Los Austrias Menores: Valimiento y Conflictos en la España del Siglo XVII
Los Austrias del siglo XVII: Gobierno de validos y conflictos internos
A diferencia del siglo anterior, los monarcas del siglo XVII mostraron un creciente desinterés por la dirección política directa, delegando las tareas de gobierno en manos de validos. Estos eran elegidos por la confianza personal del monarca dentro del grupo aristocrático en el que se apoyaba. Los validos gobernaban por delegación del rey —de manera informal— como primeros ministros. Esto significó la modificación del sistema polisinodial (basado en consejos), que fue sustituido en la práctica por juntas reducidas compuestas por nobles fieles a los validos.
Felipe III (1598-1621)
Otorgó su confianza o privanza al Duque de Lerma. Este otorgó cargos a parientes y amigos, creando una red clientelar que actuaba, en su mayoría, en beneficio propio, en un contexto de recuperación del poder político por parte de la alta nobleza. Trasladó temporalmente la capital a Valladolid (cercana a la villa ducal de Lerma), aunque solo por breves años (1601-1606). El escándalo por la corrupción llevó a la caída de Lerma y al ascenso de su hijo, el Duque de Uceda.
Entre las medidas de este reinado destaca la expulsión de los moriscos (1609), motivada por el rechazo social, la homogeneidad religiosa y el temor a una posible colaboración con el Imperio Otomano o los piratas berberiscos. Esta medida supuso una demostración de fuerza de la monarquía y afectó a unas 300.000 personas, principalmente de los reinos de Valencia y Aragón, que quedaron demográfica, cultural y económicamente muy perjudicados.
Felipe IV (1621-1665)
Eligió como valido al Conde-Duque de Olivares (1621-1643). Olivares era inteligente y tenía grandes proyectos de reforma, que abarcaban desde la recuperación de la reputación exterior hasta una “Reformación” interior, entendida como la recuperación del poder de la Monarquía, el fomento del desarrollo económico y la mejora de las costumbres. Proyectó una red nacional de erarios (bancos públicos), pero la iniciativa fracasó y acabó derivando en un aumento de impuestos, concretamente del servicio de millones.
Su programa incluía la unificación jurídica e institucional de todos los reinos peninsulares y la Unión de Armas, un proyecto que buscaba crear un ejército permanente de gran tamaño, reclutado y costeado por todos los territorios de la Monarquía. Este proyecto fracasó debido a la oposición de las Cortes de la Corona de Aragón. El declive del Conde-Duque se aceleró por las distintas rebeliones internas (Cataluña, Portugal en 1640) y las graves derrotas militares exteriores, cayendo finalmente en desgracia en 1643. Fue reemplazado por su sobrino, Luis de Haro.
Carlos II (1665-1700)
Durante su minoría de edad (bajo la regencia de su madre, Mariana de Austria) y reinado efectivo, tuvo varios validos y figuras influyentes:
- El jesuita Nithard (confesor de la regente, ejerció brevemente el poder).
- Don Juan José de Austria (hermanastro del rey, gobernó hasta su fallecimiento en 1679).
- El Duque de Medinaceli.
- El Conde de Oropesa.
El reinado se desarrolló en un clima de creciente inestabilidad política y debilidad militar frente a la Francia de Luis XIV. Sin embargo, se pueden atribuir ciertos éxitos económicos a este periodo, especialmente durante el mandato de Oropesa:
- Control de la inflación (reforma monetaria).
- Moderación fiscal (no se crearon impuestos nuevos).
- Reforma en la forma y el volumen de la recaudación fiscal.
La falta de un heredero directo al trono desencadenó, a la muerte del rey en 1700, la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), que supuso el fin de la dinastía Habsburgo en España y el advenimiento de los Borbones.