Colonización y Romanización de la Península Ibérica: Fenicios, Griegos, Cartagineses y Romanos
Enviado por Chuletator online y clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 5,04 KB
Colonización de la Península Ibérica
Pueblos Colonizadores
Los principales pueblos colonizadores de la Península Ibérica en la Antigüedad fueron:
- Fenicios: Siglos X-VIII a.C.
- Griegos: Siglos VIII-VI a.C.
- Cartagineses: Siglos VI-III a.C.
Intereses Colonizadores
Las colonizaciones de los pueblos mediterráneos en la Península Ibérica comenzaron a partir del siglo X a.C. Fenicios, griegos y cartagineses la consideraban un foco fundamental de interés y control comercial, debido a sus recursos. Disponía de recursos materiales como minerales preciosos, y recursos agrarios como el olivo y los cereales, entre otros productos de interés.
Los principales enclaves o colonias fueron:
- Fenicias: Gadir, Sexi y Abdera.
- Griegas: Emporion, Akra Leuke y Mainake.
- Cartaginesas: Cartago Nova (Cartago).
Esta colonización mediterránea se originó en las ciudades de Tiro, Sidón y Biblos, llegando hasta el Mediterráneo occidental. Fundaron las colonias de Gadir y Lixus, a ambos lados del Estrecho de Gibraltar, donde se establecieron las Columnas de Hércules, presentes en el escudo andaluz.
Conquista Romana
Finalización de la Conquista
Augusto fue el emperador que culminó la conquista total de Hispania tras las guerras cántabras.
Romanización
Durante el Imperio romano en Hispania (III a.C. - V d.C.) se asimilaron los siguientes rasgos culturales romanos:
- El latín: Lengua de prestigio, difundida e impuesta de forma oral y escrita sobre las lenguas autóctonas. Autores latinos relevantes de origen hispano fueron Marcial, Séneca y Lucano.
- El arte: Destacando la arquitectura pragmática, reflejada en obras como los acueductos de Segovia, el puente de Alcántara o el mausoleo de Fabara, y los mosaicos, abundantes y de diversa temática.
- El Derecho romano: Regulaba las relaciones privadas y el funcionamiento de las instituciones políticas.
- Las creencias religiosas: Siendo obligatorio el culto al emperador y a los dioses Júpiter, Juno y Minerva, símbolos del poder romano. Posteriormente (III d.C.) se difundió el cristianismo, convirtiéndose en religión oficial bajo el emperador Teodosio I. Actualmente, aún podemos observar sus huellas vigentes en nuestra cultura y administración.
División Administrativa Romana
Tipos de Provincias
Los romanos dividieron Hispania en dos tipos de provincias:
- Senatoriales: Su administración correspondía al Senado.
- Imperiales: Su administración correspondía al emperador.
Evolución de las Provincias
Durante la ocupación romana de la Península Ibérica (entre el 218 a.C. y el 476 d.C.) se produjo la siguiente evolución en la división administrativa:
- Tras los primeros compases de la ocupación, el territorio se dividió en Citerior y Ulterior.
- En la época de Augusto (27 a.C.) estas dos provincias evolucionaron a tres: Bética (capital en Corduba, Córdoba), Lusitania (capital en Augusta Emerita, Mérida) y Tarraconense (capital en Tarraco, Tarragona).
- En el siglo III, el mapa provincial cambió, volviéndose las provincias más pequeñas y numerosas: Gallaecia, Cartaginense, Tarraconense, Lusitania, Bética y Balerica. Cada división respondía a las necesidades políticas y administrativas de la época. Así como la República derivó en el Imperio, la división administrativa varió, al igual que con la Tetrarquía de Diocleciano.
Reino Visigodo
Capital del Reino
En el año 507, los visigodos, tras ser derrotados por los francos, abandonaron Francia y se asentaron definitivamente en la Península Ibérica, donde formaron un reino independiente con capital en Toledo.
Cultura Tartésica
Ubicación y Apogeo
La cultura tartésica se desarrolló en Andalucía occidental y alcanzó su máximo apogeo entre los siglos VIII y VI a.C.
Características
La cultura tartésica, cuyo desarrollo conocemos a partir de obras de historiadores griegos, se caracterizaba por una economía basada en la minería (plata, oro, cobre) y en la explotación de los recursos agrícolas y ganaderos. Tartessos era un importante centro comercial situado al oeste del Mediterráneo. Su sociedad estaba estratificada, con un rey en la cúspide (monarquía como sistema de gobierno) y Argantonio como su mítico rey. Su religiosidad veneraba a dioses relacionados con la agricultura y la ganadería, lo que evidencia la importancia de estas actividades para su desarrollo cultural.