Análisis del Líquido Amniótico y Otros Fluidos Corporales

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IV. Líquido Amniótico

1. Anatomía y Fisiología del Líquido Amniótico

El saco amniótico se forma durante la primera semana de gestación a partir de tejidos embrionarios. Está compuesto por una capa externa de mesodermo y una interna de ectodermo. La cavidad amniótica crece, rodea al embrión y su cordón umbilical, y permite la amniocentesis (punción segura) alrededor de las 14 semanas. Al final del embarazo (40 semanas), el saco contiene entre 0.5 y 2.5 litros de líquido, producido por el sistema gastrointestinal fetal, el aparato respiratorio, el cordón umbilical, la membrana amniótica y los riñones.

Existe un intercambio de agua entre el líquido amniótico y la madre. En el hidramnios (exceso de líquido amniótico), este intercambio disminuye, mientras que el feto aumenta su contribución de agua al líquido. El líquido amniótico puede considerarse una extensión del líquido extracelular fetal. En desequilibrios como la insuficiencia cardíaca fetal, el edema fetal de rápido desarrollo se acompaña de hidramnios agudo. El hidramnios crónico se presenta cuando el feto no ingiere líquido o existen malformaciones fetales, como anencefalia o atresia esofágica. También se asocia con enfermedades maternas.

Los fetos crónicamente enfermos pueden producir oligohidramnios (menos de 300 ml). El oligohidramnios es frecuente en la insuficiencia placentaria y las malformaciones de la vía urinaria fetal. En el embarazo prolongado, el oligohidramnios se asocia con sufrimiento fetal y puede ser útil para determinar el pH de la sangre fetal y la medición materna de estriol.

2. Amniocentesis

La amniocentesis consiste en la introducción de una aguja a través de la pared abdominal y el útero hasta el interior del saco amniótico.

Fundamento

  • Permitir la detección prenatal temprana, el diagnóstico clínico y la evaluación de enfermedades o anormalidades genéticas o adquiridas.
  • Evaluar la madurez del feto.
  • Aliviar el hidramnios.
  • Controlar las enfermedades isoinmunitarias en las pacientes.

El amnios es la membrana más interna que forma un saco cerrado que contiene al feto y al líquido amniótico. El líquido, compuesto por agua en un 98%, proporciona nutrientes y protección, mantiene una presión homogénea, conserva la temperatura y protege de invasiones bacterianas.

Técnica

  • Antes de la amniocentesis, se realiza una ecografía para evaluar al feto, definir la localización de la placenta y la posición del feto.
  • La paciente debe vaciar su vejiga antes del procedimiento.
  • Se limpiará y desinfectará la pared del abdomen, evitando la contaminación con microorganismos.
  • Se aplica anestesia local en el sitio de inyección.
  • Se introduce la aguja y se extrae la cantidad deseada de líquido amniótico.
  • Las muestras deben etiquetarse claramente y enviarse al laboratorio.
  • Para las determinaciones de la concentración de bilirrubina, las muestras no deben exponerse a la luz, ya que esta la descompone.
  • Si durante la amniocentesis se aspira sangre del líquido amniótico, debe enviarse de inmediato al laboratorio para determinar si es sangre materna o fetal.

I. Estudio del Líquido Pleural, Pericárdico y Peritoneal

4. Examen Físico

Inmediatamente después de la extracción del líquido, se realiza el examen del aspecto. El color puede ser de ayuda en el diagnóstico. En condiciones normales, un líquido seroso presenta un aspecto amarillo pálido, claro y escaso. La turbidez indica la presencia de un número importante de leucocitos. Un líquido lechoso es característico de derrames quilosos o seudoquilosos. El líquido de aspecto hemorrágico presenta el problema de diferenciar la sangre debida a una punción traumática de un verdadero derrame hemorrágico. En general, la punción traumática se caracteriza porque al continuar la aspiración del líquido, este se va haciendo más claro paulatinamente. En el caso del líquido ascítico, un color verdoso sería indicativo de la presencia de bilis en la cavidad peritoneal.

5. Examen Microscópico

Se considera parte del examen habitual el recuento leucocitario, eritrocitario y diferencial.

5.1. Recuento Celular

Normalmente se realiza el estudio del líquido sin diluir, pero a veces, cuando hay muchas células, puede ser necesario diluirlo antes del recuento. Se emplea la cámara de Neubauer.

5.2. Recuento Diferencial

Para el recuento diferencial, será necesario concentrar el líquido por medio de centrifugación. A continuación, se realiza una extensión que se tiñe con los colorantes habituales para frotis de sangre periférica.

6. Examen Bioquímico

6.1. Glucosa

La concentración normal de glucosa en líquidos serosos es aproximadamente igual a la del plasma. Niveles reducidos (40 a 60 mg/dl menos que en sangre) pueden encontrarse en infecciones bacterianas, tuberculosis, neoplasias, etc.

6.2. pH

El pH presenta utilidad fundamentalmente en los derrames pleurales, los cuales se clasifican como potencialmente benignos cuando el pH es superior a 7.3 o derrames complicados cuando el pH es inferior a 7.2. Para la determinación del pH, la muestra debe recogerse en condiciones anaerobias en jeringa heparinizada y conservarse en hielo hasta su determinación.

6.3. Lípidos

El quilo es una emulsión blanca lechosa de líquido linfático graso originado en los conductos linfáticos intestinales. La acumulación de quilo en el espacio pleural es rara, y es aún menos frecuente en las cavidades peritoneales y pericárdica. La presencia de quilo es consecuencia de la obstrucción o traumatismo del conducto torácico. La presencia de quilomicrones en el análisis, y/o valores de triglicéridos elevados, sugieren la existencia de un derrame.

6.4. Proteínas

Los derrames serosos se clasifican según su contenido proteico en trasudados o exudados. La determinación de adenosindesaminasa (ADA) es de ayuda para el diagnóstico de la pleuritis tuberculosa.

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