La Desamortización en España en el Siglo XIX y sus Consecuencias Económicas

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La Desamortización en España

Se denomina desamortización a la expropiación de tierras vinculadas a la iglesia y los consejos, que se vendieron para beneficiar el interés común. La desamortización tuvo sus antecedentes en la época de Godoy (1798), durante la Guerra de la Independencia y en el Trienio Liberal, pero su puesta en marcha definitiva se produjo en el reinado de Isabel II, en los periodos en que gobernaban los progresistas.

Motivos de la Desamortización

Los motivos de la desamortización, tal como expuso Mendizábal en los decretos que la ponían en marcha, eran ideológicos, económicos y políticos:

  • Ideológicos: La ideología liberal defendía el derecho a la propiedad libre y circulante.
  • Económicos: El régimen liberal necesitaba apoyos, que se podrían conseguir aumentando el número de propietarios medios, fieles al sistema. Además, era urgente disminuir la deuda pública del Estado.
  • Políticos: Se buscaba debilitar el poder económico y social de la Iglesia y los consejos, tradicionalmente vinculados al Antiguo Régimen.

Fases de la Desamortización

  1. Primera Fase (Mendizábal, 1836): Afectó a los bienes del clero regular. Se expropiaron los conventos con pocos religiosos y se vendieron sus propiedades. Se aceptó el pago en metálico y con títulos de deuda pública.
  2. Segunda Fase (Regencia de Espartero, 1841): Afectó a los bienes del clero secular.
  3. Tercera Fase (Madoz, 1855): Tuvo alcance general, incluyendo los bienes de la Iglesia que quedaban y los bienes comunales y de propios de los consejos. El pago se hizo solo en metálico.

Consecuencias de la Desamortización

Las consecuencias de la desamortización no alcanzaron las expectativas:

  • Concentración de la propiedad: La mayoría de las tierras pasaron a manos de la oligarquía, consolidando los latifundios.
  • Perjuicio al campesinado: Los campesinos perdieron el derecho a los usos comunales y el usufructo de las tierras.
  • Recaudación limitada: La recaudación no fue tan elevada como se esperaba, especialmente en la primera fase.

La Economía Española en el Siglo XIX

La economía española del siglo XIX arrastraba un notable retraso respecto a Europa debido a:

  • Lento crecimiento demográfico.
  • Escasez de fuentes de energía y materias primas.
  • Carencia de capitales nacionales y dependencia de inversiones extranjeras.
  • Anquilosamiento del mercado interior y malas comunicaciones.
  • Limitaciones del comercio exterior.

Agricultura

seguía siendo tradicional sin innovaciones técnicas significativas. Es cierto que hubo un leve crecimiento de la producción, pero fue por el aumento de la superficie cultivada tras la desamortización, y resultaba claramente insuficiente. Decayó la cabaña ganadera al desaparecer la Mesta, pero también debido a que el algodón se iba imponiendo a la lana como materia prima textil. Hubo también frecuentes crisis agrarias por malas cosechas que provocaban la carestía del trigo. En el sector secundario se mantuvo el predominio de las actividades artesanales y apenas había signos de la llegada de revolución industrial: únicamente en Barcelona, a partir de 1830, la industria textil empezó a utilizar la máquina de vapor y los telares mecánicos. El desarrollo de la siderurgia fue más tardío por la escasez y mala calidad del carbón español; los primeros hornos, surgidos en la costa de Málaga en la década de los 40, dejaron su lugar a la incipiente industria asturiana en los 60. La actividad económica más destacada fue la construcción de ferrocarriles, que alcanzó su máximo desarrollo ente 1855 y 1864, con una media de 430 kilómetros anuales. Se creó una red radical en torno a Madrid, con un ancho de vía mayor que el europeo lo que trajo a la larga notables prejuicios. La construcción ferroviaria estaba regulada por la ley de ferrocarriles de 1855 que incentiva la inversión extranjera y eximia de aranceles a los materiales importados. Se vio también favorecida por la ley de sociedades que al regular la creación de sociedades por acciones hizo posible la formación de grupos inversores

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