El Arte Hispanomusulmán: De la Mezquita de Córdoba a la Torre del Oro
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La Mezquita de Córdoba
La última fase de la Mezquita de Córdoba corresponde a Almanzor, visir que gobernó entre los años 978 y 1002. En esta etapa se realizó la ampliación definitiva, ensanchando el espacio de la mezquita con ocho naves más. También se amplió el patio, lo que provocó que el mihrab quedara descentrado. En el siglo XVI, se construyó el crucero de la catedral en el centro de la mezquita, rompiendo la homogeneidad del espacio y del "bosque de columnas". Además, el minarete fue reconvertido en una torre campanario.
La Ciudad Palatina de Medina Azahara
Medina Azahara fue construida por orden del Califa Abderramán III, quien buscaba una capital político-administrativa que simbolizara grandeza y esplendor. Las obras, dirigidas por Maslama ben Abdallah, comenzaron en el año 936, a 5 km de Córdoba. Se invirtieron importantes recursos económicos, empleando hasta 10.000 obreros y materiales nobles, incluyendo más de 7.000 columnas, muchas de mármol de colores. La corte se trasladó allí en el año 945.
La ciudad se encuentra en una ladera de la Sierra Cordobesa, dividida en tres terrazas. La superior albergaba las dependencias palatinas, incluyendo la residencia del califa y los espacios de representación, distribuidos entre jardines. La segunda terraza estaba destinada a oficinas y viviendas de altos dignatarios. La última albergaba la mezquita, la casa de la moneda, el zoco y las viviendas de los servidores, e incluso un pequeño parque zoológico con fieras salvajes y pájaros exóticos. La ciudad, de plano rectangular y amurallada, contaba con cuarteles en los costados para su defensa. Fue arrasada al final del periodo califal, y actualmente se conservan pocos restos, aunque se continúan realizando excavaciones arqueológicas.
Uno de los elementos que se conservan es el Salón Rico, ubicado en la terraza superior. Este salón, parte de un pabellón principal destinado a la recepción de dignatarios, destaca por su riqueza decorativa. Se caracteriza por el uso del arco de herradura en una proporción exacta (4m de anchura por 3m de altura), similar a las dovelas de la Mezquita de Córdoba, sostenidos por columnas de mármol de colores con capiteles de avispero hechos a trépano. Los muros presentan decoración de atauriques (decoración vegetal sobre yeso). Se dice que el salón contenía dos pilas llenas de mercurio, que creaban un efecto de reflejos novedoso.
No se conservan las habitaciones privadas del califa, que, según se cuenta, estaban recubiertas de mármol, con techos dorados, y en cuya habitación colgaba una gran perla, regalo del emperador bizantino.
La Mezquita de Bib al-Mardom (Iglesia del Cristo de la Luz)
Destaca la mezquita de Bib al-Mardom, o Iglesia del Cristo de la Luz, cristianizada en el siglo XVII. Presenta una planta cuadrada reducida, dividida en tres pequeñas naves, cada una con tres tramos cubiertos por cúpulas nervadas diferentes entre sí. Se utilizaron materiales romanos y visigodos.
Reinos de Taifas
En el siglo XI, Al-Ándalus se dividió en pequeños reinos gobernados por familias poderosas, dando inicio al periodo de los Reinos de Taifas. Su arte, imitativo del Califal, contrasta con la inestabilidad política. Este estilo, más pretencioso que real, utiliza materiales pobres con un gran sentido decorativo. Ejemplos de ello son el Palacio de la Aljafería en Zaragoza y las Alcazabas de Málaga y Almería. En el Palacio de la Aljafería se utiliza profusamente el yeso para crear formas decorativas.
Arte de las Dinastías del Norte de África (Almohade y Almorávide)
Ante la situación de los Reinos de Taifas, en el siglo XI, se pidió ayuda militar a los almorávides, tribus bereberes con una concepción rigurosa del islam. Tras vencer a los cristianos en la batalla de Sagrajas en 1086, los almorávides unificaron Al-Ándalus bajo su mandato. A mediados del siglo XII, fueron sustituidos por los almohades, quienes los derrotaron en 1174. La derrota almohade en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 marcó el inicio de su declive.
Los almorávides aportaron elementos como los mocárabes (pequeñas piezas decorativas de yeso con forma prismática que cuelgan como estalactitas), el predominio del pilar sobre la columna y el alfiz (marco que encuadra los arcos).
Los almohades destacan por la austeridad de sus obras, reflejo de su rigurosidad religiosa. Entre sus construcciones más representativas se encuentran la Mezquita Mayor de Sevilla y la Torre del Oro.
La Torre del Oro
La Torre del Oro, construida en el siglo XIII, tiene una planta dodecagonal y alcanza una altura de 36 metros. Esta torre albarrana (exenta, pero parte de un conjunto defensivo) cumplía la función de vigilancia del río, controlando el paso de los barcos. Se divide en dos cuerpos superpuestos: el primero llega hasta la almena, y el segundo, de dimensiones más reducidas, es un cuerpo central. La linterna es un añadido del siglo XVIII. El nombre de Torre del Oro se relaciona con el revestimiento de azulejos que, al incidir el sol, emitían destellos dorados.