Crítica de Nietzsche a la Moral y la Religión

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Crítica a la Moral y la Religión

Nietzsche critica la moral y la religión con el objetivo de liberar a los individuos de las restricciones impuestas por los valores religiosos tradicionales y fomentar una ética basada en la afirmación de la vida, la voluntad de poder y el desarrollo pleno del individuo.

Empleando el método genealógico como investigación crítica del origen histórico de nuestros conocimientos y valores, demuestra que el verdadero objetivo de la cultura occidental no es la búsqueda de la verdad, sino la de la seguridad y de la comodidad a través de la invención de un ultramundo ficticio. Pondrá al descubierto la cultura que se ofrece al mundo como garantía de progreso, de verdad y de justicia.

Moral

Según Nietzsche, no existen conceptos morales absolutos como el bien y el mal; en cambio, argumenta que son interpretaciones subjetivas de los actos influenciadas por la voluntad de poder. Las morales son construcciones artificiales de la mente humana, basadas en la visión racional del mundo. Los juicios morales reflejan la vitalidad de un individuo: la moral saludable promueve la vida, mientras que la moral restrictiva la debilita. Nietzsche propone la "naturalización de la moral", donde los valores se basan en los impulsos naturales en lugar de normas sociales.

Podemos establecer la jerarquía entre morales. Llamaremos a la primera moral de señores que equivale a la voluntad de poder fuerte, donde lo bueno eleva al individuo y crean sus propios valores satisfaciendo sus deseos. A la segunda, la llamaremos la moral de esclavos, que equivale a la voluntad de poder débil, aspiran a la felicidad encontrada en paraísos sobrenaturales, son resentidos y crean la moral por venganza. Además, lo que para los señores es bueno para ellos es malo.

La moral de los esclavos tiene las siguientes características:

  • El dogmatismo moral, que considera los valores morales como trascendentes, objetivos y absolutos.
  • El antivitalismo, que las normas morales van en contra de las tendencias básicas de la vida.
  • El intelectualismo, con la idea de que el conocimiento lleva a la virtud. Según Nietzsche, la parte racional sofoca la parte pasional e instintiva.

Religión

La religión, sitúa sobre la razón y el mundo verdadero un mundo sobrenatural donde Dios representa la renuncia a la vida. No todas las religiones tienen el mismo valor. Las más denostadas son las religiones monoteístas. Nietzsche distingue dos tipos de religión:

  • Las religiones afirmativas, defienden el antiguo testamento, Código Manu, Islam (representan la vitalidad natural).
  • Las religiones negativas: que defienden el judaísmo, cristianismo, budismo (ejemplo: moral de esclavos).

Aun así, no confía en ninguna religión. El ateísmo es el instinto del hombre fuerte y la religión el instinto débil.

Son valores de la humanidad decadente. Para el cristianismo la debilidad es mérito, predican que el temor es humildad, a la sumisión la llaman obediencia y al no-poder-vengarse, perdón. Las características son las siguientes:

  • El odio a este mundo, donde la vida de la tierra, solo es un tránsito hacia la otra vida.
  • El odio a la vida, propone el cristianismo como virtud reprimir las pasiones.
  • El odio al cuerpo, según el cristianismo, todo lo que emana del cuerpo es sospechoso de pecado.

La Muerte de Dios

Nietzsche tiene como objetivo fomentar una cultura libre en la que el individuo desarrolle todo su potencial limitado por las antiguas creencias religiosas.

La religión, sitúa sobre la razón y el mundo verdadero un mundo sobrenatural donde Dios representa la renuncia a la vida y un desprecio a ella. No todas las religiones tienen para Nietzsche el mismo valor, las más denostadas son las religiones monoteístas. El filósofo distingue, por su relación con la voluntad de poder, dos tipos de religión:

  • Las religiones afirmativas, defienden el antiguo testamento, Código Manu, Islam y representan más la vitalidad natural.
  • Las religiones negativas: que defienden el judaísmo, cristianismo, budismo y son ejemplos extremos de la moral de esclavos.

Aun así, Nietzsche no confía en ninguna religión. El ateísmo es el instinto del hombre fuerte y la religión el instinto débil.

El cristianismo es la religión de los insatisfechos, oprimidos y mediocres de todo tipo. Son valores propios de la humanidad débil y decadente. Las características son:

  • El odio a este mundo, donde la vida de la tierra, sudor y lágrimas, solo es un mero tránsito hacia la otra vida.
  • El odio a la vida, donde el cristianismo propone como virtud reprimir la vitalidad anulando los instintos, deseos y pasiones.
  • El odio al cuerpo, según el cristianismo, todo lo que emana del cuerpo es sospechoso de pecado.

Para explicar el tránsito entre el mono y el superhombre, utiliza la metáfora de la triple metamorfosis:

  • En primer lugar, el camello, es el símbolo de obediencia ciega que simboliza al cristiano. Soporta las obligaciones sociales por pura tradición y con un sentido del deber.
  • El león, es el negador, el crítico. Anuncia al mundo la muerte de Dios, matar a Dios es matar a la razón, la verdad, las costumbres... La muerte de Dios es la muerte de una cultura. El león, no sabe crear nuevos valores, solo destruye los antiguos.
  • Por último, el niño, es libre de su existencia y no tiene prejuicios. No espera nada del futuro, solo vive a través del juego.

El superhombre, no es una realidad ya dada, sino un proyecto posible. Es poderoso porque solo se debe a sí mismo, es producto de su propia creación el cual, crea valores y sentido. También ignora a su destino y hace experimentos consigo mismo. Ser humano intuitivo, pasional, con capacidad para utilizar el dolor como trampolín de la voluntad, es ser un héroe trágico y la liberación, consiste en la recuperación del sentimiento de potencia y liberarse de la mala conciencia y de la culpa

En conclusión, para Nietzsche la muerte de Dios significa que el ser humano ha perdido la fe en un orden trascendente que le da sentido a su vida y a sus valores. En el que el superhombre es el nuevo tipo de hombre que surge tras la muerte de Dios, que crea sus propios valores y vive según su voluntad de poder y el nihilismo es la actitud que niega el sentido y la existencia de todo, y que Nietzsche considera la consecuencia negativa de la muerte de Dios, pero también la oportunidad para superarla

El Nihilismo y el Superhombre

El objetivo de Nietzsche con la voluntad de poder y el vitalismo es ofrecer una perspectiva filosófica que invita a los individuos a abrazar la vida con todas sus complejidades y desafíos y encontrar significado y valorar la afirmación activa de uno mismo y del mundo.

La cultura occidental, no podrá salvarse cuando se vea engañada y comprenda que sus logos eran mitos. El nihilismo pasivo, es la enfermedad de la cultura occidental, desvaloriza las tradiciones donde la cultura occidental se cuestiona sus valores y estos valores (bueno, bello,...) piden vigencia. Es la civilización fatigada y decadente. Si los valores que sostienen la cultura occidental han muerto, esta se ve vacía de sentido y son incapaces de generar individuos creadores. En el nihilismo activo, la voluntad de poder rechaza los valores tradicionales, se pueden crear nuevos valores basados en el cuerpo y en el instinto, además, el hombre es un puente entre el mono y el superhombre.

Para explicar el tránsito entre el mono y el superhombre, utiliza la metáfora de la triple metamorfosis:

  • En primer lugar, el camello, es el símbolo de obediencia ciega que simboliza al cristiano. Soporta las obligaciones sociales por tradición.
  • El león, es el negador, el crítico. Anuncia al mundo la muerte de Dios, matar a Dios es matar a la razón, la verdad... la muerte de Dios es la muerte de una cultura. El león, no sabe crear nuevos valores, solo destruye los antiguos y proclamará la muerte de Dios.
  • Por último, el niño, es libre de su existencia y no tiene prejuicios. No espera nada del futuro, solo vive a través del juego.

El superhombre, no es una realidad ya dada, sino un proyecto posible. Es poderoso porque solo se debe a sí mismo, es producto de su propia creación el cual, crea valores y sentido. También ignora a su destino y hace experimentos consigo mismo. Ser humano intuitivo, pasional, con capacidad para utilizar el dolor como trampolín de la voluntad, es ser un héroe trágico y la liberación, consiste en la recuperación del sentimiento de potencia y liberarse de la mala conciencia y de la culpa

En conclusión, el filósofo, consideraba que el nihilismo era la consecuencia de la muerte de Dios y la pérdida de valores tradicionales. El superhombre sería aquel que lograría crear sus propios valores y sentido de la vida, superando al último hombre, que se conforma con la mediocridad y el conformismo.

Crítica al Mundo Metafísico: La Verdad como Metáfora

El objetivo de Nietzsche es promover la visión de la existencia humana que celebre la vitalidad, la creatividad y la afirmación de uno mismo.

El legado de Sócrates y Platón marcó el comienzo del problema metafísico en la filosofía occidental. Sócrates, con su método dialéctico buscaba la verdad absoluta, la definición universal de conceptos y Platón, desarrolló la teoría de las Ideas afirmando que la verdadera realidad se encuentra en un mundo trascendente de formas perfectas inmutables. Este enfoque metafísico colocó la verdad como un ideal a alcanzar separado de la realidad empírica y sensible. Y en cambio, para Nietzsche, si se descubre que no hay “mundo verdadero”, no tiene sentido hablar de “mundo aparente”. Según Nietzsche, solo existe el “mundo aparente”, del que podemos tener experiencia.

Los filósofos-momia llegaron a esta distinción donde reducen la realidad a unos conceptos abstractos y desconfían de los sentidos. Todos tienen en común: su falta de sentido histórico porque no aceptan el valor histórico de los conceptos morales, sino que pretenden que sus verdades valgan para siempre, sin tener en cuenta que cada verdad es propia de una época determinada.

La razón y el intelecto, crean la ficción del “mundo verdadero” y la principal herramienta que utiliza para lograrlo es el lenguaje. Los elementos lingüísticos que permiten construir mundos artificiales son los siguientes:

  • El término yo. Nietzsche, critica a Descartes porque piensa que el sujeto es una sustancia y no piensa que ese yo no es permanente sino que cambia a lo largo de la vida de una persona;
  • El verbo ser, parece hablar de la esencia de las cosas (lo que no cambia). Distingue entre sustancias y accidentes y simplifica la realidad;
  • La estructura sujeto-predicado, permite pensar la realidad en términos causa (sujeto) - efecto (predicado);
  • Por último, la polisemia y sinonimia, utilizamos las palabras para distintas cosas, también sometemos lo individual a lo universal y reducimos la realidad a unos pocos conceptos iguales.

Si Descartes o Platón afirmaban que buscaban el conocimiento o la verdad acerca de la realidad, Nietzsche, piensa que solo crearon unas ilusiones metafísicas. Según él, la búsqueda de la verdad responde a: una necesidad fisiológica, el miedo. También tiene un valor adaptativo que nos permite vivir en la realidad, más tranquilos y confiados adaptándonos a la realidad. Nietzsche, piensa que no hay hechos ni verdad, sino solo interpretaciones diversas, múltiples perspectivas que responden a nuestras necesidades, que son estas, las que interpretan el mundo. La interpretación, tiene tres influencias subjetivas:

  • El aparato sensorial, donde las percepciones son juicios de valor, se guían por la utilidad (lo agradable) o el prejuicio (lo desagradable) y los sentidos realizan una tarea selectiva e interpretativa.
  • También encontramos las vivencias, nuestras experiencias ancestrales impregnan nuestra herencia cultural.
  • Y por último, los impulsos (pulsiones, afectos, instintos).

Conocer, es valorar desde una determinada perspectiva que indica lo que es útil o perjudicial para el individuo. Son nuestras necesidades las que interpretan el mundo. Además, cada individuo creará su propio sentido de la realidad, en función de su voluntad de poder, por lo tanto, no habrá ya un único sentido (el de las verdades metafísicas). El “mundo verdadero”, quiere hacer válida la única perspectiva. Por lo tanto, el perspectivismo de Nietzsche afirma que todas las interpretaciones son válidas, ya que responden a experiencias vitales particulares.

En conclusión, el mundo metafísico y la verdad son metáforas creadas por el lenguaje, que no corresponden a la realidad sino que la ocultan y la desprecian. Nietzsche critica la metafísica por ser la ilusión que surge del odio a la vida y que pretende imponer conceptos fijos e inamovibles. En cambio, él acepta la vida como un proceso de cambio constante y crea metáforas que expresan su vitalidad y su interpretación.

El Vitalismo y la Voluntad de Poder

El objetivo de Nietzsche con la voluntad de poder y el vitalismo es ofrecer una nueva perspectiva filosófica que invita a los individuos a encontrar la vida con todas sus dificultades y desafíos y encontrar significado y valoren la afirmación activa de uno mismo y el mundo.

La convicción que le permite a Nietzsche tanto criticar como proponer una alternativa a esa cultura occidental, es la voluntad de poder. La voluntad de poder, es la energía vital creativa que nos lleva a actuar con el fin de autoafirmarse. Es potencia, brío, ímpetu, la fuerza que nos lleva a crecer, a fortalecernos, a adquirir poder sobre uno mismo. Es la fuerza, la energía que tiene el individuo y que está determinada por factores como el ambiente, la alimentación y cierta fuerza interior enigmática.

La voluntad de poder está compuesta por las siguientes características:

  • El inconsciente, es el impulso ligado al cuerpo, que forma parte de la fisiología humana.
  • También está la previa razón, es la forma primitiva de nuestras emociones (razón y pensamiento son sus instrumentos).
  • Lo cambiante y diferente del individuo.
  • Además, está la necesidad de dolor, que necesita del sufrimiento para crecer, la visión trágica de la vida.
  • Tiene una carente de finalidad externa, que no tiene un objetivo concreto.
  • También encontramos la creatividad, que buscaba crear modelos de vida singulares para diferenciarse de los demás.
  • A continuación, la libertad, donde mi libertad acaba donde acaba la mía, mi voluntad de poder.
  • Por último, la diversidad donde, tiene múltiples manifestaciones, es móvil y plástica. Abarca desde la crueldad hasta lo que la moral llama generosidad.

La noción nietzscheana de vida, es energía, potencia y fuerza. La voluntad de poder tiene como objetivo la elevación de la vida y hay dos tipos que cada una responde a una voluntad de poder.

  • La primera es la vida ascendente, la fuerte, la salud y el placer como victoria.
  • La segunda, es la vida descendente que es débil, la enfermedad y el placer como reposo.

Más allá de la evidencia, podemos diferenciarlas mediante su afán de superación, donde la vida ascendente busca la afirmación de la vida y los instintos poderosos. En cambio, la vida descendente no acciona, reacciona. En relación con el dolor, la vida ascendente está estimulada por el sufrimiento y busca la autosuperación, mientras que en la descendente el dolor es insatisfacción, tristeza y depresión, hay que aliviar el dolor, buscar la paz y negar la vida. En cuanto a los instintos, la vida ascendente asume el riesgo y el peligro de los instintos fuertes, y los instintos trabajan para el crecimiento de nuestra potencia vital, la vida descendente elimina todo peligro, tensión o instinto y busca moderar las pasiones.

La vida, es el criterio para valorar las acciones humanas que concuerda con el vitalismo de Nietzsche. Es la energía vital que establece jerarquías entre los seres humanos y se encuentra en el cuerpo. El vitalismo, es la conclusión que propone como premisa la voluntad de poder, la fuerza vital.

Para Nietzsche, el superhombre es un ejemplo de vitalidad, ya que ha superado la moral, y busca su propia libertad. Representa el ideal de una vida plena, creativa y afirmativa, es producto de su propia creación el cual, crea valores y sentido siendo un artista de la vida. No es una realidad ya dada, sino un proyecto posible, es poderoso porque solo se debe a sí mismo. Además, es alegre, sin resentimientos, sin miedo al futuro o a la vida, es libre en toda convicción y ve la vida como una aventura

En conclusión, el filósofo, el vitalismo y la voluntad de poder se basa en la idea de que la vida es la realidad primaria y originaria del mundo, y que las cosas vivientes tienen la necesidad de ejercer y utilizar el poder para crecer y expandir su fortaleza, superando los valores morales tradicionales y buscando el estado del superhombre.

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