Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos, Conflictos Internos y Crisis Económica

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Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Conflictos Internos

La principal novedad del siglo XVII fue la introducción del valido. Se trataba de un personaje en el que el rey depositaba su absoluta confianza, entregándole las principales decisiones de gobierno, actuando, pues, como un auténtico primer ministro.

Felipe III

Felipe III confió los asuntos de Estado al duque de Lerma. Se trasladó la corte a Valladolid y se interrumpió la tendencia belicista del siglo anterior (Tregua de los Doce Años con Holanda), evitando así la subida de impuestos. La medida más importante fue la expulsión de los moriscos, cuyas consecuencias fueron nefastas: casi 300.000 moriscos abandonaron la Península.

Felipe IV

El valido de Felipe IV fue el conde-duque de Olivares. Felipe fue un monarca culto cuyas ideas se apoyaban en dos prioridades: la reputación, que obligaba a restaurar la tradición imperial de prestigio y a recuperar el protagonismo en el exterior, y las reformas para fortalecer la monarquía española y evitar su decadencia.

Para Olivares, el asunto político más importante era la unificación de la monarquía bajo unas mismas leyes e instituciones, siguiendo el modelo de Castilla. Para ello proponía tres vías:

  • Fomentar los matrimonios entre castellanos y otros territorios.
  • Negociar en cada territorio la modificación de sus leyes.
  • Eliminar los fueros locales e imponer las leyes castellanas.

Esto llevó a cabo a la Unión de Armas, pero fracasó por la oposición de las Cortes de la Corona de Aragón.

Carlos II

Cuando Felipe murió, su madre, Mariana de Austria, llevó a cabo la regencia, ya que su hijo era pequeño. La regente confió en Nithard y Fernando de Valenzuela. Cuando Carlos cumplió la mayoría de edad, primero gobernó Juan José de Austria, y posteriormente el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa.

Evolución Económica y Social en el Siglo XVII

Si el siglo XVI coincidió con una fase de crecimiento en la economía, el siglo XVII hasta 1680 fue una etapa de depresión en España y en toda Europa. Los factores que lo explican son: el descenso demográfico y el agotamiento económico.

Descenso o Crisis Demográfica

El descenso demográfico se debió a las grandes epidemias, la expulsión de los moriscos y las guerras constantes, que disminuyeron los matrimonios. La Hacienda real se vio en una situación lamentable debido al endeudamiento por los gastos enormes producidos por las guerras. Desde los comienzos del siglo XVII disminuyó el volumen de metales preciosos procedentes de América. Así, se buscaron nuevas fuentes de ingresos: alteraciones monetarias, nuevos impuestos, la exigencia de donativos voluntarios a la nobleza, la venta de títulos nobiliarios, etc. La crisis demográfica y los apuros fiscales de la Corona contribuyeron a agudizar la depresión económica del siglo XVII. Las manifestaciones más evidentes fueron:

  1. La caída de la producción agraria.
  2. Disminución de la ganadería ovina.
  3. La crisis de la industria textil castellana, por incapacidad de competir.
  4. El acaparamiento por extranjeros del comercio con América.

La sociedad siguió siendo estamental, marcada por los privilegios de los nobles y del clero. La nobleza aprovechó la debilidad de los reyes para aumentar su dominio señorial, mediante la compra de nuevas jurisdicciones. La Iglesia se mantuvo igual y las clases populares cada vez más pobres.

La crisis demográfica y económica del siglo XVII se puede considerar finalizada hacia 1680. Hubo un aumento de la natalidad y una lenta pero constante recuperación de la producción y el comercio.

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