Características de la Pintura Románica: Frescos y Frontales de Altar
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La Pintura Románica: Características y Técnicas
La pintura románica comparte muchas similitudes con la escultura en cuanto a su temática. En el ábside, es frecuente encontrar representaciones del Pantocrátor rodeado de tetramorfos, ángeles o santos. También se puede observar la figura de la Virgen como trono de Dios. En los muros laterales, se suelen representar apóstoles o santos en forma de friso, enmarcados por grecas u ornamentos geométricos, que recuerdan a los mosaicos bizantinos.
Pintura Románica en España: Cataluña y Castilla
En España, destacan dos escuelas principales:
- Catalana: Con una clara influencia bizantina.
- Castellana: Con influencia franca y bases en la miniatura mozárabe.
Cataluña
En Cataluña, se utilizaba la técnica del fresco retocado con temple para lograr una mayor gama de colores. Entre las obras más destacadas se encuentran:
- Los frescos de la iglesia mozárabe de San Quirce de Pedret.
- Los frescos de Santa María de Tahull, anteriores a los de San Quirce pero más avanzados estilísticamente.
- El conjunto de San Vicente de Tahull, notable por su dibujo, la calidad de los colores y la capacidad de geometrizar las figuras.
Castilla
En Castilla, la expresividad y los matices naturalistas de la miniatura mozárabe son heredados por los pintores románicos del siglo XII. A diferencia de Cataluña, en Castilla se evita la repetición de tipos y los formulismos. El artista goza de mayor libertad, y la solemnidad catalana desaparece. La pintura castellana es más "realista", menos simbólica que la catalana, e incluso llega a mostrar un esbozo de paisaje en algunas ocasiones. Los conjuntos pictóricos más destacados son:
- San Baudelio de Berlanga (Soria).
- Los frescos de la Vera Cruz de Maderuelo (Segovia).
- El Panteón de San Isidoro de León, el conjunto castellano más importante. Se compone de seis bóvedas pintadas con escenas narrativas. Destaca la espontaneidad, la independencia de los personajes respecto al espacio arquitectónico, la cantidad de movimientos, la leve introducción del paisaje y la riqueza cromática.
Pintura sobre Tabla: Los Frontales de Altar
Los frontales son tablas rectangulares con escenas pintadas que se colocaban delante del altar. Solían contener pinturas relativas a los santos, a Cristo o a la Virgen, con el fin de narrar sus vidas para que los fieles pudieran conocerlas a través de imágenes. El frontal se divide en secciones que recogen las diferentes escenas. Aquí también prima la simetría, la frontalidad y la jerarquía, como se puede observar en el frontal de la Seo de Urgell y el de Aviá. En el compartimento central, se sitúa Cristo en majestad con doble mandorla. En los laterales, grupos de Apóstoles giran la cabeza y dirigen la mirada al Pantocrátor.
Técnicas de la Pintura Mural Románica
Los artistas que utilizaban el muro como soporte aplicaban principalmente dos técnicas: el fresco (la más usada) y el temple. En ambos casos, era necesario preparar la superficie antes de aplicar el color. Se solía cubrir la pared con una mezcla de arena y cal. En el primer caso, era imprescindible que el enlucido estuviera "fresco", de ahí el nombre de la técnica. Para conseguirlo, la superficie se cubría cada jornada de trabajo con una nueva capa de arena mucho más fina y cal menos viva. El artista debía ejecutar su trabajo con rapidez para evitar que se secara el enlucido. En la técnica del temple, se aplicaba un color como fondo, generalmente de tonos claros, y se fijaban los contornos usando el negro o el ocre rojizo. A continuación, se aplicaban los colores, elaborados por el propio maestro a partir de tierras naturales. Encontramos frescos en las bóvedas y ábsides de los templos. Solo se conservan las de las iglesias más humildes, ya que las más importantes se revocaron y reformaron posteriormente, con lo que desaparecieron los conjuntos pictóricos.
Influencias y Características de la Pintura Románica
Las fuentes principales de la pintura románica provienen:
- Del mosaico bizantino, del que retoman el hieratismo y el contorno de líneas gruesas de las siluetas.
- De las miniaturas de los códices mozárabes, de las que toman la estilización del dibujo, los pliegues paralelos y los rasgos desorbitados y expresivos.
Sus características más importantes son:
- Es antinaturalista, esquemática, convencional y simbólica, ya que, al igual que en la escultura, lo que se pretende es representar vivencias religiosas y no la belleza formal ni las formas reales. Las figuras son planas, la anatomía se plasma de una forma somera y las vestimentas son esquemáticas. El rostro se simplifica; destacan los ojos y unas líneas perfilan la nariz, la boca y las cejas.
- Se mantiene la jerarquización del espacio y de las figuras, de modo que la escena principal ocupa el lugar central y las figuras más importantes se representan a mayor tamaño. Siguen la ley de la adaptación al marco y se distribuyen en función del espacio disponible.
- Predomina la pintura mural al fresco, aunque también aparece pintura en tabla. Generalmente, la pintura está supeditada a la arquitectura, cubriendo los muros, cúpulas, ábsides y bóvedas.
- Se utiliza un contorno de trazo negro para siluetear las figuras y para separar cada una de las superficies cromáticas, lo que le da una apariencia plana y muy expresiva.
- Ausencia de profundidad, luz y paisaje. Las figuras se disponen en posturas paralelas a manera de relleno del plano y resaltando sobre fondo monocromo sus formas geométricas. Son frontales y no existe comunicación entre ellas.