Bienio Radical-Cedista (1933-1936): Revolución de 1934 y Crisis de la Segunda República
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,33 KB
El Bienio Radical-Cedista (1933-1936) y la Revolución de 1934
El Gobierno del Partido Radical y el Programa Rectificador
Alejandro Lerroux formó un gobierno compuesto exclusivamente por miembros del Partido Radical. Este nuevo gobierno supuso un giro conservador en varias áreas clave:
- Reforma Agraria: Quedó paralizada.
- Reforma Militar: Se detuvo y se asignaron puestos clave a militares como Goded, Cabanellas, Mola y Franco, algunos de ellos con posturas abiertamente antirrepublicanas.
- Política Religiosa y Educativa: Sufrió un cambio radical, revirtiendo muchas de las políticas del bienio anterior.
- Estatutos de Autonomía: Se bloquearon los procesos de autonomía.
La Radicalización Política
Durante 1934, las posiciones políticas se polarizaron definitivamente entre derechas e izquierdas. Este proceso se manifestó de la siguiente manera:
- Derecha: La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), liderada por José María Gil-Robles, aglutinó el apoyo de las clases medias y populares católicas.
- Izquierda Republicana: Se reconstruyó tras el fracaso electoral. Los diversos grupos se unieron en torno a Manuel Azaña en un nuevo partido: Izquierda Republicana. Martínez Barrio fundó la Unión Republicana, de tendencia más moderada.
- Movimiento Obrero: Se radicalizó. En el PSOE, Indalecio Prieto y Largo Caballero prepararon una revolución en caso de que la CEDA llegase al gobierno, tomando el control de la UGT (Unión General de Trabajadores). El PCE (Partido Comunista de España) abandonó su enfrentamiento con el PSOE.
- Nacionalistas Catalanes: Los nacionalistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se sumaron al frente revolucionario tras su enfrentamiento con el gobierno central.
La Revolución de Octubre de 1934
Este fue, sin duda, el momento más crítico de la Segunda República. Ya en junio hubo un primer conato revolucionario, con una huelga general de campesinos organizada por la UGT para protestar contra las medidas que frenaban la reforma agraria. Esta huelga fue duramente reprimida.
La llegada de ministros de la CEDA al gobierno en octubre desencadenó la revolución. La movilización se convirtió en Asturias en una insurrección armada. Los obreros, organizados y preparados, destituyeron a las autoridades y conquistaron Oviedo tras duros combates. Se instauró un modelo de revolución socialista, con los revolucionarios tomando el poder.
Sin embargo, el movimiento fracasó en Madrid. En Cataluña, el apoyo inicial de Lluís Companys (presidente de la Generalitat) fue sofocado por el ejército, que bombardeó la Generalitat y consiguió la rendición del gobierno catalán.
Para combatir la revolución asturiana, el gobierno otorgó plenos poderes al general Francisco Franco, quien utilizó tropas de la Legión.
La Segunda Etapa del Bienio Radical-Cedista (1934-1936)
El periodo posterior a octubre de 1934 estuvo marcado por las consecuencias de la revolución. A finales de marzo, Lerroux firmó indultos, aunque la liberación de los detenidos se demoró. Durante 1935, el gobierno radical-cedista continuó con su programa reaccionario:
- Se suspendió el Estatuto de Cataluña como represalia.
- El 1 de agosto se aprobó una nueva Ley de Reforma Agraria que, en la práctica, supuso una contrarreforma, limitando la entrega de tierras a los campesinos.
Este gobierno, sin embargo, era débil y estaba en permanente crisis. La CEDA se debilitó, desgastada por la acción de gobierno. A su derecha, surgió una coalición antirrepublicana, el Bloque Nacional, liderado por José Calvo Sotelo.
En la izquierda, la demanda de amnistía para los presos de octubre unió a todos los grupos, que reclamaban la disolución de las Cortes y nuevas elecciones. Azaña recuperó su liderazgo.
La crisis definitiva del gobierno derechista se desencadenó en octubre con el escándalo del estraperlo, un caso de corrupción que involucraba a altos cargos.