La Carga en el Entrenamiento Deportivo: Componentes, Metodología y Fases del Aprendizaje

La Carga en el Entrenamiento Deportivo

Desde la teoría del entrenamiento, se define la carga como la totalidad de los estímulos de movimiento efectuados sobre el organismo. Es la base de la adaptación y el consiguiente aumento del rendimiento. Está constituida por cinco componentes:

Componentes de la Carga de Entrenamiento

• Intensidad: grado de exigencia de la carga, o rendimiento (trabajo por unidad de tiempo). Refleja el aspecto cualitativo.
• Volumen: cantidad de trabajo realizado durante la sesión. Se cuantifica numéricamente.
• Duración: tiempo durante el cual el estímulo de movimiento tiene efecto motriz sobre la musculatura.
• Densidad: relación entre el trabajo (actividad efectiva) y el descanso.
• Frecuencia: número de veces que se aplica el estímulo motor dentro de la sesión.

Aspectos Coordinativos en la Metodología de la Enseñanza

• Capacidad de combinación: unión de movimientos parciales en una composición orientada a un fin.
• Capacidad de orientación: uso de medios visuales, cinestésicos y programas almacenados para reconocer objetos en movimiento y definir la posición corporal.
• Capacidad de diferenciación: sincronización exacta de fuerzas musculares durante cambios espacio-temporales.
• Capacidad de equilibrio: mínima amplitud de oscilación de segmentos corporales o del cuerpo entero.
• Capacidad de reacción: rapidez de respuesta ante un estímulo o señal.
• Capacidad de adaptación y modificación: modificación y adaptación de programas de actuación según situaciones cambiantes.

Fases del Aprendizaje

1. Cognitiva
2. Asociativa
3. Autónoma

Características Didácticas de la Corrección de Defectos

Para corregir la ejecución de un gesto técnico, es más eficiente la corrección positiva: se aclara el aspecto incorrecto, se muestra cómo debería hacerse y se elogian otros aspectos positivos. Se debe usar un tono firme pero sin reproches, sarcasmo o ridículo público.

Entrenador y Maestro: Un Rol Multifacético

1. Entrenador y maestro: Entrenar adultos y niños son tareas diferentes. Los entrenadores son modelos a admirar para los menores, actuando también como maestros.
2. Disfrutar del juego: La alegría y las ganas son esenciales para un rendimiento óptimo. El estrés excesivo en el fútbol base debe evitarse.
3. La preparación mental del deportista: La ansiedad moderada activa la atención, pero el exceso es contraproducente. Es crucial el entrenamiento emocional.
4. Fluir en el deporte: El estado de flujo permite un control superior de las emociones para el rendimiento y el aprendizaje. Los retos deben ser atractivos, pero no aburridos ni inalcanzables.
5. Si das confianza, van a más: Los mejores entrenadores se centran en las fortalezas de cada jugador. Los refuerzos positivos dirigen la atención y actúan como profecía autocumplida. Evitar darlo todo hecho para fomentar la autonomía.
6. Orientación a la tarea, no al resultado: En etapas de formación, la mejora individual y colectiva es prioritaria sobre el marcador o la clasificación.
7. Deportividad y Equipo: La formación en valores se realiza a través de mensajes verbales y no verbales, favoreciendo comportamientos y actitudes positivas. La transición de grupo a equipo es fundamental.
8. A jugar al Fútbol se aprende jugando: Se debe entrenar de forma similar a como se quiere que jueguen, potenciando la creatividad del futbolista.
9. Hablar claro y correcciones positivas: Un líder establece metas claras y alcanzables. La corrección positiva y el elogio son herramientas esenciales.
10. Un proyecto de calidad: Requiere una planificación adecuada con objetivos accesibles, estimulantes y ambiciosos.