Análisis Literario de una Novela Familiar
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Capítulo VIII (La señorita Rosa)
Sentada en el balcón, la señorita Rosa no paraba de llorar en ningún momento. Le habían dicho que en tres meses vendría Sofía. Sofía le causó un gran disgusto, pero pensaba que tres meses no acabarían nunca. La señorita Rosa se levantó a por la maleta, estaba hecha polvo anímicamente, entonces coge un trapo y limpia la maleta, pero no pudo seguir ya que sus lágrimas impidieron que siguiese limpiando. Vuelve a salir al balcón y pensar y hacer memoria de cuando estaba Marcel, el chófer, y se acuerda de las veces que iba con él sin que fuese vista por nadie. Rosa explica el carácter de Marcel y dice que era un buen chico y simpático, lástima que se fuera de casa, si no, estaba segura de que acabarían casándose. La señorita Rosa le enseñaba a Ramón y a María Francés y todo lo que sabía, pero los hermanos siempre le hacían bromas pesadas de gente rica y la señorita Rosa volvía a su llanto. Al paso del tiempo, la señorita Rosa cuidaba más de María, ya que le cuidaba la ropa, la arreglaba cuando tenía que salir y también cuando se encontraba mal. María opinaba de la señorita Rosa que era una persona fácil de humillar y Ramón opinaba lo mismo, incluso más. Ramón quería que María se fijara en él y María quería que Ramón se fijara en ella. Hasta que la señorita Rosa acabó con su paciencia, alisó el pelo, abre la maleta y coge el juego interior de muselina azul y va violenta para que Sofía le diga que no contaban más con sus servicios. Entonces, va al despacho del señor Eladi y, toda hermosa y electrizante, se acercó al señor Eladi, ya que estaba enamorada toda la vida de él, pero no era correspondido. Esta le dijo que Ramón nunca acabaría su carrera por malas notas y que amaba demasiado a María. Eladi, llamándola, la echó de la habitación. Desde este momento, no habría nunca paz en esa casa.
Capítulo IX (Eladi en busca de sus hilos)
Eladi le dijo a Marcel que se parara en el primer café que encontraran, ya que estaba muerto de sed. Estaba en un embudo de coches que tenía atascos en Premia y empieza a morderse las uñas, algo que no hacía desde cuando era joven. Una la había mordido demasiado, entonces, comenzó a salirle un poco de sangre. El miedo a la sangre se le debía por Terenci, que antes de morir vomitó dos veces sangre y tuvo que salir de la habitación para que no se mareara, puede ser, acabó con Armanda por este motivo, ya que ella se le acercaba cerca, aun teniendo una vena del dedo reventada y llena de sangre. Después, pararon en una cafetería a beber cervezas y al volver al coche, Eladi se dice: ¿Y si la señorita Rosa ha tenido razón y hubiera visto visiones? De repente, un coche acabó poniéndose encima de él. Entonces, Eladi iba recordando lo que había hecho a la señorita Rosa pensando si le gustaría a Marcel, entonces, Eladi vio de lejos unas velas blancas entre el mar y la calima y recordó cuando estaba con María, ya que era su amada más que Ramón. Jaime no la había querido nada y después de su muerte sintió como si hubiera tenido más tranquilidad en su vida, ya que era un chico muy malaltós.
Entonces, Eladi bajó del coche y fue a respirar y sentir las olas del mar y pensar cómo separar a sus dos hijos, María y Ramón, y que tenían que entender que eran hermanos. Por otro lado, dentro del coche, Marcel recordaba a la señorita Rosa calificándola de buena persona y que sabía actuar con Ramón y María cuando eran pequeños. Hasta que ya se le había pasado el mareo y cuando se le pasa lo que tiene es mucha hambre, entonces se fue a comer a un buen lugar con Marcel y Eladi, que tenían hambre. Eladi, más tarde, no fue a buscar a los hijos, decidió escribirles y decirles que vinieran de seguida a casa porque estaba enfermo y se excusó con los Balsareny.
Capítulo I (El notario Riera)
En este capítulo habla de que Teresa va a visitar al notario Riera a su oficina. El notario hace como si no la recordara. La finalidad de aquella visita era que Teresa no quería vender la finca a Quim, el mejor amigo de Valldaura. Finalmente, no fue vendida esa finca.
Capítulo II (El tiempo pasado)
En todo este capítulo habla de la descripción del Carré, del tiempo y de la naturaleza. Y principalmente habla de los sentimientos que tiene el notario hacia Teresa.
Capítulo III (El profesor de piano)
El protagonista de este capítulo es el profesor Rodas, profesor de piano. Nos hace referencia también de una carta muy importante que recibe de Granados, supuestamente el mejor amigo de Rodas. Nos enfocan la noticia de la muerte de Granados, que murió ayudando a su mujer a no ahogarse en el mar, y la otra noticia es el retrato de la madre de Sofía, que Teresa, al verlo, guarda inmediatamente el retrato que ha reconocido. Finalmente, el profesor se quejó a Teresa de que sus sobrinos son unos demonios y que no quieren estudiar nada.
Capítulo 4. Eladi con la criada
Eladi llega a casa de Filo, donde tenía una habitación alquilada por él. Vienen a casa de Filo unos compradores. El señor Eladi conoce a la criada de la casa. Eladi empieza a darle besos a la criada mientras que ella le dice que no ha venido a casa de Filo por eso. Ante la reacción de la criada, Eladi le da unos billetes y la criada marcha.
Capítulo 5. Los pendientes de Armanda
Armanda ya no podrá hacer su tarea de cocinera por una lesión y será la encargada de vigilar a todas las criadas de la casa y de pagarles. Armanda se encargaría, además, de hacerle compañía día a día a Teresa. Armanda está muy contenta con los pendientes que le regaló Eladi, pero tiene graves problemas para llevarlos por unos problemas con el agujero. Armanda decidió ir al joyero a arreglarlos.
Capítulo 6. Eulalia y Quim Bergada
Eulalia añora a su marido y su casa de París. Quim volvió y fueron a comer juntos. Eulalia echa en falta mucho a Rafael Bergada. Durante todo el capítulo, Eulalia va recordando, mediante Quim Bergada, a Rafael. Finalmente, Teresa la intenta animar, ya que ve a Eulalia muy deprimida.
Capítulo VII (Sofía)
Silvia empieza a quitarle la máscara a Sofía. Después, Sofía se la sacó y vio delante del espejo cómo tenía la piel nueva y todo su rostro: sus mejillas tirantes, los labios tiernos, el arco de cejas, ni una arruga en la frente y los ojos reposados. Silvia le ayuda a Sofía a prepararse y le aconsejó para coger el vestido, maquillaje y el perfume y al salir de casa, Sofía la miró y le sonrió amablemente por lo que le estaba haciendo sufrir. Ella sabía que Silvia era más bonita y más joven, por eso estaba tan pendiente de sus movimientos. La joven entró en la habitación de Eladi y se quedó sorprendida por el olor a tabaco holandés mezclado con el inglés. En la biblioteca que tenía el señor Eladi vio que había un libro que se llamaba Proust, este no le gustaba a Sofía. Eladi no era capaz nunca de leerse los volúmenes de principio a fin.
Como siempre, baja las escaleras y se abrocha los guantes, pero le vino un recuerdo: recuerda la primera vez que cogió a María en brazos, ya que tenía siete meses, esta volvía del viaje de novios. María vivía en casa de Sofía porque la necesitaba con ella. Entonces, Sofía siempre le ponía en cara los dos hijos que tenía Eladi, los dos hombres. Pero la dominación que necesitaba Sofía de María se iba perdiendo, ya que Eladi amaba a María. Después, la acción se desarrolla con la señorita Rosa y Marta la quería como si fuera su madre de verdad. Sofía apareció más tarde y María, corriendo, fue hacia ella gritándole con mucho afecto y Sofía quedó muy emocionada diciendo que era para siempre suya. María. Sofía le dijo a Rosa que quería hablar con ella y en la noche le dijo que no la necesitaban más.