El Auge del Imperialismo y la Expansión Colonial Europea
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La Expansión Imperialista
La expansión imperialista fue una renovación del antiguo colonialismo provocada por el surgimiento de una economía mundial y por los conflictos entre las grandes potencias que aspiraban a repartirse el mundo. El mundo colonial se presentaba ante las potencias capitalistas como mercado, como abastecedor de recursos y materias primas, y como garantía de prestigio.
Del Colonialismo al Imperialismo
Las antiguas potencias coloniales ocupaban ya a finales del siglo XIX un lugar muy secundario:
- España: solo mantenía Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
- Portugal: tenía Angola y Mozambique en África, Goa en Indonesia y Macao en China.
- Países Bajos: conservaban Java.
A lo largo del siglo XIX se había producido una fuerte corriente emigratoria europea que colocaba sus excedentes de población en el exterior. Por otro lado, la crisis de la década de 1870 empujaba a los países a buscar nuevos mercados y materias primas: Bélgica buscaba en el Congo minerales, Gran Bretaña algodón en Egipto y Francia seda en Indochina.
Las colonias eran organizadas para ser controladas y administradas por la metrópoli. Podemos distinguir tres clases de colonias:
- Colonias de explotación: En ellas, la metrópoli se dedicaba a la explotación económica. No tenían gobierno propio y los europeos ejercían en ellas una política de ocupación.
- Colonias de poblamiento: Eran colonias que recibían población blanca que emigraba para establecerse de forma permanente. Tenían autonomía en el gobierno. Las británicas se conocían como dominios (Canadá, Australia...).
- Protectorados: Eran territorios que, tras la ocupación europea, mantuvieron la organización estatal, el gobierno indígena y un aparato administrativo propio. La metrópoli creó un gobierno paralelo que se ocupaba de la política exterior.
La Hegemonía Colonial Británica
Gran Bretaña formó el mayor imperio colonial de la época. El imperio británico agrupaba en 1914 el 20% de la superficie de la Tierra y el 25% de la población mundial. Sus colonias estaban repartidas por todos los continentes, muchas localizadas en puntos estratégicos fundamentales (Gibraltar, Suez, Singapur, Hong Kong) que convertían a Gran Bretaña en dueña de las rutas marítimas mundiales.
La India fue la colonia principal a causa de su gran variedad de riquezas, como té, especias y algodón. Para asegurar la ruta hacia la India, los británicos se hicieron con el control de Suez y Egipto, y para protegerla frente al avance ruso y francés conquistaron territorios en Asia. En África, Gran Bretaña avanzó desde el sur, desde su colonia de El Cabo, hacia el norte, intentando enlazar con Egipto mediante un corredor continuo vertical. Este inmenso imperio se completaba con la posesión de Canadá y de gran parte de Oceanía y de los archipiélagos del Pacífico.
Francia
El imperio francés constituyó el segundo imperio en importancia y dimensiones. En África, la expansión francesa comenzó en el litoral mediterráneo con la conquista de Argelia y Túnez y con el establecimiento de un protectorado en Marruecos; después obtuvo importantes territorios en el centro y el oeste del continente. En Asia, las grandes adquisiciones francesas se produjeron en Indochina.
Otros Imperios Europeos
- Rusia: No se proyectó fuera de su propio ámbito geográfico y buscó su expansión terrestre por Asia siguiendo la tradición iniciada en el siglo XVI. La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones: incorporación de las tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico (Vladivostok), Turquestán y Pamir. En el intento de dominio de Manchuria, Rusia sería derrotada por Japón en la guerra de 1905.
- Alemania e Italia: Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporaron tardíamente a la empresa imperialista. Alemania logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín algunas posesiones africanas: Togo, Camerún y Tanganica; en Oceanía: Nueva Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas y Carolinas. Italia ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea, la costa somalí del océano Índico. Más tarde arrebató Trípoli y la Cirenáica (en la actual Libia) a Turquía.
- Bélgica: Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo con Leopoldo II.
El Reparto de África
Se pasó de una situación anterior, en la que las potencias europeas solo estaban presentes en la costa, a otra en la que no quedó un palmo de territorio sin repartir entre las mismas. Británicos y franceses tuvieron ventaja porque poseían bases en África desde el siglo XVIII. Ambos países soñaron con crear imperios continuos: de norte a sur los británicos; de oeste a este los franceses. Otras potencias llegaron tarde y se tuvieron que conformar con partes más pequeñas. La expansión colonial provocó frecuentes fricciones entre las potencias. Para evitarlas se reunió la Conferencia de Berlín (1885), organizada por Bismarck, en la que las potencias europeas realizaron un auténtico reparto del continente africano. También adoptaron los siguientes acuerdos:
- El reconocimiento del Congo como dominio belga.
- La ocupación de la costa daba un derecho sobre el interior.
- Los ríos Níger y Congo de libre navegación.
Los mapas políticos se vieron alterados por la creación de fronteras artificiales que nada tenían que ver con la configuración preexistente y que forzaron la unión o división de grupos tribales y étnicos, provocando innumerables conflictos (Ruanda, Liberia, etc.) que se han mantenido hasta nuestros días.
Las consecuencias de la colonización fueron enormes desde el punto de vista positivo y negativo:
Positivo:
- Construyeron en las costas puertos con instalaciones modernas.
- Fomentaron los cultivos básicos de cada territorio (monocultivo).
- Victorias contra las enfermedades tropicales.
Negativo:
- Profundas transformaciones de las sociedades indígenas.
- Brusco impacto de la cultura occidental.
- Las fronteras de los europeos no respetaban el mapa étnico (o cultural de cada territorio), lo cual ha dejado una herencia de odios tribales.
La Democracia se Afianza
En esta etapa, los Estados europeos se fueron democratizando progresivamente: se avanzó en el terreno de la legislación social, el sufragio universal masculino estaba mayoritariamente extendido y los partidos socialistas entraban en los parlamentos y las masas populares, la clase trabajadora, se incorporaban al escenario político.
La Política de la Democracia
Las clases dirigentes comprobaron que, a pesar de sus temores, la democracia parlamentaria era compatible con el mantenimiento del sistema capitalista y del orden social y político. En 1914 la democracia estaba consolidada en los países que disfrutaban de una economía avanzada: Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Escandinavia, Alemania... Había fracasado en la Rusia zarista y resultaba insuficiente en el Imperio Austrohúngaro y los países mediterráneos.
Reino Unido vivía una época de esplendor (era victoriana). Dos partidos se turnaban en el Gobierno: el conservador (tory) y el liberal (whig). Las estructuras británicas eran estables y avanzaban de forma gradual.
Francia vivía bajo la III República, regulada por la Constitución de 1875 con medidas de protección social.
En Alemania, la monarquía del II Reich era autoritaria; había una gran diferencia entre el desarrollo económico y la escasa modernidad política.