Al-Ándalus y los Reinos Cristianos en la Edad Media
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Al-Ándalus: Reinos de Taifas y Reino Nazarí
El siglo XI se inicia con la muerte de Almanzor y la desintegración del Califato de Córdoba. Al-Ándalus queda dividido en reinos de Taifas. Los reyes musulmanes se ven obligados a llegar a acuerdos de vasallaje con los reyes y nobles cristianos para sobrevivir, lo que implica el pago de parias (ejemplos: Zaragoza, Toledo y Badajoz). En el siglo XII, los almorávides (pueblo musulmán del norte de África con religión rigorista) logran recomponer la unidad (Imperio Almorávide). Pero pronto se desintegra en nuevos pequeños reinos (segundos reinos de Taifas). A finales del siglo XII, los almohades (otro pueblo del norte de África muy ortodoxo) entran en la Península, componiendo la unidad musulmana. Tras la derrota en las Navas de Tolosa (1212, Jaén), el territorio musulmán queda muy reducido y atomizado (terceros reinos de Taifas). Esta situación se prolonga hasta la toma del último reino, Granada, por los cristianos en 1492.
Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura
Al-Ándalus estaba integrado en el mundo islámico, muy superior en ese momento a la cristiandad. En cuanto a su economía, establecieron mercados (zocos) en ciudades como Córdoba, donde usaban el dinar como moneda. Destacaba su artesanía (textiles, cueros) y la agricultura como principal actividad económica, gracias a avances como las acequias, el uso de regadíos y el cultivo de cítricos. La sociedad musulmana destacó por la convivencia entre judíos, cristianos y musulmanes. Los no musulmanes vivían en los estratos bajos, pagando tributos. Su cultura fue un puente de unión entre Oriente y Occidente, siendo Córdoba el centro del saber y las artes. Destaca Ibn Hazm en literatura por su obra El collar de la paloma. También destacaron en historia, astronomía y cartografía.
Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana y la Reconquista
El dominio musulmán de la Península nunca llegó a ser completo (Batalla de Covadonga, 722), configurándose cuatro núcleos de resistencia: el Reino Astur-Leonés (herederos del reino visigodo) y los tres reinos defensivos (marcas) del Imperio Carolingio (Navarra, Aragón y Cataluña). Los ocho siglos de Reconquista se dividen en:
- Avance cristiano hasta el Duero por tierras despobladas, con redoblamiento de prestar.
- Avance hasta el Tajo. Alfonso III ocupa Toledo. Repoblación concejil (dirigida por el rey).
- Gran avance y victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212). Fernando III toma Córdoba y Sevilla. Repoblación dirigida por órdenes militares, conformando latifundios.
- Conquista de Granada por los Reyes Católicos (1492) y repoblación de donadíos (repartos del rey a sus nobles), conformando los latifundios de la Vega del Guadalquivir.
Los Reinos Cristianos: Organización Política y Sociedad
La organización política de los cinco reinos se fundamenta en monarquías autoritarias. El rey es asesorado por un Consejo Real de nobles. La justicia es administrada por las Audiencias y la recaudación de impuestos es llevada a cabo por la Real Hacienda. Todo esto desarrolla una burocracia, gracias a aquellos formados en la universidad. El poder del rey aumenta respecto a los nobles gracias a la aparición del Ejército Real. Las Cortes son asambleas, surgidas en León, estamentales de nobles, clero y burgueses, que deciden sobre impuestos extraordinarios y presentan peticiones al monarca. La sociedad se rige por un sistema feudal y de servidumbre, con una división estamental (por nacimiento) en la que se observa una desigualdad de derechos y deberes. El siervo debe a su señor lealtad y el pago de impuestos en especie o corveas.
Organización Política de las Coronas al Final de la Edad Media
La Corona de Castilla tiene una fuerte centralización administrativa. La Corte es itinerante. Hay una unidad legislativa (Partidas de Alfonso X), una Chancillería (órgano judicial) y Contadurías (órgano fiscal). Desarrolla una burocracia con letrados y un Ejército Real. Las Cortes tienen un poder decreciente. Al frente de los municipios está el Corregidor, impuesto por el rey. La Corona de Aragón tiene un carácter pactista, con el poder del monarca limitado por las Cortes de Valencia, Aragón y Barcelona, donde se juran los fueros y privilegios, así como se recaudan impuestos. Los fueros eran definidos por la Justicia Mayor de Aragón frente al rey. En los municipios, batlles y veguers son independientes, sin corregidor. El Reino de Navarra posee un modelo similar a Aragón: poderes del rey limitados por Cortes, fueros, el Consejo Real, la Corte Mayor (justicia) y la Cámara de Comptos (finanzas).