Contexto Histórico y Filosófico de José Ortega y Gasset: España y Europa en Crisis

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Contexto Histórico de Ortega y Gasset

España a principios del siglo XX

Desde el nacimiento de José Ortega y Gasset en 1883 hasta su muerte en 1955, se suceden en España varias formas políticas: primero, la monarquía de Alfonso XII y Alfonso XIII; en 1923 sobreviene la dictadura de Primo de Rivera; la República; y, tras la Guerra Civil del 36 al 39, la dictadura de Franco. La época que le tocó vivir a Ortega fue conflictiva: las pérdidas de los restos coloniales de España en 1898 (Cuba y Filipinas) y la confrontación con los EE. UU., las revueltas obreras en Cataluña y campesinas en Andalucía... En el panorama internacional tienen lugar hechos tan destacados como las dos guerras mundiales y la Revolución Rusa.

La situación socioeconómica a principios del siglo XX muestra la inoperancia política: una esperanza de vida de 34 años, una altísima mortalidad infantil y un analfabetismo del 64%. La escasa industria se concentra en el País Vasco y Cataluña, mientras el 70% de la población vive en el campo en condiciones de miseria. La única salida es la emigración.

La crisis de la década de 1910

La segunda década del siglo es especialmente crítica: la Gran Guerra (1914-1918) traumatizó a Europa. Aunque España no participó y el conflicto benefició a las empresas y propietarios agrícolas, la demanda europea encareció los productos y perjudicó a los obreros y campesinos que no vieron mejorados sus sueldos. La consecuencia fue el aumento de la conflictividad social: huelgas generales, atentados anarquistas... En Europa y España se empieza a abonar el campo de los totalitarismos. Es el miedo que trasluce Ortega en "El tema de nuestro tiempo". En España, un mes después de la publicación de esta obra, se produce el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) que abre una dictadura de casi ocho años.

La "Edad de Plata" de la cultura española

Sin embargo, este periodo de crisis sociopolítica coincide con la "Edad de Plata" de la cultura española: Picasso, Sorolla, Gaudí, Falla, el propio Ortega, Ramón y Cajal... Ortega siempre estuvo obsesionado por los problemas de España. Comparte con los miembros de la Generación del 98 la preocupación por el retraso de España. Vivió una época en la que España necesitaba reconstruirse cultural y políticamente. Ortega cree que España encontraría su destino en Europa; España tenía que adaptarse al pensamiento europeo. En "El tema de nuestro tiempo" asegura que es muy poco lo que está bien en España y mucho lo que está mal. "Nuestra generación asiste a la crisis más radical de la historia moderna", afirma. En esta obra trata Ortega de dar respuesta a esta situación.

Contexto Filosófico de Ortega y Gasset

Formación y primeras influencias

Ortega y Gasset se licenció en la Universidad de Madrid y amplió sus estudios en varias universidades alemanas, donde recibe una formación fundamentalmente neokantiana. Sin embargo, pronto abandonará Ortega el neokantismo por participar del idealismo, al que va a considerar causa de la crisis de la modernidad. Por tanto, la superación del idealismo, que es el tema de nuestro tiempo, no es para Ortega solo una cuestión filosófica, sino la solución a los problemas de España y Europa. De vuelta en Madrid, ocupa de 1911 a 1936 la cátedra de Metafísica de la Universidad Central, creando una escuela filosófica entre cuyos discípulos se encuentran Julián Marías y María Zambrano. En 1923 funda la Revista de Occidente. Además de su cátedra y sus numerosos libros, se expresa a través de la colaboración asidua en la prensa y revistas especializadas y numerosas conferencias.

Vitalismo e historicismo

La filosofía de Ortega y Gasset tiene clara influencia de la corriente vitalista e historicista. A mediados del siglo XIX surgió en Europa una corriente que rechazaba la línea que había seguido en Occidente el pensamiento desde los grandes filósofos griegos como Sócrates, Platón o Aristóteles. Este movimiento es el vitalismo, del que Nietzsche es un buen representante. El vitalismo defiende la vida como la realidad radical del hombre: lo primario son los instintos, lo inconsciente, las pasiones y deseos... No se niega la razón, pero sí su predominio o exclusividad al definir al hombre. Hay formas de conocer y actuar que escapan a la razón. Ortega asume de Nietzsche su concepción perspectivista de la verdad y la defensa de los valores vitales, pero evitando su nihilismo e irracionalismo. Al vitalismo nietzscheano, Ortega enfrentará su raciovitalismo.

La influencia del historicismo de Dilthey fue decisiva en su concepto de razón histórica. El historicismo surgió en Alemania y sostiene que la historia es el elemento más importante para los seres humanos. En los acontecimientos humanos lo principal no es la naturaleza sino la historia. El hombre es dinámico, se hace a cada instante. El hombre y la sociedad se hacen en el devenir de la historia, con el paso del tiempo. El hombre es histórico.

Fenomenología y existencialismo

La fenomenología de Husserl será también decisiva en Ortega, así como la filosofía de Heidegger y Sartre, autores que Ortega enmarca en su generación, la del 14, configuran su contexto filosófico más cercano.

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