Arquitectura de Bramante: Milán y Roma en el Renacimiento
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Bramante: Arquitectura del Renacimiento en Milán y Roma
La obra de Bramante, desarrollada entre los siglos XV y XVI, se divide en dos etapas principales: la primera en Milán y la segunda en Roma.
Etapa en Milán
Santa Maria Presso San Sátiro
En esta iglesia, Bramante crea un trampantojo. Debido a la falta de espacio para un coro más grande, decora el altar con relieves y molduras de arcilla pintados, jugando con la perspectiva para generar una ilusión óptica.
Santa Maria de la Gracia
Bramante transforma esta iglesia medieval gótica, monumentalizándola con un estilo romano. Destaca la gran cúpula, inspirada en el Panteón, y su obsesión por la planta centralizada. La decoración, aunque abundante, busca emular el estilo romano del norte de Italia.
Etapa en Roma (Siglo XVI)
Leonardo Da Vinci, más allá de su relación personal con Bramante, influye en la exploración de plantas centralizadas. Bramante lleva esta idea a Roma, buscando el equilibrio con capillas y cúpulas.
Templete de San Pedro en Montorio
Encargado por los Reyes Católicos, este templete es una de las obras más armoniosas del Renacimiento. A pesar de su pequeño tamaño, destaca por sus proporciones rigurosas, simetría clásica, finas columnas y cúpula. Su función es principalmente simbólica.
Reconstrucción de San Pedro del Vaticano
El Papa encarga a Bramante la reconstrucción de San Pedro, acordando un diseño vanguardista y centralizado. La idea principal de Bramante era una planta de cruz griega, con cuatro grandes capillas y una cúpula central descomunal.
Tras la muerte de Bramante, la obra pasa a Peruzzi, quien simplifica la planta y aumenta el espesor de los muros. Rafael, posteriormente, propone una iglesia más tradicional. Sangallo añade un cuerpo delantero para definir el eje longitudinal y una fachada principal.
Finalmente, Miguel Ángel compacta la iglesia, mantiene el tamaño de la cúpula y transforma las columnas en muros. Simplifica el proyecto de Bramante, añadiendo un pórtico y una gran escalinata. Aunque elimina las cúpulas de Bramante, potencia la estructura y recupera el tambor y la linterna, inspirándose en la cúpula de Santa Maria de las Flores. La cúpula de Miguel Ángel destaca por su articulación y juego de claroscuro.
En 1607, Maderno amplía la iglesia con un cuerpo alargado, desvirtuando su monumentalidad. La fachada se transforma, siendo más ancha que alta. Bernini se encarga de la decoración interior.