El carácter de Sol: evolución en la guerra civil
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El carácter de Sol
Es una obra que trata de la corrupción de la inocencia, del tránsito de la adolescencia a la madurez (novela de formación). La evolución psicológica de Sol Roda, una adolescente de familia acomodada, que ve cómo su entorno familiar se descompone y destruye bruscamente con el estallido de la guerra civil y de la situación derivada de esta.
Transformación de la protagonista en 3 años enmarcada en 2 momentos
Sol realiza una especie de viaje inicial que se enmarca en dos momentos: El primero al inicio de la primera parte: "Así, con dieciséis años inquietos, ignorantes, y un extraño acordeón de libros mal atados- en el que parecía empaquetar toda su infancia-, ojeando pensativamente su cuaderno escolar, le sorprendió el estallido de la guerra." Al final, la joven convertida en mujer regresa a su casa tras la experiencia traumática de la guerra, pero fortalecida por el descubrimiento del amor y la ilusión del hijo que espera. La transformación se ha consumado, la diferencia entre la protagonista de la partida y la del regreso es evidente, ahora Sol es consciente de que ya nada volverá a ser como antes.
Evolución de la protagonista y estructura de la novela: primera parte
Pertenece a una familia burguesa del ensanche barcelonés que, tras el asesinato del padre al principio de la guerra civil, ve cómo todo su mundo se desmorona. Hasta ese momento había sido perfecto y feliz. Sol estudia en un colegio de monjas francesas, Saint-Paul, donde descubre las desigualdades sociales entre las alumnas. Tras el estallido de la guerra civil la casa es ocupada y el taller de fundición familiar incautada. En esta parte es aparece Cloti, hija de la familia refugiada en casa de Sol, una joven trabajadora, revolucionaria, con una infancia desgraciada que la había abocado a la prostitución desde los catorce años. Aparece Ramón Boloix, antiguo profesor de Eduardo, mutilado por la guerra y luego director de la escuela roja en la guerra. Cuando se produce el reencuentro entre Boloix y Sol, aparecen también dos elementos nuevos la atracción sexual y la lascivia en la mirada de Boloix. El acontecimiento fundamental es el asesinato del padre porque cambia la vida de la familia y muy especialmente la vida de Sol y de Eduardo. Al morir el padre, acaban los veranos junto al mar, la alegría de sentirse querida por él y la palabra princesa.
Evolución de la protagonista y estructura de la novela: segunda parte
El impacto del bombardeo y del suicidio de Pablo será traumático para Sol, acaba siendo determinante para su actitud de rebeldía ante la injusticia social y la pobreza que eran más evidentes en determinadas de la ciudad. La figura de Pablo se agiganta con la cercanía de la muerte y se nos narra de forma desordenada su despedida. Es un momento decisivo en la evolución de la protagonista porque se inicia el viaje hacia la madurez personal como mujer, que se acompasa con el descubrimiento doloroso de la destrucción y la muerte.
Evolución de la protagonista y estructura de la novela: tercera parte
En los últimos días avanza por la ciudad silenciada, abatida, metonimia de la situación de sus habitantes ante el avance imparable de Franco. Será Chano (amigo de Daniel y Eduardo,) el que le informe del paradero de Cristian. Cuando Sol y Cristian se encuentran en el Tibidabo se sienten fortalecidos por el amor y están decididos a empezar una nueva vida sin nada. Mientras contemplan la ciudad a sus pies se acercan a unos tanques y será entonces cuando Sol le diga que está esperando un hijo. Una bala perdida acaba con la vida de Cristian y la destrucción de todos los sueños de Sol. "El cuerpo de Cristian cayó vertiente abajo, con un grito..." aquel grito le pareció a Sol salido de la misma tierra que pisaban.
CONTEXTO
La novela transcurre entre el verano de 1936 y enero de 1939. En el curso de 1935 a 1936 ya aparecen acontecimientos que preludian el alzamiento militar. La quema de conventos, las huelgas de mineros, las noticias confusas sobre los asesinatos, que llegaban a través de las alumnas externas sembrando la confusión y la perplejidad entre las alumnas internas que vivían ignorantes y ajenas a la realidad de fuera. Comienzo de la guerra: asesinato de Luis Roda: Llaman a la puerta: se llevan al padre a la cuneta de la rabassada. Sol empujó la puerta y entró sin llamar. Estaba echado, mirando al techo. El cigarrillo, entre sus labios, se consumía lentamente. La ventana abierta dejaba paso a toda la luz de la tarde. Al fondo, tras los tejados, el mar brillaba como un hilo cegador. Sol se sintió invadida por la nostalgia, aún tan próxima, de los días en la playa, del viaje por la carretera de la costa. Ahora, los milicianos se incautaron del ford. Aquella misma noche, poco después de acostarse, llegaron unos hombres en su busca. Llevaba puesto un pijama y no le dejaron vestirse. "Es para interrogarle" y repitieron: "volverá pronto". Alguien encontró y reconoció, en la cuneta de la rabassada, a Luis Roda, de madrugada, muerto a balazos y con las zapatillas perdidas. Sol se sintió sacudida por un vértigo extraño. Tuvo, de pronto, conciencia de que dentro de ella algo se había desquiciado, algo irremediable había sucedido que trastornaba el curso de su vida. Un mundo había concluido. Murieron los veranos junto al mar. [...] Los días continuaron. Continuaban, uno tras otro, como sus vidas. Sol, desde la terraza, vio arder los templos, la ciudad emborronada por grandes resplandores rojizos y el polvo negruzco del hollín; las nubes cruzaban el cielo, sobre la ciudad, hacia otros países. Dos veces aún, después de aquella noche en que se llevaron a su padre, llegaron patrullas de hombres y registraron el piso. Irrumpían con violencia y golpeaban los muebles con la culata de los fusiles.
El hambre
El hambre era desconocida en la familia de los Roda pero con la guerra la protagonista pasa horas y horas para buscar comida. Por entonces empezaba a hacerse preciso salir fuera de la ciudad, a los pueblecillos, en busca de alimentos, conseguidos casi al asalto. La ciudad era pobre, estaba despojada. Elena aprendió a cambiar, por un saco de garbanzos, objetos de valor y mérito. Una a una sus joyas desaparecían, y cada día el dinero perdía poder adquisitivo. Ella y María, que, a pesar de no ser retribuida, no la abandonaba, salían de la ciudad en trenes atiborrados. Sol veía a María a su lado, trajinando en la casa, cocinando, haciendo el trabajo de tres mujeres, silenciosa y obediente, siempre seguía fiel a Sol.
Las colas del hambre
Sol aprendió a sumarse a largas colas humanas, en espera de un trozo de pan. María, vieja ya, no llegaba a todo. Mientras transcurría el tiempo en las áridas colas, Sol sentía perder allí instantes, tiempo de su vida, y se notaba crecer, crecer inútilmente. A veces, le parecía que la cabeza tendía a separarse del tronco, como si desease vivir otra existencia, separada del corazón. Eso le producía una risa débil y apretaba los pies contra el suelo de la calle, como para fijarse tozudamente en él.
El final de la guerra
Los últimos días mientras deambula por la ciudad definitivamente abatida, silenciada, metonimia de la situación de situación de sus habitantes ante el avance imparable del ejército de Franco, Sol, en medio de la febril agitación que reinaba en los medios oficiales, observa en las gentes dos reacciones totalmente contrapuestas, la esperanza de los vencedores y el miedo de los vencidos. Sol volverá a casa ante el deterioro de su ciudad y reencontrarse con su familia. Mediante una nueva analepsis conocemos la peripecia de Cristian desde su detención en los calabozos del SIM donde pasó diez días y diez noches sumido en la angustia. A partir de ahí, el viaje de Cristian por una geografía cercana a la ciudad de Barcelona: la carretera de Granollers, La Garriga y los altos montañosos del Figaró, mientras que el miedo a la muerte segura le daba fuerzas para escapar y llegar a la barraca de Chano.
ESCENARIO URBANO
Importancia del espacio urbano El espacio urbano tiene una fuerza extraordinaria. La ciudad y sus alrededores tienen una estrecha relación con los sucesos que vive la protagonista. El espacio es tan importante que se va imponiendo en el relato y llega a ser tan potente que en algunos momentos acaba desplazando la importancia de los personajes. La personificación y la metonimia son los dos recursos fundamentales de los que se sirve la narradora para calificar el espacio urbano que se va transformando ante los ojos de la protagonista (GC). Los escenarios urbanos que aparecen en la novela son autobiográficos (Pedralbes, el barrio gótico, el Tibidabo...) Ambientados en la guerra. También son frecuentes las descripciones de espacios internos, pero siempre haciendo referencia al exterior, visto des de las ventanas.
Diferentes espacios urbanos
Los escenarios de la novela son de dos tipos: Barrios altos: Pedralbes, el ensanche, la plaza Adriano, La calle Muntaner y Arabau. Centro: Plaza Universidad, Plaza Real, Barrio Gótico, La Vía Layetana, La Barceloneta, las laderas del Tibidabo sembradas de barracas de refugiados.
Casa de los Roda
Con la llegada de las milicianas a la casa el ambiente de la casa se hace insoportable por las continuas broncas de las nuevas inquilinas, esto hace que Sol decida pasar más tiempo fuera de casa. Al principio es un lugar de tranquilidad y de intimidad, pero poco a poco, experimenta continuos registros. Con el inicio de la guerra civil, se produce también una transformación del espacio doméstico en el que habita la familia, como el desvalijamiento de la casa en sucesivos registros en los que desaparecen todos los objetos de valor o son destrozados con violencia gratuita. Posteriormente será habitada también por Cloti, que se refugia en casa de Sol.
Buhardilla de los Borrero
Viven Daniel, Pablo y Cristian y está situada en una calle oscura que desemboca en el paseo de Colón. Cuando Sol y Eduardo visitan la buhardilla de los Borrero por primera vez, Sol descubre otra ciudad donde conviven el hambre, enfermedad y muerte.
Barracas: refugio en las afueras de la ciudad
Sol acompañada de su hermano va hacia las afueras de la ciudad, donde éste se reúne con sus amigos de correrías y hurtos. En una de esas barracas vivía Chano, un verdadero pilluelo sin familia y sin afectos. La simbiosis entre el espacio y este personaje es absoluta, Chano vive en condiciones infrahumanas, al margen de la ciudad, en un espacio miserable, construido por él mismo.
La carretera de la Rabassada
Es donde se produce la detención y el asesinato de Luis Roda, cuyo cadáver apareció a los pocos días en una curva de la Rabassada, la carretera que va desde Barcelona al Tibidabo.
Sarrià y el retorno a su ciudad
Cuando Sol va a Sarrià con Cristian experimenta una profunda melancolía y a medida que asciende hacia Sarrià, Sol se siente identificada con aquella parte de la ciudad, que había sido el escenario de su infancia feliz antes de la guerra. Se mezclan los dos tiempos, el de la ciudad de su niñez, y, el de la destrucción provocada por la guerra.
Deuteronomio
Esta tierra es simbólicamente el espacio urbano barcelonés como tierra prometida y cobran todo su significado al final de la novela con la muerte violenta en las laderas del Tibidabo de Cristián, el joven del que se ha enamorado Sol y del que está esperando un hijo. La tierra prometida es la ciudad de Barcelona, que ambos jóvenes contemplan a sus pies, desde el Tibidabo, y que en el caso de Cristian una muerte fortuita y violenta le impedirá volver a ella.