La concepción marxista del hombre y la superación de la alienación
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INTRODUCCIÓN
Marx, filósofo alemán de la Edad Contemporánea en el siglo XIX, es junto con F. Engels el creador del socialismo científico, que responde a los problemas derivados de la Revolución Industrial y el capitalismo burgués de mediados del siglo XIX. Marx formuló el materialismo histórico y Engels el materialismo dialéctico. Marx pertenece a la izquierda hegeliana y se ve influenciado por la economía política inglesa, el socialismo utópico y la filosofía alemana. Su filosofía tenía como objetivo práctico la transformación de la sociedad capitalista en una sociedad comunista. Sus obras más destacadas son el Manuscrito Comunista, El Capital y las Tesis sobre Feuerbach.
La concepción marxista del hombre
La concepción marxista del hombre se expone en los manuscritos y las tesis. Marx realiza las siguientes críticas:
- Marx acusa a la economía política de solo considerar al obrero como un animal de trabajo.
- Marx acusa a Hegel de concebir al hombre únicamente como autoconciencia.
- Marx critica a Feuerbach por considerar la actividad teórica como la única actividad verdaderamente humana y por concebir la naturaleza humana de manera abstracta, como un individuo aislado de su historia y sus relaciones sociales.
Para Marx, no existe una esencia humana en general: el hombre se construye a sí mismo a través de la historia, en la sociedad y transformando la naturaleza. El hombre es un ser activo y práctico, siendo el trabajo su actividad principal. Según Marx, es necesario superar la concepción del hombre como un ser teórico, concepción que proviene de la sociedad esclavista griega. El trabajo pone al hombre en relación con la naturaleza y con los demás hombres. La naturaleza se convierte en su obra y su realidad, en el cuerpo inorgánico del hombre. A través del trabajo, el hombre construye la sociedad y establece relaciones con los demás, por lo que la esencia humana se encuentra en el conjunto de las relaciones sociales.
El hombre alienado: la alienación
En los manuscritos, Marx se centra en la alienación económica (jornadas laborales de 14 horas, trabajo infantil, falta de vacaciones y seguro de enfermedad, despido libre). Sin embargo, en las condiciones de trabajo asalariado, lo que se produce es la alienación del hombre. Esta alienación económica se da en cuatro dimensiones:
- Con respecto al producto de su trabajo: este debería ser la objetivación de su trabajo, pero al convertirse en capital de otros, aparece ante el trabajador como algo ajeno que él no posee ni controla. Cuantos más objetos produce el trabajador, menos posee y más sujeto queda a la dominación de su producto.
- Con respecto a su propia actividad: al ser su trabajo apropiado por otro, el trabajador se siente extraño y descontento en su trabajo, mientras que encuentra satisfacción en lo que es meramente animal (comer, dormir o procrear).
- Con respecto a la naturaleza: esta debería sentirse como el cuerpo inorgánico del hombre, pero aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro.
- Con respecto a los demás hombres: el hombre, a diferencia de otros animales, es capaz de trabajar no solo para sí mismo y sus propias necesidades, sino también para los demás y para la transformación del mundo en beneficio de la especie humana. Sin embargo, en el trabajo alienado, cada uno trabaja para sí mismo y el jefe aparece como un ser extraño que posee el trabajo y el producto del trabajo.
La alienación económica promueve otras formas de alienación: la alienación social, basada en la división de la sociedad en clases dominantes y dominadas; la alienación política, a través de la división entre sociedad civil y Estado; y la alienación ideológica, que consiste en una interpretación falsa de la realidad. La filosofía, como el idealismo absoluto de Hegel, y la religión, el opio del pueblo, son ejemplos de esta alienación ideológica. El proletariado se encuentra alienado ideológicamente porque la ideología dominante es la de la clase dominante, la burguesía.
El fin de las alienaciones
Marx concluye que la propiedad privada es la consecuencia del trabajo alienado. Según Marx, solo el comunismo, entendido como la supresión del capital, permitirá eliminar todas las formas de alienación y humanizar al hombre. El sentido de la posesión debe desaparecer para que el hombre pueda liberar todos sus sentidos físicos y espirituales y pueda relacionarse con las cosas por amor a ellas y no solo por tenerlas. En el sistema capitalista, todo se intercambia por dinero, mientras que en la sociedad comunista solo se puede amar por amor, confiar por confianza, etc.
Conclusión
El marxismo puede considerarse un humanismo en un triple sentido:
- En cuanto promueve una crítica contra la alienación del hombre para acabar con su explotación.
- Niega la existencia de Dios y afirma la primacía y autonomía del hombre.
- Marx afirma que el hombre es el sujeto de la historia. Sin embargo, en el siglo XX, Althusser ha negado que el marxismo sea un humanismo y que se pueda hablar de humanismo social, ya que el concepto de humanismo es ideológico, mientras que el concepto de socialismo es científico y, por lo tanto, auténtico.