Arquitectura Románica: Características y Elementos Clave
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Arquitectura Románica
El Románico es el primer estilo artístico internacional de la cultura occidental unido bajo el principio de cristiandad. Comprende desde finales del siglo X a principios del siglo XIII d. de C. Nace en el contexto del año 1000 en Francia. Su nacimiento está relacionado con el denominado “terror del año 1000”, es decir, la creencia, por parte de la sociedad del medievo, del fin del mundo en dicho año. Para agradecer a Dios que tal catástrofe no se produjera, Europa se llenó de iglesias y monasterios. La coincidencia de factores como la estabilidad política, el crecimiento económico y el desarrollo de la vida monacal facilitó el auge del nuevo arte. Sin embargo, el factor más determinante fue el de las creencias y necesidades religiosas, cuyo origen está en los monasterios. Las rutas de peregrinación favorecieron el intercambio económico, cultural y artístico.
Etapas del Románico
- Primer Románico (finales X y siglo XI)
- Románico Pleno (último tercio XI-mediados XII) supone la implantación del románico en todas las artes.
- Tardorrománico (mediados XII- primer cuarto XIII) primeras manifestaciones artísticas del Gótico.
Características Generales
La primera manifestación del arte románico es la arquitectura. Los elementos que en ella se emplean ya existen en el arte romano, bizantino, islámico y bárbaro, pero se fusionan para permitir la aparición de un nuevo estilo, el románico. La arquitectura románica adquiere unos elementos arquitectónicos característicos del arte románico.
Predominan plantas basilicales y en cruz latina de tres o cinco naves con un crucero pronunciado que a su vez podía estar dividido en tres naves. En la cabecera hay altares (ábsides) y pequeñas capillas radiales (absidiolos), junto con un deambulatorio (origen de las criptas anulares carolingias) o girola que se forma al unirse las naves laterales por detrás de la central. En las plantas, la nave central es mayor que el resto de naves, lo que permite la colocación de tribunas sobre las laterales, cubierta con bóveda de horno. La columna pierde las proporciones clásicas al igual que los órdenes clásicos. La mayoría tiene basa y fuste muy variado. El capitel está decorado con motivos ornamentales. Sin embargo, la columna es insuficiente y se hace necesario un nuevo elemento: el pilar, soporte de sección circular o cruciforme, al que se adosan columnillas (baquetones). Otros soportes son los muros gruesos de piedra (sillares o sillarejo) que tienen escasos vanos. En el exterior del edificio, los arcos fajones se corresponden con los contrafuertes que refuerzan los muros. Las cubiertas son bóvedas de piedra. Estas bóvedas se apoyan sobre arcos paralelos al eje longitudinal de la nave, los arcos formeros. Mientras, las bóvedas de cañón lo hacen sobre los arcos fajones. Además, hay torres campanario (una o dos) flanqueando la portada principal. Otro rasgo arquitectónico es la portada que está abocinada por arcos de medio punto peraltados. Cada desdoblamiento de arco se llama arquivolta y el apoyo de cada arquivolta, la jamba. La portada posee un tímpano con la parte central almendrada, hay un parteluz. Cabe señalar la piedra cortada en sillares regulares. La nave central suele tener vanos circulares denominados rosetones.