El Barroco: Del Movimiento Arquitectónico a la Intensidad Pictórica
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II. La Arquitectura Barroca
II.1. Características Generales
Frente a la armonía, equilibrio y sentido estático que había predominado en la arquitectura renacentista, se impone ahora el gusto por los contrastes, tanto cromáticos (utilizando diferentes materiales) como lumínicos (alternando zonas de luz y zonas de penumbra). Igualmente, se impone un interés por el movimiento tanto en las plantas y alzados como en los propios elementos aislados.
Las plantas de los edificios pierden sus formas tradicionales y ahora son ovales, mixtilíneas, etc.
Respecto al alzado, los muros se quiebran y se ondulan, se rompen los frontones y entablamentos. Hay un apogeo de lo curvo, de los constantes entrantes y salientes y de la columna salomónica.
Respecto a la decoración, juega un papel destacado, multiplicándose progresivamente hasta no dejar un hueco libre (horror vacui). Se produce una simbiosis plástica entre arquitectura, escultura y pintura.
II.2. Arquitectura Barroca en Italia
En la evolución de la arquitectura barroca italiana pueden distinguirse tres momentos principales:
- Entre 1580 y 1624. Destaca la figura de Carlo Maderno.
- El Pleno Barroco: Los autores más importantes de este periodo son Bernini y Borromini, y ocupa el resto del siglo XVII.
- El periodo barroco en Italia hasta mediados del siglo XVIII se caracteriza por notables figuras como Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini. Maderno fue responsable de transformar la iglesia de San Pedro del Vaticano, alargando la planta original de cruz griega diseñada por Bramante y añadiendo una fachada clásica con ocho columnas y cuatro pilares.
Sin embargo, el arquitecto más destacado del barroco italiano fue Gian Lorenzo Bernini, conocido por su versatilidad en pintura, escultura y arquitectura. Entre sus obras sobresalientes se encuentra el Baldaquino de San Pedro, un monumental altar cubierto construido entre 1624 y 1633. Bernini logró combinar grandeza y ligereza en esta obra, utilizando columnas salomónicas y capiteles corintios adornados con hojas de acanto.
Además, Bernini diseñó la iglesia de San Andrés del Quirinal con una planta ovalada y una fachada destacada por un pórtico y un baldaquino sostenido por columnas. Su estilo se caracteriza por la incorporación de elementos escenográficos a las reglas clásicas renacentistas.
Otra obra monumental de Bernini fue la Plaza de San Pedro, diseñada en 1660 con una amplia galería de columnas que rodea el espacio en elipse. Esta plaza, adornada con estatuas de santos, simboliza los "brazos abiertos" de la Iglesia Católica y fue diseñada para ceremonias papales y como punto focal frente a la basílica de San Pedro.
Junto a Bernini, Francesco Borromini también dejó su huella con obras como la iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes, donde combinó formas onduladas y estructuras complejas para lograr efectos dinámicos y espaciales. Borromini demostró una notable libertad en el tratamiento de los órdenes arquitectónicos, destacando por su innovación en el diseño de cúpulas elípticas y complejas composiciones espaciales.
Escultura Barroca
Se distingue por su expresividad y dinamismo, donde los artistas barrocos buscaban ir más allá de la mera representación estática de las figuras. En lugar de enfocarse únicamente en la forma anatómica, los escultores barrocos como Gian Lorenzo Bernini se dedicaron a capturar movimiento, emociones teatrales y un sentido dramático en sus obras. Bernini, considerado el padre indiscutible de la escultura barroca, abordó una amplia gama de temas, desde retratos hasta mitología y religión. Sus esculturas se caracterizan por la intensidad emocional y la habilidad técnica excepcional para representar el movimiento y la tensión en el mármol.
En su obra "El Rapto de Proserpina", Bernini desafía las convenciones renacentistas al crear una composición en la que Plutón, el dios de los infiernos, emerge de la tierra llevando consigo a Proserpina. La figura de Proserpina parece elevarse en un movimiento ascendente mientras Plutón la sostiene con fuerza, destacando el contraste entre las formas suaves y femeninas de Proserpina y la musculatura poderosa de Plutón. Bernini logra transmitir una sensación de inestabilidad y dinamismo a través de esta escena mitológica.
Otra obra emblemática de Bernini es "Apolo y Dafne", donde representa el momento exacto en el que Dafne, perseguida por Apolo, se transforma en un árbol para escapar de él. Bernini captura magistralmente la tensión y el movimiento en esta escultura, utilizando la técnica barroca de la "serpentinata" para representar el cuerpo de Dafne en una espiral ascendente, mientras Apolo muestra desesperación al ver cómo su presa se escapa.
En el ámbito religioso, Bernini es conocido por su obra "El Éxtasis de Santa Teresa", una escultura encargada para la Capilla Cornaro en Roma. En esta obra, Bernini recrea el momento místico descrito por Santa Teresa de Ávila, cuando experimenta un éxtasis divino al ser traspasada por un dardo de amor divino. La escena es teatral y emotiva, con la santa representada en mármol blanco en un estado de éxtasis celestial, contrastando con la figura del ángel radiante que la visita.
Además de su trabajo en escultura, Bernini fue un arquitecto notable, responsable del diseño de la Plaza de San Pedro en el Vaticano, que incorpora columnatas impresionantes que simbolizan los "brazos abiertos" de la Iglesia católica acogiendo a sus fieles.
En resumen, Gian Lorenzo Bernini fue un maestro del barroco italiano cuya obra personifica la exuberancia, el drama y la intensidad emocional de este periodo artístico. Sus esculturas y arquitecturas destacan por su virtuosismo técnico, su capacidad para capturar el movimiento y su profunda expresividad emocional, dejando una marca indeleble en la historia del arte barroco y en la ciudad de Roma.
IV. Pintura Barroca
IV.1. Características Generales
La pintura barroca del siglo XVII se caracteriza por su realismo emocional y dramático, en contraste con la perfección clásica renacentista. Los pintores barrocos buscan representar la realidad de manera cruda y conmovedora, enfocándose en las expresiones faciales y corporales para transmitir emociones intensas.
En el ámbito religioso, la pintura barroca destaca por las representaciones de martirios y escenas sagradas, impulsadas por la Contrarreforma católica para fomentar la devoción. Se utiliza el efecto de luz y sombra (chiaroscuro) para crear profundidad y dramatismo en las composiciones, destacando las formas y añadiendo intensidad emocional.
Los pintores barrocos adoptan una técnica de pincelada suelta y dan prioridad al color sobre el dibujo, influenciados por la escuela veneciana. La diversidad temática es notable: en los países católicos se representan temas religiosos como la Inmaculada Concepción, mientras que la pintura protestante se inclina hacia escenas del Antiguo Testamento y vida cotidiana.
Además de lo religioso, la pintura barroca abarca paisajes, bodegones, retratos individuales y de grupo, y escenas variadas, reflejando la riqueza y vitalidad de este período artístico. La pintura barroca busca impresionar y conmover al espectador mediante su realismo, expresividad y diversidad temática.
Barroco Italiano
El Barroco italiano, representado por artistas como Caravaggio y Artemisia Gentileschi, se caracterizó por un enfoque realista y dramático, en contraste con la idealización renacentista. Caravaggio, conocido por su uso innovador de la luz, destacó por su naturalismo audaz, aunque a menudo sus obras fueron consideradas controvertidas por la Iglesia debido a su cruda representación de temas religiosos. Caravaggio aplicó su enfoque naturalista a escenas religiosas, como en "La Vocación de San Mateo", situando eventos sagrados en contextos cotidianos. Utilizó el claroscuro de manera intensa para resaltar la psicología de los personajes y la presencia divina.
Sus obras, como "La Conversión de San Pablo" y "La Crucifixión de San Pedro", rompieron con las convenciones tradicionales al representar el martirio de una manera cruda y sin adornos celestiales. "La Muerte de la Virgen", pintura de Caravaggio que causó controversia, muestra un realismo sin precedentes al representar la muerte de la Virgen María de manera terrenal y sin sacralidad. Este enfoque directo influyó en pintores posteriores, como Artemisia Gentileschi, quien adoptó el estilo tenebrista y la perspectiva barroca en sus obras. Artemisia, una figura destacada del Barroco italiano, se destacó en la representación dramática y el naturalismo extremo, influenciada por su mentor, Caravaggio. Su obra reflejó temas intensos, como en "Judith decapitando a Holofernes", que se ha interpretado como una expresión personal de su experiencia traumática. A pesar de las dificultades, Artemisia tuvo un impacto duradero en la pintura barroca europea, especialmente con su habilidad para representar la textura y la emoción con intensidad emocional y realismo.
Rubens
Rubens desarrolló un estilo único y se destacó por su habilidad para capturar movimiento y formas exuberantes. Creó un taller donde produjo numerosas obras con temas religiosos, mitológicos, históricos y profanos.
Es conocido por sus representaciones mitológicas de mujeres con formas voluptuosas y piel realista, como en su obra famosa "Las Tres Gracias" (1635), que representa figuras femeninas desnudas enlazadas de manos. Estas representaciones reflejan el ideal de belleza flamenco.
Una de sus obras religiosas destacadas es el "Tríptico del Descendimiento" (1614), que muestra una composición dramática con influencia de Caravaggio, usando un juego de luces y sombras (técnica del tenebrismo). Es reconocido como uno de los grandes intérpretes barrocos de la mitología pagana y la belleza femenina.