Definición de heteroeducación

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 4,53 KB

Causas y movimientos (cambios), acto y potencia.

La sustancias son dinámicas, por lo que su comportamiento depende de su potencia y de su acto. La potencia son las posibilidades o capacidades de cambio de la sustancia y el acto la manera como se presenta una sustancia en un momento determinado, es la definición de la sustancia. Existen diferentes tipos de causas que provocan ese cambio, y diferentes tipos de cambio. Las causa puede ser: material (lo que la compone), formal (la figura, el modelo), motris (causa productora) o final (motivo por el cual existe). Los cambios se dividen en naturales o artificiales y sustancial o accidental. El cambio natural es producido por la sustancia, mientras que el artificial es producido por un agente externo. El cambio sustancial es la modificación de la sustancia (radical) y puede ser por generación o por corrupción, mientras que el accidental es la modificación de un accidente (rasgo) y puede ser local, cualitativo o cuantitativo.

Carácterísticas de la ética Aristotélica. La Ética a Nicómaco comienza afirmando que toda acción humana se realiza en vistas a un fin, y el fin de la acción es el bien que se busca. El fin, por lo tanto, se identifica con el bien. Pero muchas de esas acciones emprendidas por el hombre son un "instrumento" para conseguir, a su vez, otro fin, otro bien. Por ejemplo, nos alimentamos adecuadamente para gozar de salud, por lo que la correcta alimentación, que es un fin, es también un instrumento para conseguir otro fin: la salud. ¿Hay algún fin último? Es decir, ¿Hay algún bien que se persiga por sí mismo, y no como instrumento para alcanzar otra bien? Aristóteles nos dice que la felicidad es el bien último al que aspiran todos los hombres por naturaleza. La naturaleza nos impele a buscar la felicidad, una felicidad que Aristóteles identifica con la buena vida, con una vida buena. Pero no todos los hombres tienen la misma

concepción de lo que es una vida buena, de la felicidad: para unos la felicidad consiste en el placer, para otros en las riquezas, para otros en los honores, etc. ¿Es posible encontrar algún hilo conductor que permita decidir en qué consiste la felicidad, más allá de los prejuicios de cada cual?


No se trata de buscar una definición de felicidad al modo en que Platón busca la Idea de Bien, toda vez que el intelectualismo platónico ha sido ya rechazado. La ética no es, ni puede ser, una ciencia, que dependa del conocimiento de la definición universal del Bien, sino una reflexión práctica encaminada a la acción, por lo que ha de ser en la actividad humana en donde encontremos los elementos que nos permitan responder a esta pregunta. Cada sustancia tiene una función propia que viene determinada por su naturaleza; actuar en contra de esa función equivale a actuar en contra de la propia naturaleza; una cama ha de servir para dormir, por ejemplo, y un cuchillo para cortar: si no cumplen su función diremos que son una "mala" cama o un "mal" cuchillo. Si la cumplen, diremos que tienen la "virtud" (areté) que le es propia: permitir el descanso o cortar, respectivamente; y por lo tanto diremos que son una "buena" cama y un "buen" cuchillo. La virtud, pues, se identifica con cierta capacidad o excelencia propia de una sustancia, o de una actividad (de una profesión, por ejemplo).

Entradas relacionadas: