Arquitectura Interior de la Catedral de Santiago de Compostela: Un Recorrido por su Historia y Estilo Románico

Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades

Escrito el en español con un tamaño de 7,73 KB

La catedral románica de Santiago, señorío eclesiástico en esos tiempos, se proyectó desde los cimientos para responder a una doble necesidad: constituirse en un relicario digno de albergar las reliquias del apóstol y disponer de un espacio que diese cabida al elevado número de peregrinos que se congregaba para venerarlas.

La construcción de la catedral románica fue impulsada por el rey Alfonso VI y, sobre todo, por el arzobispo de Santiago Diego Peláez. La primera campaña constructiva fue dirigida por el maestro de obras Bernardo el Viejo, que levantaría la cabecera. En la segunda fase (1100), la catedral experimenta un fuerte impulso y reactivación gracias al arzobispo Xelmírez, que la dejaría prácticamente terminada y decorada. En esta etapa trabajaron en el edificio los maestros Esteban y Bernardo el Joven. La tercera y última fase comienza en 1168 cuando se le encarga al Maestro Mateo la construcción de una cripta o catedral vieja (soporte necesario para el Pórtico de la Gloria). Con él se dan nuevas soluciones: bóvedas de crucería, arcos apuntados... que enlazan con el gótico. A pesar de los diferentes maestros, la catedral mantiene una importante unidad estilística, y combina la influencia francesa (muchos de sus trabajadores lo eran) e hispana, ya que también participaron maestros y canteros de la península.

Como corresponde a uno de los grandes centros religiosos de la cristiandad, el templo llama la atención por sus grandes dimensiones (97 m de largo), y también por su verticalidad (22 m de altura de bóveda frente a los 10 que mide la nave central de ancho, 5 las laterales). Se consigue así un gran espacio interior, de enorme capacidad para acoger a los numerosos fieles.

Materiales

Realizada en granito de cantería, se utilizan muros de perpiaño “limpios”, sin revestir. Las cubiertas son de laja del mismo material.

Planta

Presenta planta de cruz latina, a la que se le añaden los rasgos característicos de las iglesias de peregrinación. En la entrada podemos observar las dos torres (de planta cuadrada) y un nártex. A continuación, tres naves, la central más ancha y alta que las laterales y un transepto bien desarrollado igualmente con tres naves y dos capillas en absidiolas en cada brazo, remata en fachadas monumentales (Platerías en el Sur y Azabachería en el Norte).

La cabecera, orientada al Este, remata en una amplia ábsida semicircular con capelas radiales: semicircular en el interior y rectangular al exterior, la central; semicirculares las dos siguientes y poligonales las otras dos. El altar mayor, levantado sobre la cripta con las reliquias de los restos del Apóstol, está rodeado de la girola o deambulatorio, que viene a ser una especie de nave.

Así, la presencia de naves laterales en la nave principal y en el transepto, y su continuación en la girola (en la cabecera del templo) y en el nártex (en los pies) aseguran la circulación de los fieles a lo largo de todo el templo sin interrumpir el culto.

Alzado

La diferencia de altura entre las naves central y lateral está ocupada por un segundo piso sobre esta última. Así, el alzado se articula en dos niveles: las arcadas que dividen las naves y la tribuna que se continúa sobre las naves laterales, el transepto y la girola. De este modo, el alzado de la catedral resulta muy elegante y monumental.

Los arcos del primer nivel, los formeros que separan las naves, son de medio punto peraltado y doblados, apoyando en los pilares románicos formados por cuatro columnas adosadas, alternativamente, a un pilar o a una columna central (por lo tanto, cruciformes). Las columnas que dan a la nave central se prolongan hasta el arranque de las bóvedas, cargando en ellas los arcos fajones, otras dos cargan los arcos formeros que separan las naves y la cuarta sostiene el arco que separa las bóvedas de la nave lateral. La arcada configura los diez tramos en los que se dividen las naves.

En el segundo nivel se abre una tribuna, (que aumenta la capacidad de la catedral), con ventanas geminadas en arcos de medio punto sobre columnas pareadas, cobijados en un gran arco también de medio punto. Comunicaba directamente con las dependencias privadas del palacio episcopal.

Cubiertas

Las cubiertas son todas pétreas con gran variedad de bóvedas:

  • De cañón reforzada por arcos fajones en la nave central.
  • De arista en las naves laterales.
  • De arista curvilínea en la girola.
  • De cuarto de cañón con arcos diafragma en la tribuna (zona de la girola).
  • De horno en las absidiolas y capillas radiales.
  • El crucero con cúpula sobre trompas (al exterior, cimborrio).

En las esquinas de los brazos de la cruz, en la intersección de los cuartos de cañón de cada lado se produce una bóveda de una sola arista.

Muros, Vanos e Iluminación

El muro, principal elemento sustentante del edificio, es grueso y reforzado por contrafuertes en correspondencia a los arcos de faja del interior que reforzaban todo el sistema de cubiertas. En él se abren las ventanas que iluminan el interior, directamente en las naves laterales e indirectamente, a través de la tribuna, en la nave central. La cabecera cuenta con iluminación propia, pues tanto las absidiolas como el deambulatorio poseen sus propias ventanas. En todo caso, los vanos son pequeños y abocinados, de modo que domina el macizo sobre el vano y los interiores resultan umbríos, favoreciendo el recogimiento.

Ornamentación Interior

Se reserva para las fachadas, en el interior solo hay labra en los capiteles, vegetales, con animales y algunos historiados, y en la línea de comienzo de la tribuna con taqueado jaqués, o ajedrezado. Repartidas por la cabecera y las naves de la catedral encontramos doce cruces de consagración del templo, piezas de gran calidad elaboradas en el siglo XIII.

Otros Aspectos a Considerar

Bajo el centro del crucero de la catedral, existe una pequeña cripta con los supuestos restos del apóstol Santiago y los de sus discípulos. También sería digno de comentar el coro pétreo, con inmenso interés escultórico y arquitectónico, o la llamada catedral vieja, cripta realizada en los pies de la catedral para salvar el gran desnivel del terreno que tiene que salvar el templo, pero cada uno de esos espacios merecerían un comentario aparte y haría este inabarcable.

Conclusión

La Catedral de Santiago, con sus propias características, constituye un compendio de soluciones arquitectónicas y de innovaciones que otorgan al edificio gran armonía, solidez y grandiosidad.

Su planta de cruz latina, característica de las iglesias románicas, simboliza a Cristo crucificado y el sentido longitudinal subraya la idea de camino a Dios. El interior, por su altura y grandeza, debía provocar la emoción religiosa delante de lo sublime. No son sus dimensiones grandes solo por razones funcionales, como muestra del poder de la Iglesia, que también, sino que el peregrino tenía que sentirse asombrado delante de la arquitectura para, a través de la belleza humana, alcanzar la belleza divina. En definitiva, es la mayor iglesia de peregrinación del camino, con un carácter monumental sin precedentes en la península, y obra cumbre del Románico español.

Entradas relacionadas: