniciaron la labor de convertir en libre la propiedad del inmueble del Antiguo Régimen. Es obligado decir iniciaron porque el proceso no finalizaría hasta 1841. Lo primero fue desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales. Ambas acciones pretendían lo mismo: sacar al mercado libre, para que fueran objeto de compra y venta, estas propiedades. La palabra desvinculación se aplicaba a los bienes de los seglares y la de desamortización a los bienes de los eclesiásticos.
La Desvinculación de los Bienes de la Nobleza
La desvinculación supuso una doble decisión:
- La abolición de los señoríos.
- Convertir en propiedad particular y libre aquellas tierras.
El proceso iniciado en Cádiz fue largo a causa de las quejas y concluyó en 1837. Y eso que esta medida no aportaba un cambio de propietario, sino la transformación de los antiguos señores en propietarios liberales, con una titularidad plena y libre sobre dichos bienes.
La Supresión de los Mayorazgos
La segunda medida fue la supresión de los mayorazgos. La primera ley que la recogió fue en 1820, pero la resistencia de la nobleza retrasaría su culminación. El mayorazgo había sido la fórmula por la que, en los siglos anteriores, las familias nobles habían podido mantener una gran parte de sus propiedades. La abolición suponía que estos bienes eran declarados libres y que, por tanto, podían ser vendidos por sus titulares.
La Desamortización de Bienes Eclesiásticos y Municipales
La desamortización, primero de los bienes eclesiásticos y luego de los pueblos, tomada por los gobiernos liberales, se desarrolló durante el siglo XIX. Suponía dos momentos:
- La incautación por parte del Estado de esos bienes, por lo que pasaban a ser bienes nacionales.
- La puesta en venta mediante pública subasta.
La desamortización ya había empezado en el siglo XVIII, desde que se pusieron en venta los primeros bienes de los jesuitas expulsados de España. Este proceso de ventas no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones, como la de Godoy, la de las Cortes de Cádiz, la del Trienio Liberal, la de Mendizábal y la de Pascual Madoz.
Mendizábal y Madoz: Dos Hitos en la Desamortización
Es obligado destacar las dos últimas y, de forma especial, la de Mendizábal, porque trajo la ruptura de las relaciones diplomáticas con Roma y ha quedado en la historia como la desamortización por antonomasia. Cuando en 1835, llamado por sus amigos políticos y hombres de negocios progresistas, llegó desde Londres para presidir el gobierno, lo que le preocupaba era garantizar la continuidad en el trono de Isabel II. Para ello, era necesario ganar la guerra carlista, que resultaba incierta, pero este objetivo no podía realizarse sin dinero, y tuvieron que recurrir a nuevas fuentes de financiación que eran los bienes eclesiásticos.