Caravaggio: La Humanización del Arte en el Renacimiento
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Sale del sepulcro, se quiere ver a Caravaggio como continuador de ese espíritu del Renacimiento.
PRECEDENTES: Rafael, Virgen de la Silla (Período Romano 1513-14) fondo negro donde no hay referencia al espacio, corte de primer plano de la silla y piernas de la Virgen. A partir de Leonardo, lo asimétrico se relaciona con la vida; las piernas se cortan y tendrían que prolongarse al espectador. La Virgen mirándonos nos hace partícipes, es una humanización de la Virgen, es de la época manierista de Rafael.
Niño con Canasto de frutas, o el Frutero. 70x67.
Es una sola figura cortada, se nos viene hacia adelante ligeramente escorzada, y como en Baco nos pone en primer plano el semidesnudo del joven. En Baco le ha puesto una túnica, pero el frutero una camisa, con cierta sensualidad. Aquí se empezó a hablar de un carácter afeminado, es un carácter sensual con la caída accidental de la camisa donde se deja ver la juventud del joven de una forma provocativa. En este momento, sus coetáneos están haciendo grandes pinturas al fresco con la idealización del Renacimiento. Esto vuelve a mostrarnos a un Caravaggio que se va por otro camino; le costaba mucho vender sus cuadros. El joven es una figura común, muy bello; ha cambiado el color de la boca, va a perfilar mucho para esa cierta sensualidad y los ojos. Las expresiones son todas diferentes en la mirada, con unas inmensas cejas bien dibujadas para resaltar la expresión del rostro. El cesto de frutos tiene mucha importancia; todas las frutas coinciden con el final del verano: uvas, parras, peras. Vemos la hoja seca y la verde, la juventud. Esta es la interpretación de la vanitas: la vida representada en la juventud del frutero y el niño es la vida; las hojas secas, todo en la vida va pasando y al final todo serán vanidades. Todos acabaremos en la muerte, sentido de la fugacidad de la vida. Es otra interpretación cristológica, y lo ubica en el Cantar de los Cantares, el que servirá de referente, en un momento importante porque en Trento se había planteado el tema de la Inmaculada Concepción. Concretamente, la monarquía española será luchadora para que se lleve a cabo este dogma de fe. Es muy corto, es un poema del amado a la amada, es el encuentro de Dios y sus hijos, el pueblo judío, su amada, su iglesia. Entonces se habla de la entrega del esposo a la amada de esos frutos. Dentro de esta obra, como novedad, es la luz; el fondo no es negro, sino que es un fondo ligeramente iluminado. El haz luminoso que está abierto sería una ventana alta que va a entrar en diagonal en la parte superior del joven; es una luz de interiores, con las ventanas que se abrían en el suelo del edificio para iluminar el sótano.
Chico con Lagartija. 66x39,5,
Sus coetáneos nos han hablado de que él solía con cierta frecuencia autorretratarse utilizando espejos. Podría ser una referencia al joven Caravaggio. La composición es idéntica a las anteriores: mesa en primer plano, jarra con agua perfectamente transparente, y una gran calidad en los objetos y telas de forma que podamos palpar un realismo de los objetos. "Hizo también un muchacho mordido por un lagarto que salía de las flores y frutas y parecía que aquella cabeza chillaba de veras y todo está trabajado con diligencia." Nos vuelve a dejar el hombro en descubierto a pesar de la situación. Hay un estudio de la luz muy trabajado; el cacharro de cristal está tan detallado que podemos ver la forma de la ventana. El muchacho asustado deja que la luz pase por la botella y en el extremo de la jarra se vea la ventana. Se vuelve a plantear la homosexualidad; el cabello es barroco y encrespado con una flor, detalle especial que además ha resaltado perfectamente, dándole un toque femenino.
Baco.
Se quiere ver como una de las representaciones teatrales de la mitología. En este caso, no nos parece acertado que sea un tema crítico; se ha querido ver la homosexualidad y el autorretrato. Fue uno de los primeros encargos documentados hecho en torno a 1596, pasando a otra etapa pero con temas de la etapa previa. En la siguiente ya tenemos documentación; es un contrato que le había hecho el Cardenal Federico Borromeo o del Monte, habría encargado esta obra, lo mismo que la cabeza de la Medusa, para regalárselo a Fernando I de Médici, por lo que tienen un carácter oficial. Hay interpretaciones de tipo cristológico; la copa de cristal con el vino tinto nos hace pensar en el cáliz y la sangre de Cristo. Las frutas pudriéndose representan la muerte; la interpretación más complicada la da el lazo atado en el derecho, unión con la iglesia, y la unión entre el Cardenal y el Duque de Toscana.