Certeza, Evidencia y Verdad: Explorando Conceptos Filosóficos
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Certeza y Evidencia
Certeza
En el conocimiento existen grados, y el punto de partida es la duda. Buscamos alcanzar el conocimiento auténtico. La duda es la falta de seguridad en algo. No estar seguro de nada se conoce como escepticismo, y muchos filósofos lo adoptan, ya que su punto de partida es la duda, pero también su punto de llegada, porque al dudar no pueden dar respuestas a ninguna pregunta. En cuanto damos respuestas, alcanzamos la creencia u opinión, porque tenemos motivos para creerlo.
Alcanzamos la certeza porque tenemos una gran creencia profunda de que una afirmación es verdadera y no podemos dudarlo. El ejemplo clásico es el Cogito, ergo sum de Descartes, que significa que podemos dudar de todo, pero no de que somos algo pensante y que duda. Estamos seguros de que existimos mientras sigamos pensando.
Pienso, luego existo. Las cosas que no piensan no existen. En la certeza, se pueden diferenciar dos tipos: coherencia y concordancia.
- Coherencia: mi pensamiento está de acuerdo con los demás pensamientos (ejemplo: no es coherente que una persona católica mantenga relaciones sexuales sin estar casada).
- Concordancia: que mi pensamiento esté de acuerdo con lo que piensan las demás personas (ejemplo: lo fácil en la vida es ser machista/racista).
Evidencia
Características de nuestras afirmaciones: hay ciertos pensamientos que nadie puede dudar y son evidentes por sí solos. La evidencia se basa en los sentidos y la razón.
- Los sentidos: es evidente aquello que se ve (ejemplo: el cielo es azul).
- La razón: es evidente lo que no es contradictorio (ejemplo: las matemáticas).
El Dogmatismo
Esta forma de pensar la inició Platón y es una teoría contraria a la de los sofistas. Defiende:
- Es posible el conocimiento.
- Hay verdades objetivas válidas para todos.
- El conocimiento verdadero o auténtico no es el de los sentidos, sino el de la razón. Esto quiere decir que el conocimiento objetivo se refiere a las matemáticas, no depende de lo que percibimos. Aquí se supone que hay un mundo material y otro distinto donde se encuentran las ideas, las verdades. Esto lo explica Platón en el mito de la caverna. Esta teoría se recogió después por los cristianos y da paso al dogmatismo, que es decir que hay verdades absolutas, pero solo una: la mía. Existe un riesgo, y es que se quiera imponer la verdad mediante la fuerza.
El Escepticismo
Esta forma de pensar aparece en el siglo V a.C. con los sofistas. Esta escuela filosófica defendía que todas las afirmaciones tienen el mismo valor. Si afirmas una cosa, puedes también afirmar la contraria; esto es ser relativista. De acuerdo con esto, no es lo mismo la sociedad que la naturaleza, ya que lo importante en nuestra vida, lo que somos, etc., lo hemos recibido de la sociedad, y lo que recibimos por la naturaleza es aquello en lo que hemos nacido. Para los sofistas, solo hay dos cosas naturales:
- La búsqueda de placer.
- El dominio del más fuerte.
Aquí es muy importante el lenguaje, hablar bien, y esto no ocurre porque digamos la verdad, porque no hay verdad. Entonces, el lenguaje es importante porque conocemos a los demás.
Esta forma de pensar también vuelve a aparecer en la época helenística en una escuela que se llamaba escepticismo, y lo que defendían es que, para evitar el dolor y el sufrimiento, tenemos que evitar el juicio y las opiniones (ejemplo: sirve para triunfar en la política, se llama demagogia, que es decir lo que los demás quieren escuchar).
La Verdad como Correspondencia
La primera definición de verdad la dieron los filósofos griegos y decía que la verdad es lo que está debajo de las apariencias, entendiendo como verdad la búsqueda de desvelar algo. Aquí es cuando hablamos de amigos auténticos.
Pero Aristóteles dio la formulación definitiva a esta teoría. De acuerdo con eso, la verdad es la adecuación entre la realidad y el pensamiento, es decir, lo que yo pienso es verdad si corresponde con lo que hay fuera de mí. Esta teoría supone dos premisas:
- Que en todo conocimiento intervienen dos elementos:
- El sujeto: el que conoce las ideas o pensamientos.
- El objeto: lo que se conoce, son las cosas o la realidad.
- Que el pensamiento debe intervenir lo menos posible y debe reflejar la realidad tal y como ella es.
La Verdad como Coherencia
Se trata de una verdad formal. Una proposición es verdad cuando está de acuerdo con el resto del enunciado del sistema al que pertenece. No hace falta que comprobemos si lo que pensamos corresponde con la realidad. Sin salir de nuestro pensamiento, podemos saber si algo es verdadero o falso (ejemplo: en lógica o en matemáticas, (a+b)2 = a2+b2+2ab).
La Verdad como Utilidad
La verdad es lo útil, lo que nos lleva a resultados positivos. Esto supone que lo verdadero es lo que tiene resultados prácticos y es una forma de pensar llamada pragmatismo (ejemplo: la democracia es el mejor sistema político. Esto es verdadero porque sus resultados son positivos: mayor libertad, bienestar. El capitalismo es mejor sistema que el comunismo, y es así porque, sencillamente, ha triunfado).