Características y evolución del arte románico: arquitectura, monasterios y decoración

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Contexto del Arte Románico

El románico es un arte al servicio del cristianismo y, desde el punto de vista técnico, es un arte de la piedra, en el cual la escultura y la pintura aparecen plenamente subordinadas a la arquitectura. Esta adopta elementos del arte romano, si bien desaparece el sentido de la proporción y los órdenes clásicos. El románico es, al mismo tiempo, un arte rural y, en efecto, se trata del primer arte europeo.

El arte románico fue aristocrático; abades y obispos estaban fuertemente unidos a la nobleza feudal, y el mismo clero ejercía muy a menudo como señorío feudal. Jamás en la historia de Occidente dependió la cultura y el arte tan estrechamente de los ideales e intereses de un grupo social tan reducido como la nobleza. Se erigieron grandes templos, llamados catedrales imperiales.

Los templos no fueron construidos para los fieles, sino para la gloria de Dios, por lo cual son edificios imponentes y poderosos. El arte era considerado no como objeto de placer estético, sino como sacrificio. En este sentido, la Edad Media estuvo más cerca del primitivismo que de la Antigüedad clásica.

Cronológicamente, el románico no surgiría hasta el siglo X. En los territorios carolingios, el norte de la Península Ibérica y las Islas Británicas, se desarrolló el llamado arte prerrománico, mientras que en Europa oriental resplandecía un arte propio.

El Arte Románico

A finales del siglo X, comenzó a tomar forma un nuevo estilo artístico a partir de los precedentes esbozados. Surgió como una evolución natural del arte anterior. Además, la mayor parte de las obras fueron posibles debido al aumento progresivo de la circulación monetaria desde el siglo XI, dentro del predominio de lo rural.

Arquitectura Románica

Cuando hablamos de arquitectura románica, nos referimos principalmente al templo y al monasterio.

  • El templo románico: Es generalmente de planta de cruz latina y consta de una o varias naves longitudinales y otra transversal (transepto). La cubierta del crucero, o intersección entre ambos brazos de la cruz, suele ser una bóveda elevada, llamada cimborrio. La cubierta de las naves era la bóveda de cañón. Los apoyos de las bóvedas son muros gruesos, reforzados por contrafuertes exteriores. La misma bóveda se reforzaba con arcos fajones que descargan sobre pilares o pilastras. Por último, el campanario completaba el templo, a modo de torre, que simbolizaba la unión de la Tierra con el Cielo.
  • El monasterio: Es propiamente una creación románica. Consistía en un conjunto de edificaciones situadas en el campo, donde tenía lugar la vida religiosa de los monjes. Su pieza clave era el claustro, que comunicaba con las principales dependencias: sala capitular, comedor, biblioteca e iglesia.

La decoración no escultórica ni pictórica se centraba en los pórticos de los templos, enmarcados por una sucesión decreciente de arcos de medio punto (arquivoltas). Las portadas románicas evocan la idea imperial de los arcos del triunfo, pero tienen elementos de creación propia como el tímpano, sostenido sobre las jambas y los arcos. Los arcos y los muros se decoraban con una gama de molduras geométricas, en forma de zigzag, ajedrezados, etc.

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