La constitución de 1830 fue oligárquica y censitaria

12.3 Isabel II (1843-1868): El reinado efectivo

La nueva monarca inicia por tanto en condiciones convulsas un reinado en el que dsitinguimos en el que distinguimos dos grandes fases diferenciadas: Por un lado las Regencias de María Cristina (1833-1840) y Espartero (1840-43), y por otro lado el reinado de Isabel II, podemos distinguir 3 momentos:

I) La década moderada, 1844-54 Marcada por el liderazgo de Narváez, que llevará a cabo una serie de medidas como:

-El establecimiento de un sistema político estable aunque oligárquico en el que se primaba el orden por encima de la libertad. Se asienta así un “liberalismo doctrinario” caracterizado por su carácter antidemocrático.

-La aprobación de la Constitución de 1845, de carácter conservador.

- Un mayor control de la administración mediante la creación de nuevas figuras como la del gobernador civil.

-La uníficación legislativa, la creación de la Guardia Civil (1844),la reforma de la Hacienda como un intento de modernización, y el acercamiento a la Iglesia Católica, que se consuma con la firma de un Concordato.

Finalmente, en esta etapa se produce la división dentro de los grupos moderados y progresistas. Así, entre los moderados llamamos puritanos al sector más de izquierda, mientras que los de derecha serán moderados;
En los progresistas los más radicales son los demócratas y los más conservadores progresistas.

II) El bienio progresista, 1854-56, comienza con un pronunciamiento puritano a cargo del general O'Donnell con el fin de derribar el gobierno (Vicalvarada). Seguidamente los insurrectos redactan el “Manifiesto de Manzanares” donde expresan su malestar lo que obliga la formación de un nuevo gobierno en manos del general Espartero.
Este, en colaboración del general O'Donnell, pondrá en marcha una serie de medidas en un gobierno muy inestable:

-La restauración de las leyes e instituciones de 1830, elaborarán un proyecto constitucional denominado la nonata de 1856, culminarán el proceso desamortizador en manos de Madoz, y crearán el Banco de España.

A pesar de la corta duración, se produjeron motines de subsistencia y las primeras huelgas de un movimiento obrero español.

III) Alternancia moderados-unionistas, 1856-68

El cúmulo de conflictos de la etapa anterior generan una crisis gubernamental.
En esta etapa se sucederán en el poder moderados, dirigidos por Narváez, y la Uníón Liberal de O'Donnell,un grupo, a caballo entre el progresismo y el moderantismo más progresista.
Este periodo se caracteriza por:

- La práctica de un “liberalismo pragmático”, la insistencia en el progreso económico  (tendido ferroviario y el Canal de Isabel II), una política exterior orientada a la recuperación de prestigio (Marruecos), y una política interior que quiso recuperar los principios de la Constitución de 1845 que fracasó a la hora de alcanzar la alternancia política.

De hecho, la oposición a los gobiernos fue una constante, hasta llegar a congregarse en un Pacto concreto en Ostende (1866). La excesiva injerencia de la reina, la recesión económica, el descontento del sector empresarial, el movimiento obrero y las revueltas estudiantiles llevarán a una revolución en 1868 que supone el derrocamiento de Isabel II y el inicio de un sexenio democrático, que experimenta nuevas fórmulas políticas hasta la Restauración de Alfonso XII.