El Arte del Renacimiento Italiano: Arquitectura, Escultura y Pintura
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Introducción al Renacimiento
Este movimiento nace en Italia, país que tenía más cerca las fuentes que ahora servirían de inspiración a los artistas renacentistas. Italia estaba salpicada de innumerables restos del Antiguo Imperio Romano, de los que los humanistas extraerían las mejores enseñanzas. Además, en Italia nunca se perdió el espíritu clásico, conservándose incluso, en cierta medida, durante toda la Edad Media, durante el Románico y el Gótico. No hay que olvidar tampoco que es aquí uno de los lugares donde se desarrolla la nueva economía, apareciendo una nueva sociedad, que tiene unos nuevos intereses y que necesita un nuevo lenguaje.
La Arquitectura del Renacimiento
Frente a las formas góticas, se oponen las formas y principios de la arquitectura clásica, pero no se trata de una copia sin más de los mismos, sino de una interpretación de las leyes en que se basaba el arte clásico. Se parte de los órdenes y demás elementos arquitectónicos griegos y romanos, pero modificando sus proporciones, etc. Toman como fundamento las formas básicas geométricas claramente perceptibles: círculo, cuadrado, cubo, etc., mostrando especial preocupación por las proporciones matemáticas de las construcciones, tanto en las estructuras como en las plantas. Establecen unas relaciones simples de longitud, altura y profundidad, conseguidas a partir de módulos y de minuciosos cálculos matemáticos, existiendo un equilibrio entre las dimensiones de la planta y la altura, sin predominar lo vertical sobre lo horizontal.
2.2. Los Arquitectos del Quattrocento (siglo XV)
Florencia es el centro más importante de este período, bajo el mecenazgo de los Medici. Se caracteriza por los estudios científicos basados en la perspectiva y en la idea de la proporción. La segunda mitad del siglo se distingue por la abundante y menuda decoración.
A) Filippo Brunelleschi
La figura más significativa de la arquitectura del Quattrocento, auténtico creador del estilo renacentista. Presta especial interés a las proporciones y compagina lo monumental con la minuciosidad decorativa.
- Cúpula de Santa María dei Fiori de la Catedral de Florencia, levantada en el siglo XIV. Debía cubrir el espacio del cimborrio con una cúpula de 42 metros, como la del Panteón de Agripa, en la que se inspira. Sobre un tambor octogonal de 13 m, con grandes ventanas redondas, de finales del XIV, surge la necesidad de ingeniosas soluciones para que el tambor soporte los empujes oblicuos. La cúpula consta de dos cascarones, el exterior de más altura para ejercer un empuje más vertical. Además, utiliza ladrillos huecos para aligerar el peso. Obra maestra por su ingenio constructivo, por su belleza y por la pureza de sus formas.
B) León Bautista Alberti
Erudito y estudioso de la Antigüedad, escribe varios tratados, entre ellos "De re aedificatoria". Para Alberti, la belleza radica en los principios matemáticos, en las proporciones de sus partes y en las formas geométricas (círculo y cuadrado). Crea diversos tipos arquitectónicos: la iglesia de nave única con capillas entre contrafuertes (precedente de las iglesias jesuíticas barrocas), la fachada inspirada en los arcos de triunfo romanos, etc.
- Finalización de la fachada de la Iglesia de Santa María Novella de Florencia. Alberti diseñó la gran puerta central, los frisos y el complemento superior de la fachada, en mármol blanco y verde oscuro, armonizando los elementos previos góticos con los nuevos, puramente renacentistas.
2.3. Los Arquitectos del Cinquecento (siglo XVI)
La capitalidad del arte pasa de Florencia a Roma, bajo el mecenazgo de los Papas (Julio II, León X y Sixto V). Para demostrar el poder creciente de la Iglesia y el Estado se recurre al clasicismo: se utilizan con mayor rigor los órdenes clásicos. Es un arte solemne y monumental, pero se huye de todo colosalismo deshumanizado, predominando la medida, el equilibrio y la proporción. Disminuye, prácticamente desaparece, la menuda decoración anterior, prefiriéndose una decoración basada en los efectos monumentales de los elementos arquitectónicos. Empleo de frontones triangulares y semicirculares en combinación. Se impone el uso de plantas centralizadas con cúpula, símbolo del orden divino existente en el universo.
A) Donato Bramante
Se inicia bajo las formas anteriores, pero cambia hacia un nuevo clasicismo: cautivado por las ruinas romanas, por sus volúmenes grandiosos y sus perspectivas colosales. Muestra preferencia por las estructuras simples, es lo constructivo lo que le interesa especialmente. Se interesa por los problemas de geometrismo, perspectiva y simplicidad, características de toda la arquitectura del XVI.
- San Pietro in Montorio. Pequeño templo circular sobre gradas circulares y rodeado de columnas lisas en el piso bajo. En el piso de arriba, cuerpo circular rodeado por una balaustrada. Todo ello coronado por una proporcionada cúpula. Sobriedad, elegancia y robustez puramente romanas.
B) Andrea Palladio
Su ideal arquitectónico aparece en su obra “Los cuatro libros de Arquitectura”: defiende la absoluta racionalidad frente al subjetivismo manierista, contemporáneo de estos arquitectos y tratadistas. Muy características de su obra son la sucesión rítmica de arcos entre dinteles y el hecho de coronar las fachadas con esculturas, que coinciden con el eje de las columnas adosadas al muro o con grandes frontones.
- La Villa Capra (la Rotonda)
- La Iglesia de San Jorge de Venecia
- El Teatro Olímpico de Vicenza
2.5. La Arquitectura Manierista
Encontramos rasgos manieristas en obras anteriores, por ejemplo, la Biblioteca Laurentiana de Miguel Ángel preludia el Manierismo: apenas hay espacio suficiente para ella en el vestíbulo, las columnas están dentro del muro, etc. El Manierismo es una época de crisis cultural, que se manifiesta en la arquitectura poniendo en duda la validez de lo clásico e iniciando el dinamismo protobarroco:
- Frente a la objetividad absoluta del ideal del Renacimiento, se acentúa la individualidad del artista.
- Los arquitectos no aportan nuevos elementos, sino que combinan de una forma nueva los ya existentes, multiplican los elementos arquitectónicos empleándolos de un modo arbitrario.
- Se apartan del racionalismo renacentista, no se busca la proporción ni la armonía.
- Se buscan efectos sorprendentes y pintorescos, etc.
Ejemplos:
- Palacio y Pasaje de los Uffizi de Florencia, de Vasari: dos fachadas afrontadas que generan un espacio muy estrecho, que favorecen la perspectiva.
La Escultura del Renacimiento en Italia
El sentimiento clásico aparece antes en la escultura que en la arquitectura, ya en la Europa Gótica. En el Trecento, en Siena y Pisa, Nicolás y Juan Pisano difunden ya un arte naturalista y moderno. Es en Italia donde este temprano brote aparece debido a los abundantes restos de escultura romana que allí se conservaban. Utiliza materiales nobles como el mármol y el bronce, con los que se alcanza gran perfección. Los protagonistas son el hombre y la naturaleza, acentuándose el naturalismo. Se busca la representación de la realidad, aunque a veces ésta se idealice. Se intentan crear modelos ideales, que expresen el ideal humano tal y como se concibe en el Renacimiento. También es importante la preocupación por la expresividad de las figuras. En bulto redondo se realizan bustos, figuras de cuerpo entero, motivos funerarios y estatuas ecuestres. Tampoco se descuida el relieve, utilizándose en la misma obra el alto, medio y bajo, para dar sensación de profundidad. Por último, mencionar que la escultura renacentista se caracteriza por la proporción, la simetría y el canon. Aunque continúa siendo fundamentalmente cristiana, se subordina el simbolismo religioso a la consecución de la belleza, centrando su interés en la belleza formal de las figuras, estudiando asimismo la anatomía a través del desnudo y el retrato. También reaparecen los temas mitológicos.
2.2. La escultura del Quattrocento (siglo XV)
El Quattrocento será en escultura un siglo florentino, dominándose ya todas las técnicas y estilos.
A) Lorenzo Ghiberti
El primer gran escultor enteramente renacentista, aunque inicia su estilo con muchas supervivencias formales del mundo del gótico internacional. Destaca sobre todo por la visión pictórica de los relieves.
- Segundas Puertas del Baptisterio de Florencia. En 1401 se convoca un concurso para realizar las puertas que faltaban del Baptisterio de Florencia. Se presentan importantes artistas, entre ellos Brunelleschi, pero el concurso lo gana Ghiberti. Puerta con escenas evangélicas fundida en bronce. Tanto el marco como la composición conservan elementos del Gótico internacional (curvas de las figuras y paisaje acartonado), pero también innovaciones clásicas, como el volumen.
- Puerta de la Gloria del Baptisterio de Florencia.
B) Donatello
Es el más importante escultor del siglo XV. Busca siempre representar al hombre lleno de vida, mostrando su capacidad de captación de los valores humanos en sus figuras.
- San Marcos. En sus obras iniciales aún formas estilizadas y curvadas propias del Gótico internacional. Destaca porque la figura definitivamente se hace independiente de su posición arquitectónica.
- San Jorge.
- David de bronce. Joven pensativo y melancólico, tocado con el sombrero típico toscano. La composición invita a rodearlo y admirarlo desde todos los puntos de vista y es plenamente clásica, apareciendo desnudo, en contraposto.
- El Gattamelata, Padua.
2.3. La escultura del Cinquecento (siglo XVI)
En contraposición al siglo XV, y del mismo modo que en arquitectura, el XVI va a ser el predominio de lo romano frente a lo florentino. En lo estrictamente formal, las delicadezas cuatrocentistas y el amor al detalle menudo van a ceder el paso a una grandiosidad monumental y simplificadora, ya intuida en las obras de Jacopo della Quercia.
A) Miguel Ángel Buonarroti
Uno de los máximos genios de la Historia. Fue poeta, pintor, arquitecto y, sobre todo, escultor. Su calidad excepcional y su extraordinaria sabiduría frente a las formas del cuerpo y las complejidades del espíritu hacen de Miguel Ángel el prototipo universal del escultor, capaz de expresar en mármol cualquier concepto, idea o propósito, aun el más complejo. Sus figuras, realizadas en mármol blanco de Carrara, son siempre grandiosas, monumentales y muestran una gran vitalidad. En su tiempo fue ya casi divinizado y sus obras, incluso las inacabadas, han sido durante siglos modelos fervorosamente estudiados. De personalidad llena de rebeldía e idealismo, pasó su vida tras la busca de la Idea de Belleza. Sus figuras no son reales, sino ideales. Sus primeras obras son aún clásicas, inspiradas directamente en las antiguas, pero tras conocer la obra de Jacopo della Quercia, su monumentalidad imprimirá un giro definitivo a su obra. El equilibrio entre forma bella y movimiento, propio del Quattrocento, lo rompe en favor del movimiento, hasta llegar a reflejar en sus obras gestos y actitudes delirantes, vía que seguirán el Manierismo y el Barroco.
- Piedad del Vaticano. Reflejo de sus estudios de obras clásicas al llegar a Roma. Soberbia obra de perfecto equilibrio entre una concepción monumental, de volúmenes puros y cerrados, y un acabado refinadísimo y delicado; de belleza neoplatónica y composición racional, triangular. Sorprende la extremada juventud de la Virgen, en la que quiso, sin duda, expresar no la Virgen real, madre doliente y madura, sino la Virginidad eterna y sin edad.
- David. Desnudo heroico, de tamaño mayor que el natural, impresionante en su grandiosidad, rompiendo la iconografía tradicional, que lo representaba como adolescente. Realizado sobre un enorme bloque de mármol, pero de forma alargada y estrecha, lo que le obliga a hacer una obra casi plana. En él apreciamos los rasgos de su arte: la “terribilitá” (el carácter terrible y amenazador de sus figuras), la tensión de la anatomía, el movimiento contenido y centrípeto (con los miembros hacia adentro), la falta de simetría en la postura, la pasión del rostro y el perfecto estudio anatómico, dando la sensación de que la figura está viva. La postura es helénica, pero las manos, el gesto terrible, la disposición en zigzag del cuerpo, comunican una tensión que no es clásica, sino punto de partida del Manierismo.
- El Sepulcro del Papa Julio II: El Moisés y los Esclavos.
2.4. La Escultura Manierista
También en escultura, quebranto del ideal clásico: rasgo definitorio del Manierismo escultórico es la figura serpentinata, dibujando una ascensión helicoidal. Obras con un complicado movimiento, con varios puntos de vista, no limitándose a ofrecer una perspectiva principal. Ya en Miguel Ángel encontramos ejemplos de Manierismo: en la Tumba de Lorenzo de Médici, las figuras escapan del marco y del espacio que las contiene, con fuerza centrífuga que las hace inestables, de tono grave y tenso, las proporciones parecen rotas, etc. Ejemplos:
- El Rapto de las Sabinas de Juan de Bolonia: forma serpentinata trasladada a un grupo de figuras; movimiento y varios puntos de vista; los gestos muestran el olvido de la armonía clasicista.
- Perseo con la cabeza de Medusa de Benvenutto Cellini: tensión y desgarramiento en su exagerada musculatura; el pedestal de formas bulbosas anticipa la ornamentación barroca.
La Pintura del Renacimiento en Italia
En las ciudades italianas, la pintura experimenta un extraordinario impulso y una mutación constante. El número de artistas es tal que nos limitaremos a ver una visión general de su evolución y las figuras principales.
2.1. Evolución de la Pintura en el Quattrocento
El precedente fundamental hay que buscarlo en la figura de Giotto, el gran maestro del siglo XIV. Sigue siendo fundamental el tema religioso, pero ahora tratado en ocasiones como si fuera profano, tema que también se cultiva, junto con el mitológico. Como reflejo del individualismo de la época, se generaliza el retrato. Las composiciones son complicadas, pero es muy importante el sentido unitario del conjunto. La luz se maneja cada vez con mayor perfección, sobre todo para captar los volúmenes, pero falta cohesión entre el color y la forma, típico de la pintura italiana del momento: color no como resultado de la luz, sino superficie coloreada acotada por la línea. El dibujo es el elemento capital, por lo que los contornos son nítidos. El pintor del siglo XV está obsesionado sobre todo por la captación de la profundidad, por la perspectiva, utilizando para conseguirla los paisajes y las arquitecturas. También se camina hacia la consecución del movimiento. Se busca la belleza idealizada, evidente sobre todo en los desnudos. Estudio del hombre en todos los aspectos, sobre todo en la representación de sus sentimientos.
A) Fra Angelico
Pintor de la tradición del gótico internacional, representa una continuidad del espíritu religioso medieval que se reviste de las formas nuevas, con un uso sobrio de la perspectiva, de los elementos decorativos y arquitectónicos del repertorio clásico, de la luz, de la anatomía y de una nueva concepción del volumen. Ejemplos:
- La Anunciación (del Museo del Prado y otras). En este tema puede desplegar su dulzura y temperamento tranquilo. Equilibrio en los paisajes, líneas y colores (dibujo y colorido suaves) y claros ejemplos de arquitecturas pictóricas.
B) Tomasso Masaccio
Es el creador de una sensibilidad poderosa y monumental, totalmente desligada de todo recuerdo de la sensibilidad del gótico y entroncado directamente con la grandiosidad escultórica de Giotto. Masaccio representa la afirmación del nuevo estilo, como Brunelleschi o Donatello lo representan en la arquitectura y en la escultura.
- El fresco la Trinidad de Florencia. Fondo de arquitectura plenamente renacentista. Monumentalidad en las figuras, volumen, perspectiva lineal.
H) Sandro Botticelli
Alejandro Botticelli es la personalidad más famosa de la segunda mitad del siglo XV. Dibujante exquisito, refinado y nervioso, es el creador de unas maravillosas composiciones mitológicas de líneas ondulantes y contornos precisos.
- El Nacimiento de Venus. Es característico su dibujo de trazos nerviosos, el movimiento que agita a sus figuras, las formas ondulantes, la tristeza y melancolía de sus rostros, los paisajes primaverales, la profundidad, la glorificación del cuerpo humano desnudo. No le interesa el espacio ni la perspectiva, el fondo es sólo un pretexto decorativo. La apariencia misteriosa e indeterminada de Venus por influencia del neoplatonismo.
- Alegoría de la Primavera. El neoplatonismo de Botticelli también lo vemos en su gusto por la alegoría. Sin perspectiva renacentista, carece de profundidad, lo que acentúa la sensación de irrealidad.
2.2. Evolución de la Pintura en el Cinquecento
Florencia continúa siendo la capital del arte, pero sus figuras se trasladan a Roma, donde el Papa es ahora el mayor mecenas, o viajan por diversas ciudades. Mejor manejo del color, perdiendo su imperio el dibujo y el contorno, aunque los pintores florentinos siguen dándoles mayor importancia que otras escuelas. La luz adquiere una nueva importancia y con ella las sombras, casi ausentes en el siglo anterior. Las formas son ya redondeadas, no con apariencia tan plana como antes. Gracias al claroscuro de luces y sombras se consigue el volumen, junto con otros recursos (como poner el brazo en primer plano). Ya no hay obsesión por la perspectiva, la profundidad se consigue ahora de una forma más natural, sin esfuerzo. Los paisajes se enriquecen, son más variados: unos luminosos, otros neblinosos o crepusculares, etc. La composición es clara, con frecuencia triangular, relacionándose las figuras con las miradas y gestos, con una única escena o destacando claramente la principal.
A) Leonardo da Vinci
El tránsito del Quattrocento al Cinquecento lo encarna de modo excepcional Leonardo da Vinci, que ha sido considerado siempre el arquetipo de hombre renacentista por su pasión por todas las formas del saber: fue científico, escritor y artista. Discípulo de Verrochio, duda entre la escultura y la pintura, pero aunque cultiva las dos, se siente especialmente pintor e ingeniero. Como pintor, su gran creación es el “esfumato”, artificio pictórico que consiste en prescindir de los contornos netos y precisos del Quattrocento y envolverlo todo en una especie de niebla imprecisa, que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera. El paisaje adquiere así una misteriosa dimensión, y los personajes, un encanto distante y enigmático. Tuvo muchísimos imitadores; su influencia fue definitiva para artistas de primer orden como Rafael o Correggio.
- La Virgen de las Rocas. Se muestra como gran maestro de la composición triangular y de los juegos de luces. Las figuras se destacan de la penumbra de la cueva que hay tras ellas, lo que le da un aire de misterio. Una de sus obras paradigmáticas por la composición equilibrada, la idealización de los modelos y la perspectiva aérea. Las figuras no tienen perfil, sus límites se pierden en una neblina conocida como “esfumato”.
- La Gioconda o Monna Lisa. Uno de los retratos más famosos del mundo: busto prolongado con las manos en primer plano. Dibujo difuminado mediante suaves contrastes de luces y sombras que además prestan volumen y un aire enigmático a las figuras, logra un “esfumado” perfecto. La suave y enigmática sonrisa produce esa misma impresión poco precisa, susceptible de interpretaciones diversas. No menos admirable es el lejano paisaje y sus efectos lumínicos, interponiendo atmósfera y perspectiva aérea entre la dama y su entorno.
- Última Cena de Sta. María de las Gracias de Milán. Gran fresco reducido hoy casi a ruinas por las malas condiciones de conservación y por la nueva técnica empleada por Leonardo: mezcla oleosa sobre temple. Composición muy cuidada, introduce un nuevo sentido de equilibrio: grupos que gesticulan y expresan diferentes sentimientos en sus rostros, sólo Cristo permanece quieto y silencioso. Todo ello iluminado por la luz frontal y la del fondo de paisaje, que ayuda a lograr la profunda perspectiva.
B) Rafael Sanzio
Su obra es enorme, tratando gran cantidad de temas: religiosos, retratos y grandes composiciones. No es un innovador, sino un artista que lleva a su perfección los descubrimientos de los anteriores, siendo quizá el artista que representa mejor que nadie la perfección del clasicismo. Destaca sobre todo por el encanto de sus “Madonnas”. También destaca por la calidad de sus elementos pictóricos: luces, composición, etc. Pero su gran aportación es la amplitud y profundidad que da a sus composiciones.
- Desposorios de la Virgen. Gran profundidad de la perspectiva, cerrada por un templo al fondo. Escalonamiento de tamaños de las figuras.
- La Escuela de Atenas. Platón y Aristóteles en medio de un espacioso encuadre arquitectónico, alegoría de la Filosofía. Considerada la obra maestra de Rafael y el prototipo de la pintura del Pleno Renacimiento por su armonía y perfección: perspectiva, composición de gran número de personajes, fuerza expresiva de los gestos, colorido, etc.
- El Incendio del Borgo. Demostración de su dominio del cuerpo humano y de la expresividad de las emociones.
- La Madonna del Gran Duque. Influencia de Leonardo en la gradación suave de las luces, en la ligera torsión de los cuerpos y en la expresión melancólica de la Virgen.
- La Virgen del jilguero. Ejemplo perfecto de la pintura del siglo XVI. Composición piramidal de la Virgen, San Juan y el Niño enlazados con gestos y miradas. Destacan los volúmenes sobre un fondo paisajístico lejano.
- Retrato del Cardenal del Prado. Rafael es también un gran retratista: busca ante todo dar una visión idealizada y complaciente del retratado.
C) Miguel Ángel Buonarroti
Fundamentalmente escultor, por lo que sus figuras conservan la importancia del dibujo, el deseo de movimiento y la apariencia más escultórica que pictórica. Ejercerá una influencia capital en artistas contemporáneos y posteriores, sobre todo del Manierismo.
- Frescos de la Bóveda de la Capilla Sixtina. Nueve historias del Génesis flanqueadas por Ignudi, Profetas y Sibilas en la bóveda, en los lunetos los Reyes de Israel, en los medios puntos de los muros los antepasados de Cristo y en las esquinas dramáticos relatos bíblicos. Sus figuras están cargadas de dinamismo, los colores que emplea son fríos y azulados, muy expresivos, los perfiles consiguen un volumen escultórico, la técnica es suelta y de vigorosas pinceladas, las figuras son grandiosas y de expresión terrible. Destaca la Creación de Adán, donde el gesto creador de Dios se proyecta a través del contacto eléctrico de los dedos, presentándonos el acto de la creación con una grandeza jamás igualada.
- El Juicio Final de la Capilla Sixtina. En esta obra refleja la visión sombría y pesimista del momento en que fue realizada, mediados del siglo XVI: el Dios de la Justicia, totalmente desnudo (cubierto por Volterra), castiga con fuerza a sus detractores; alrededor, una riada humana en variadas formas y actitudes en movimiento. Colosalismo y gran dinamismo, carencia de espacio para las figuras y sensación de angustia, dramatismo... en todos estos rasgos encontramos ya las raíces del Manierismo.
2.4. La Pintura Manierista
Arbitrariedad en el uso del color y las proporciones, que se alteran a voluntad, generalmente alargando las figuras, caracterizadas además por sus expresiones angustiadas, por ser serpentiformes, abundantes en escorzos, constreñidas por marcos estrechos y por situarse en ocasiones ante fondos negros, en los que resaltan las figuras como auténticos objetos de luz, características estas últimas ya casi barrocas.
- Bronzino: caracterizado por composiciones de figuras retorcidas en forzadas actitudes, potenciando el dramatismo, como en Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo.
- Correggio: maestro del escorzo, de la luz, las formas suaves e ingrávidas y de los rasgos delicados en las figuras femeninas e infantiles, como en Ganímedes y en Leda y el cisne en los temas mitológicos o en Noli me tangere en los religiosos. Supone el paso hacia el barroco en las pinturas al fresco de sus cúpulas.
- Parmigianino: caracterizado por sus composiciones artificiosas, propias del Manierismo, como en su Madonna del cuello largo.