Decreto de Unificación de 1937: Clave del Franquismo
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1. Clasificación
Se trata de un texto jurídico de naturaleza política, una fuente primaria y directa. Elaborado en plena Guerra Civil Española (1936-1939), durante la campaña del norte, en el bando "nacional".
Autores
Impulsado unilateralmente por Franco, con la redacción material de Serrano Suñer. Buscaba poner fin al caos político y consolidar el alzamiento como una entidad política. La presión del embajador alemán, Von Faupel, para que Franco cediera el poder a la Falange fue contrarrestada por la visión integradora de Serrano Suñer. Se unificaron la Falange, las JONS y los tradicionalistas (carlistas), con la aprobación de Mola y Queipo de Llano.
Contexto de la creación
Redactado en Burgos, sede de la Junta Técnica del Estado, el decreto se dirigía a todo el pueblo español, especialmente a los grupos políticos de derechas que apoyaron la sublevación, con el objetivo de unificar las fuerzas sublevadas contra la República.
2. Contexto Histórico
En el contexto de la Guerra Civil (1936-1939), el fracaso del levantamiento inicial en las principales ciudades llevó a una guerra prolongada. El bando sublevado carecía de un proyecto político definido, con fuerzas que iban desde monárquicos hasta grupos fascistas. La figura de Franco se impuso tras la muerte de Sanjurjo. Hitos en la institucionalización del bando rebelde:
- Creación de la Junta Técnica en Burgos, presidida por Cabanellas.
- Nombramiento de Franco como Generalísimo y Jefe del Estado.
- Franco se consolida como líder con apoyo interno y externo.
- Militarización de la vida social y suspensión de actividades políticas.
- Franco se convierte en Jefe Nacional del partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
La Unificación no fue un apoyo masivo, sino una estrategia de Franco para concentrar el poder. Reforzó su control eliminando opositores ideológicos y políticos. El Decreto de Unificación consolidó el Franquismo.
3. Análisis y Comentario
El Decreto de Unificación (19 de abril de 1937) creó una entidad política única, integrando a Falange Española y Requetés, presentados como exponentes del alzamiento. En realidad, buscaba unificar a todos los españoles bajo el nuevo régimen. La pertenencia a esta "fuerza nueva" se convirtió en requisito para acceder a cargos. Franco combinó la renovación de Falange con la tradición católica de los carlistas. El nombre del partido único reflejaba esta fusión: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Monárquicos, católicos conservadores y restos de la CEDA fueron absorbidos. La Falange aportó su programa (26 puntos) y símbolos. El texto prohíbe otros partidos políticos, siguiendo modelos fascistas. Se adoptaron nuevos símbolos: bandera bicolor y marcha real. Franco aglutinó a Falange, monárquicos, carlistas y CEDA. La ideología de FET y de las JONS, bajo la dirección de Franco, se convirtió en la base del Movimiento Nacional. Esta ideología combinaba tradicionalismo, conservadurismo, corporativismo y elementos fascistas, influenciada por Italia, Alemania y Portugal.
Ideología de FET y de las JONS
- Nacionalismo español: Negaba personalidad política a otros pueblos del Estado y rechazaba la autonomía.
- Totalitarismo: Control estatal sobre todos los aspectos de la vida social.
- Corporativismo: Organización vertical de trabajadores y empresarios en sindicatos.
- Confesionalismo católico: Catolicismo como elemento constitutivo de la nación española.
4. Conclusión
El decreto es crucial para comprender la formación del régimen franquista. A comienzos de 1937, Franco controlaba la administración, contaba con el apoyo de la Iglesia y había eliminado rivales políticos. Sin embargo, aún enfrentaba oposición interna y externa. La unificación política fue su respuesta. Serrano Suñer, cuñado de Franco, lideró el proceso. Franco fomentó la división en la Falange y anunció la creación de "Falange Española Tradicionalista y de las JONS". La resistencia fue mínima. En enero de 1938 se formó el primer gobierno franquista, consolidando el poder en manos del generalísimo. Se abolieron las reformas de la Segunda República, se implementó la censura y se prohibió la disidencia. El régimen franquista se configuró como una dictadura militar, con persecución de izquierdistas y masones.