El Amor y la Muerte en los Tiempos del Cólera: Un Análisis Literario
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El Amor y la Muerte en los Tiempos del Cólera
Un Análisis del Triángulo Amoroso
El amor en los tiempos del cólera es la novela de amor por antonomasia, donde Florentino Ariza consagra su vida a Fermina Daza. Un amor que trasciende el tiempo y sobrevive al rechazo durante 51 años, 9 meses y 4 días, a la espera de la viudez de Fermina. Amor y muerte se entrelazan; no hay amor sin muerte. Incluso, el amor se magnifica ante la muerte.
Las Distintas Formas de Amar
La novela se construye sobre un triángulo amoroso: Florentino, Fermina y Juvenal Urbino. A lo largo de la obra, se exploran diversas formas de amor que enriquecen la trama y a los personajes.
El Amor Cortés de Florentino
El amor entre Fermina y Florentino es platónico, un vasallaje propio del amor cortés, en la línea de Dante, Petrarca y Garcilaso, con todos sus tópicos:
- Idealización extrema de la amada
- Juramento de amor eterno
- Baja autoestima del amante: “Se sintió pobre, feo, inferior, y no solo indigno de ella sino de cualquier otra mujer”
- Quijotismo: “no hay mayor gloria que morir por amor”
El narrador utiliza símbolos literarios como la rosa (amor), el fuego (sentimiento amoroso), la camelia blanca (compromiso matrimonial) y el faro (refugio del enamorado). García Márquez introduce símbolos propios, como las almendras (amor y muerte), la primera flor de la primavera y la primera en marchitar, asociadas al final trágico de los amores por su olor similar al cianuro.
El amor ilusorio de Fermina choca con la realidad, decepcionándola al ver a Florentino. A pesar del rechazo (“No, por favor. Olvídelo”), Florentino persiste en su amor.
El Amor como Destino
Florentino concibe el amor como sentimiento y meta, predestinado a “hacer feliz a una viuda”. Su “paciencia mineral” se ve recompensada al conseguir el amor de Fermina en el buque Nueva Fidelidad. El viaje infinito, el “ir y venir del carajo por toda la vida”, convierte el amor en un destino que protege a los personajes de la vejez y sus fantasmas, como en Las mil y una noches, donde el amor vence a la muerte.
El Amor sin Amor
Tras el rechazo, Florentino se entrega a un amor más liberal, con numerosas aventuras que le sirven de consuelo. Su primera experiencia sexual, la violación por Rosalba, se presenta como un punto de partida, no como un acto vejatorio. Al igual que Leona Cassiani, quien afirmaba estar enamorada de su violador, en estas relaciones también hay ternura, como con Olimpia Zuleta (“fue la única vez, desde sus primeros tiempos, en que se sintió atravesado por una lanza de amor”), cuyo asesinato por su marido recuerda al Libro del buen amor del Arcipreste de Hita, mostrando cómo la infidelidad puede terminar en tragedia. La muerte es la salida para los amores contrariados (América Vicuña) o el redescubrimiento de la esposa (la viuda de dos, la viuda de Nazaret, la propia Fermina).
El Matrimonio Convencional
El doctor Juvenal Urbino también tiene relaciones extramatrimoniales, con Bárbara Lynch. Esta infidelidad introduce celos, sospechas y desconfianza en su matrimonio con Fermina, un amor convencional de marido y mujer, sinónimo de estabilidad, rutinario y domesticado, pero que tras una fachada de ejemplaridad, esconde sus propias crisis.
Otros Tipos de Amor
La obra presenta otros tipos de amor: la amistad (Leona Cassiani), el amor maternal (Tránsito Ariza, apoyo moral y guía sentimental), el amor familiar (tía Escolástica e Hildebranda para Fermina).
La Muerte como Eje Vertebrador
La muerte es crucial. La muerte de Juvenal Urbino es el eje de la historia, intuida por él mismo a través de presagios, como la aparición de un ángel tras la muerte de su padre. La muerte de Jeremiah Saint-Amour refuerza este presagio. La muerte, a través de lo mágico y lo real, se convierte en un personaje más.
Conclusión
El amor en los tiempos del cólera se enmarca en la muerte. Comienza con el suicidio de Jeremiah Saint-Amour y termina con el de América Vicuña, confirmando que no hay amor sin muerte.