Consolidación Democrática en España: Elecciones de 1977 y Constitución de 1978
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La Transición a la Democracia: Elecciones de 1977 y la Constitución de 1978
Las Elecciones de 1977: Un Nuevo Panorama Político
Tras las primeras elecciones democráticas en España, se configuró un nuevo panorama político. La Unión de Centro Democrático (UCD), una coalición de pequeños partidos liberales, democristianos y socialdemócratas, se alzó con la victoria. Esta coalición se articulaba en torno a la figura de Adolfo Suárez. En segundo lugar, quedó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por dos jóvenes sevillanos: Felipe González y Alfonso Guerra. A bastante distancia de la UCD y el PSOE, se situaron el Partido Comunista de España (PCE), con el dirigente histórico Santiago Carrillo, y la Alianza Popular (AP), derechista, de Manuel Fraga Iribarne. Los nacionalistas vascos y catalanes también obtuvieron representación parlamentaria.
Los Pactos de la Moncloa: Medidas Económicas y Sociales
Tras las elecciones generales, en octubre de 1977, el nuevo gobierno, también presidido por Adolfo Suárez, junto con las centrales sindicales y los representantes empresariales, acordaron los Pactos de la Moncloa. Este conjunto de medidas buscaba afrontar la crisis económica, cuyos efectos se sentían en España desde 1975. Sus dos objetivos principales fueron:
- Reducir la inflación.
- Repartir equitativamente los costes de la crisis, a través de una reforma fiscal que acabaría dando origen al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
También se decidió entregar al patrimonio sindical franquista los controles sindicales, así como el control de la Seguridad Social.
La Constitución de 1978: El Consenso como Pilar Fundamental
El gobierno, con la colaboración de las principales fuerzas políticas parlamentarias, comenzó a trabajar en la elaboración de un texto constitucional. Se buscaba un texto válido para las derechas y las izquierdas, que representase el consenso entre todos los españoles y no el predominio de unos intereses o una ideología, como había sucedido con las constituciones anteriores. Se constituyó un comité parlamentario para la elaboración de la Constitución, compuesto por siete miembros: tres de UCD, uno del PSOE, uno del PCE, uno de AP y uno del grupo nacionalista Minoría Catalana.
La Constitución fue aprobada a finales de octubre de 1978 en el Congreso, y el 6 de diciembre fue el pueblo español quien la ratificó en referéndum.
Principales Características de la Constitución de 1978
La Constitución definía el Estado español como una monarquía parlamentaria, con funciones representativas para la Corona. Se volvía al Estado no confesional y descentralizado, recogiendo el derecho de las autonomías de las regiones. Se abolía la pena de muerte y se incluía un amplio capítulo de derechos políticos, sociales y económicos de los españoles.
La Constitución establece un Estado español de soberanía popular con una clara división de poderes:
- Poder legislativo: Recae en unas Cortes bicamerales, renovadas mediante elecciones cada cuatro años.
- Poder ejecutivo: Recae en el Gobierno, cuyo presidente es elegido por el Congreso.
- Poder judicial: Reside en jueces y tribunales, y se establece un Tribunal Constitucional.
Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para marzo de 1979. En aquel decisivo año de 1979, no faltó el terrorismo de ETA, que causó 34 muertos y más de 50 heridos.