El Arte Gótico: De la Austeridad Cisterciense a la Luz de las Catedrales

A mediados del siglo XII, las construcciones románicas comenzaron a ser sustituidas por grandes y esbeltas iglesias en las ciudades europeas. Son las catedrales góticas, financiadas por los nobles, los grandes abades y los grupos gremiales. Las construcciones góticas estuvieron ligadas al nuevo grupo social, la burguesía.

El gótico, como estilo constructivo, apareció en 1140 unido a la edificación del monasterio debido a la influencia que la vida monástica ejercía en la sociedad y el pensamiento del momento. Pero en este año, el abad Suger y el abad Bernardo de Claraval manifestaron posturas enfrentadas sobre lo que debía ser el espíritu de una construcción edificada al servicio de Dios. Cada representación sobre cómo debía ser el interior de las iglesias dio lugar a una manifestación constructiva diferente:

• Grandes monasterios regidos por la orden del Císter, construidos siguiendo criterios de austeridad y de carácter rural.
• En las ciudades, en pleno proceso de crecimiento, se impuso un sistema constructivo a partir de la planta de Saint Denis, que se fue modificando a medida que los avances técnicos permitían una mayor altura de las bóvedas sin hacer peligrar la estructura del edificio.

Se desarrollaron dos sistemas constructivos diferentes: monasterios cistercienses y el gótico de las catedrales.

Monasterios Cistercienses

El abad Bernardo de Claraval concebía las iglesias alejadas de cualquier exceso ornamental. Propuso un tipo de edificio caracterizado por una austeridad constructiva absoluta; llegó a prescindir de los capiteles esculpidos que abundaban en los edificios románicos. Surgió un estilo constructivo caracterizado por la austeridad decorativa y ornamental que se impuso en todos los monasterios cistercienses.

La disposición en planta de los monasterios corresponde al esquema establecido:

• Una gran iglesia con un claustro adosado; en torno al claustro se distribuían las dependencias comunitarias fundamentales, destinando los pisos altos para los dormitorios.
• Bodegas, almacenes y cocinas aparecían como dependencias anejas, agrupadas en patios y claustros secundarios.

El monasterio cisterciense se caracterizaba por:

• Su funcionalidad y austeridad.
• Sus espacios amplios y el gran número de dependencias, que lo convertían en un centro autosuficiente.

Reunía en sus formas constructivas los elementos más avanzados del románico y empleaba también recursos propios de las catedrales góticas. Este estilo rechaza las grandes vidrieras y cualquier elemento ornamental.

Las Catedrales Góticas y la Luz

Las catedrales de los nuevos burgos adoptaron como elemento característico la riqueza ornamental del interior de los edificios. Lo consiguieron a partir de la luz, que representaba la esencia misma de la divinidad. Se propuso llenar la iglesia de luz, suprimiendo los muros y trazando, con el nuevo arco ojival, toda la cabecera y crucero de la iglesia. El arco apuntado y su sistema de contrarresto permitía eliminar el muro y sustituirlo por cristales de colores que permitían la entrada de la luz.

Los dos grandes elementos fueron:

• La búsqueda de luz.
• El sistema constructivo que permite sustituir el muro por las vidrieras.

Base Constructiva de las Catedrales

Empleaban el arco de ojiva en sus bóvedas, ya que les permitía un mayor control sobre el sistema de contrarresto o eliminar el peso de la cubierta. Al empleo de los arcos se unieron las bóvedas de crucería, que desplazaban el peso de la bóveda hacia unos puntos concretos. La bóveda fue evolucionando y llegó a formar redes de nervios que se denominaron de diferente forma según la figura que adopten: bóveda cuatripartita, sexpartita, estrellada, de tercelete…

Pero este sistema no liberaba al muro de los gruesos contrafuertes exteriores, así que el sistema de contrarresto se remodeló, y los contrafuertes se separaron del muro mediante arbotantes, que trasladan el peso de los nervios hacia el exterior. De este modo, se consiguió un sistema de cubierta abovedado. Se configuró así el denominado clarestorio.

Sustituyen el pilar compuesto por el soporte nuevo pilar de baquetones, que recibe los nervios de la bóveda y que tiene tantas columnas como nervios van a él. La tribuna del románico desaparece y fue sustituida por el triforio, pequeña galería ciega que recorre el edificio por encima de los arcos de separación de las naves. El muro quedó dividido en tres: arcos de separación, triforio y clarestorio.

Las plantas: se partió de las plantas de peregrinación románicas, pero en el nuevo estilo el brazo de transepto tiende a desaparecer. También se aumentó el espacio destinado al deambulatorio.

El exterior está cubierto por una fila, tela de araña compuesta por la sucesión de arbotantes y contrafuertes que, progresivamente, se hacen más complejos y más decorados. Uso de elementos arquitectónicos puntiagudos para dar sensación de altura. Los arcos apuntados comenzaron a rematarse con gabletes, las torres con agujas, y los contrafuertes culminaban en pirámides muy ornamentales. El cuerpo central tiene un gran rosetón y una galería con estatuas.

Evolucionaron las portadas, aunque mantuvieron elementos fijos: las arquivoltas con figuras, los tímpanos con historias, el parteluz y las estatuas-columna en las jambas de la entrada.