Análisis de "Cinco horas con Mario" de Miguel Delibes: Ironía y Conflicto en la España Posguerra
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Cinco horas con Mario: Influencia en la novela española de los 60
Influencias Literarias
Europeas
Son decisivos los logros de Marcel Proust. En su obra En busca del tiempo perdido, predominan un estilo poético y el recuerdo del pasado. También influye en la obra James Joyce, con Ulises. Monólogos interiores, gran cantidad de registros y ruptura cronológica son algunas técnicas renovadoras de esta compleja novela.
Hispanoamérica
Los novelistas aportan, en general, nuevas técnicas narrativas, así como un nuevo tratamiento del lenguaje. Destacamos a este respecto La ciudad y los perros (1962) de Mario Vargas Llosa y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Análisis Histórico, Temático y Estructural
Contexto histórico
La España de posguerra hasta los años 60 se ve reflejada en la obra: la sociedad, la guerra civil, la religión y la sexualidad.
Estructura de la Obra
Se divide en tres partes:
- El prólogo: introducción. Narrado en 3ª persona.
- 17 capítulos: cuerpo, desarrollo. Narrado en 1ª persona.
- El epílogo: conclusión. Narrado en 3ª persona.
Cada capítulo está introducido por una cita bíblica que Mario había subrayado del Evangelio, lo cual Carmen utiliza para empezar a hablar de cualquier tema a reprochar a su marido, todo lo que este, según ella, ha hecho mal. Las reflexiones de Carmen están vinculadas a la lectura de los versículos bíblicos que no solo contrastan irónicamente con la interpretación que Carmen les da, constituyendo así la ironía estructural de la novela. Los versículos son el medio por el cual la ironía se transparenta en toda la estructura de la novela.
A veces la ironía está dada en que Carmen:
- Capta uno solo de los sentidos del versículo y lo comenta.
- Enfoca su atención en una palabra, o unas palabras, sin fijarse en el sentido de la frase entera y las comenta.
- Se aprovecha del versículo para echarle en cara a Mario una queja, una acusación.
A lo largo del monólogo-diálogo, se presentan como leitmotivs la cuestión del conflicto y de la culpa. Esta última, con respecto a su casi adulterio con Paco, que no se revela sino hasta el último capítulo, pero permanece latente y aflora en cada una de las anécdotas en torno a la pasión erótica de la viuda, las cuales sirven como disculpa y excusa de su propia conducta, a la vez que exponen irónicamente su hipocresía.
-El conflicto hace referencia a la oposición entre los esposos que se manifiesta en planos diversos: político, religioso, económico, sexual, literario.
El epílogo expone la conclusión del libro con la reflexión del hijo, Mario, sobre las ideas de su madre. Él intenta hacerla ver que nadie es totalmente malo o bueno, sino que todos somos malos y buenos a la vez. Y que los buenos no son los de la izquierda o derecha, sino que hay que abrirse al diálogo e intentar comprender a las dos partes. A pesar de que esta no acepta lo que el hijo le dice, abre un camino de esperanza.
Conclusión
En el último capítulo, la viuda deja de criticar a su marido para confesarle el episodio de su casi adulterio y, postrada, pedirle perdón. Con la salida de Carmen de la cámara mortuoria en el epílogo, la viuda se librará del enfrentamiento con su “situación límite” y podrá volver a su rutina de hipocresía habitual, imponiendo sus valores y creencias a sus hijos sin la resistencia de su marido: “mis ideas no son tan malas, después de todo, y poco valgo, o mis ideas han de ser las de mis hijos que hasta el insolente de Mario pienso meterlo en la cintura”.
En el último capítulo de la obra, Delibes abandona, aparentemente, la estructura irónica, creando una confrontación entre el hijo de Mario, también llamado Mario, y su madre, encuentro en que estos conflictos entre las dos Españas quedan al desnudo.
Capítulo final
Es la parte más débil de la obra, por cuanto no es necesaria e interrumpe una perfecta estructura irónica. Pero parece que Delibes quiere que nadie se equivoque y que su mensaje llegue a todo lector. El conocimiento de que el carácter del padre reaparece en el de su hijo mayor, sumado al valor significativo de que ambos lleven el mismo nombre, y de que el conflicto continuará, por lo menos en el aspecto social, es, sin lugar a dudas, la ironía situacional final.
La hija mayor del matrimonio, por su parte, no estima a los chicos con carrera y dejará sus estudios para dedicarse a “ser mujer” y conseguir novio. Por tanto, la obra no abandona su estructura irónica, sino que la fortalece aún más. Es verdad el hecho de que pueda llevar a ser innecesaria para que el lector capte el sentido irónico de toda la novela; pero lo que Delibes pretende es lograr dar a la novela su mensaje esperanzador.
Delibes pretende que España abra sus ventanas hacia el futuro y siga por el auténtico camino, abandonando su maniqueísmo habitual y reconciliándose; razón por la cual, el último versículo de la novela es Efesios 4: 22-24 que dice: “Dejando, pues, vuestra antigua conducta, despojaos del hombre viejo, viciado por la corrupción del error, renovaos en vuestro espíritu y vestíos del hombre nuevo”.
Al confesar su culpa, después de haber repetido hasta el cansancio que quien la engañaba era su marido con Encarna, la cuñada, Carmen insiste en que no hizo nada verdaderamente malo y suplica a Mario que no la confunda a ella con Julia. Es decir, que no concede a su hermana la misma compasión que suplica de su marido; por lo cual termina de cerrar cíclicamente la contradicción implícita que encierra su argumentación irónica.
Delibes se revela como un escritor profundamente comprometido (dignidad, hermandad, supervivencia del hombre en la tierra) en su postura hacia la vida, pero sin las denuncias estridentes que caracterizan la novela social, porque inteligentemente las mediatiza a través de la ironía. Pero su obra deja de ser pesimista, precisamente por la ironía que encierra en el encuentro final entre madre e hijo.
Eduardo Mendoza (La ciudad de los prodigios)
Es una mezcla de novela policiaca y de novela histórica. Es sobre todo la puerta de entrada de la novela moderna española. Eduardo Mendoza representa lo que en literatura se llama "la democratización de las letras". La novela se convierte en el género por excelencia. No hay normas fijas, cada autor crea sus propias normas. Eclepticismo: no hay solo ficción, hay distintos géneros (historias, aventuras...). La novela está inspirada en la Barcelona del S.XIX. Surge el pensamiento anarquista. Da una imagen pura del protagonista. La novela fue escrita en 1983, se fue a Nueva York y volvió a Barcelona 11 años después. Explica la historia de Barcelona, con datos reales ficticios y datos propios. La novela combina realidad y ficción. Mezcla personajes, fechas... Se adapta al lenguaje de los personajes (vulgar y culto). El protagonista está bien construido pero deja mucho que desear. La población crece por el trabajo (industria). Una burguesía conquistadora mandada por el liberalismo con el objetivo de convertir a Barcelona en una gran ciudad. El anarquismo predomina hasta la guerra civil. La Barcelona de Mendoza es gris. Se ha traducido a más de 25 idiomas. Las últimas palabras vuelven al principio. Es una epopeya de una gran ciudad. La diferencia de las 1000 y una noches.