Catedral de Reims: Historia, Arquitectura y Coronaciones Reales
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Fachada occidental de la catedral de Reims. Siglo XIII. Jean d'Orbais, Jean le Loup, Gaucher de Reims y Bernard de Soissons. Reims, Francia.
La catedral de Reims se comenzó en el año 1211, sucediendo a una anterior que había sido destruida por un incendio, y se terminó a finales del siglo XIII. Un bombardeo alemán en 1914 obligó a una restauración de la misma, ya que la destrucción afectó especialmente a las esculturas de las fachadas.
En la catedral de Reims eran coronados los monarcas franceses, por lo que el edificio estuvo estrechamente vinculado a la monarquía francesa. El iniciador de las obras fue el obispo Aubry de Humbert. A pesar de la riqueza que afluía a la región de Champagne en el siglo XIII gracias a la celebración de sus ferias, las cuotas de los cofrades y lo que aportaba el cabildo, todo ello no fue suficiente para concluir una obra tan colosal. En los dibujos de Viollet-le-Duc (arquitecto y restaurador francés del siglo XIX) aparece tal y como la habían concebido sus autores, con siete torres y un claustro. A pesar de estar inacabada, la catedral de Reims es un monumento impresionante.
Conocemos los nombres de los maestros de Reims (Jean d'Orbais, Jean le Loup, Gaucher de Reims y Bernard de Soissons) por las inscripciones grabadas en el pavimento que formaban con losas blancas y negras un dibujo laberíntico en las que constaba la relación de la duración de sus respectivos trabajos y su contribución a la fábrica de la catedral. Este laberinto se destruyó en el siglo XVIII al cambiar el pavimento. Su planta, de cruz latina, es de grandes dimensiones (150 m de longitud) y su rasgo más sobresaliente es el gran desarrollo de la cabecera. En el interior destacan sus notables proporciones, ya que la nave central alcanza unos treinta y cinco metros de altura. En alzado encontramos los tres niveles característicos de las catedrales góticas: las arquerías que separan la nave central de las laterales, el triforio y los amplios ventanales. Tanto la nave central como las laterales están cubiertas con bóvedas de crucería sostenidas por pilares fasciculados. (Volver a comentar las características de la bóveda de crucería, la desmaterialización del muro, el uso de la luz y el significado espiritual de la catedral gótica).
En el exterior sorprende la impresionante verticalidad del edificio, que está acentuada por algunos elementos específicos, como los pináculos y las agujas de las torres o por la flecha del crucero. Su fachada occidental es impresionante. Dos torres de 86 metros de altura enmarcan el cuerpo central. En sentido horizontal también se distinguen tres niveles: el de las tres grandes puertas correspondientes a las tres naves, en las que se desarrolla un magnífico programa iconográfico, el cuerpo del rosetón y una arquería alta con esculturas de reyes, los reyes de Judá, antepasados de Cristo, aunque la tradición los identifica con los reyes de Francia. Su magnífica decoración escultórica tiene una calidad excepcional, tal y como se puede apreciar en los grupos escultóricos de la jamba derecha donde aparecen las célebres escenas de la Anunciación y la Visitación.