Análisis de la estructura de Los cachorros

ESTRUCTURA

La organización estructural externa del argumento de Los cachorros se construye en torno al ataque que el perro Judas hace a Cuéllar, a quien termina castrando. Este trágico suceso marca el ritmo del relato y determinará la violenta caída del protagonista.

Escrita en un ágil ritmo narrativo, la obra se estructura en seis partes o secuencias narrativas, que van desde el ingreso de Cuéllar en el colegio y llegan hasta su muerte.

1ª parte:

Desde la llegada de Cuéllar al colegio, con una exitosa incorporación al grupo, hasta que ocurre el accidente con el perro.

2ª parte:

Cuenta la convalecencia de Cuéllar, durante la que se produce un cambio de actitud. En esta parte también se nos cuenta la complicidad de los religiosos del colegio y se produce también una modificación en la forma en que será tratado tanto por su padre como por sus amigos.

3ª parte:

Marca el inicio de la degeneración de Cuéllar y el momento en que nace el apodo de Pichulita. Es en esta parte cuando se produce el enfrentamiento inicial del muchacho con la microsociedad del colegio; así como de la posterior aceptación del apodo y de lo que esto implica.

4ª parte:

Se produce un paréntesis en la degeneración ya que se abre una posibilidad de salvación gracias al amor de Teresita; pero surge la crisis sentimental, se plantea la cuestión de la homosexualidad y el consecuente retraimiento de Cuéllar.

5ª parte:

Continúa la degeneración. El grupo transfiere el amor de Teresita, pero la declaración de amor es imposible.

6ª parte:

Se produce la degeneración total, que culmina con la muerte. Inicia la vida adulta del grupo.

La obra presenta una estructura circular en la que el tiempo de maduración se cierra en torno al grupo de personajes que van creciendo. Es como si volvieran al punto de partida, algo que se confirma cuando una nueva generación entra en el colegio Champañat. La historia de Cuellar y su fracaso al intentar ser uno más acaba, pero la vida del grupo sigue, y se reproduce, volviendo a comenzar con los hijos de los protagonistas de la novela. El primer párrafo y el último están relacionados de tal manera que al final de la novela podría empezar una historia similar.

Es una estructura que nos demuestra el destino cerrado (fatum), o determinismo trágico. Cuéllar es el protagonista de un destino trágico que lo aboca irremediablemente a la depravación y a la muerte. Su hundimiento moral es progresivo, está potenciado por sus maestros, por su padres e incluso por su propia pandilla de amigos: todo su entorno lo empuja al abismo. Es imposible salir de los círculos con el que nos marca la sociedad, tanto para Cuéllar como para sus amigos, que permitirán que se reproduzcan los mismos esquemas sociales en la siguiente generación.