Adam Smith: Capitalismo, Leyes Económicas y la Riqueza de las Naciones

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Adam Smith y el Origen de la Economía Moderna

Adam Smith es ampliamente reconocido como el padre de la economía moderna. Su obra cumbre, "La Riqueza de las Naciones", publicada en 1776, sentó las bases de la teoría económica clásica y del capitalismo moderno. Aunque muchos de los conceptos expuestos en su obra no eran completamente originales, Smith logró sistematizarlos de manera coherente, creando un marco teórico que revolucionó la forma de entender la economía.

Las Contradicciones en la Obra de Smith

A pesar de su genialidad, la obra de Smith no está exenta de contradicciones. Si bien tenía claro qué teorías económicas debían ser descartadas, a menudo presentaba múltiples explicaciones para un mismo fenómeno, sin decantarse claramente por una. Esta ambigüedad, sin embargo, también refleja la complejidad de los problemas que abordaba y su honestidad intelectual al explorar todas las posibles soluciones. Con la posterior contribución de David Ricardo, "La Riqueza de las Naciones" se consolidaría como el pilar fundamental del sistema clásico, también conocido como la economía política clásica.

Una de las controversias en torno a la figura de Smith es su postura frente al papel del Estado en la economía. Algunos lo interpretan como un defensor a ultranza de la naciente burguesía industrial y del libre mercado, mientras que otros destacan su preocupación por la intervención estatal en ciertos ámbitos. Estas interpretaciones, aparentemente antagónicas, reflejan la complejidad del pensamiento de Smith y la evolución de su obra a lo largo del tiempo.

El Contexto Histórico de "La Riqueza de las Naciones"

Para comprender plenamente la obra de Smith, es fundamental situarla en su contexto histórico. La economía, como disciplina, se centra en el estudio del capitalismo. Este sistema económico, que reemplazó al feudalismo entre los siglos XVI y XVIII, se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción, la búsqueda de ganancias y la existencia de un mercado libre.

Según el historiador Eric Hobsbawm, el feudalismo no se extendió más allá del siglo XVIII, mientras que el capitalismo no se consolidó antes del siglo XIX. Smith, por lo tanto, escribió en un período de transición, en el que el capitalismo aún no había alcanzado su plena madurez. De hecho, la Revolución Industrial, que marcaría el inicio del capitalismo industrial, comenzó en Inglaterra a fines del siglo XVIII.

Isaak Rubin (1921) considera a Smith como "el economista de la etapa manufacturera". En esta etapa, coexistían tres formas productivas: la producción artesanal independiente, la industria doméstica (ambas ligadas a la tradición medieval) y las manufacturas propiamente dichas. Estas últimas dieron origen a dos nuevas clases sociales: los capitalistas y el proletariado industrial, cuyas rentas dependían de las ganancias industriales y el salario, respectivamente.

La Naturaleza de las Leyes Económicas según Adam Smith

El surgimiento de la economía política como disciplina científica implicó una ruptura definitiva con la tradición escolástica y su enfoque teológico de los procesos sociales. Smith se enfrentó a dos corrientes económicas predominantes en su época: el mercantilismo y la fisiocracia. Su objetivo era construir una teoría científica del capitalismo, demostrando que este sistema está regido por un conjunto de leyes que aseguran la producción y el progreso.

¿Qué son las Leyes Económicas?

Smith descartó la idea de que las leyes económicas fueran de origen divino, rompiendo así con la escolástica. Pero entonces, ¿cuál es su origen? No son leyes "naturales" en el sentido de las leyes físicas, ya que se refieren a fenómenos sociales, creados por el hombre. Tampoco son el resultado de un contrato social explícito, ya que las leyes económicas no se dictan.

Smith se inclinó por dos posibles explicaciones:

  • La razón individual: Las leyes económicas surgen de la conveniencia y la inteligencia del hombre.
  • La naturaleza humana: Las leyes económicas provienen de los "instintos naturales" del ser humano.

Ambas opciones presentan el mismo problema metodológico: ¿cómo acceder a la "naturaleza humana" o al "estado de naturaleza"? Se propusieron tres métodos:

  • Introspección (Hobbes): El teórico debe examinar su propio interior, despojándose de las influencias culturales, sociales e históricas.
  • Estudio empírico: Observar sociedades primitivas para identificar los rasgos esenciales del ser humano.
  • Estudio analítico: Imaginar el comportamiento del hombre actual en un hipotético aislamiento de la sociedad capitalista.

Sin embargo, estos métodos no son completamente satisfactorios para determinar la "naturaleza humana".

La Mano Invisible y las Leyes Objetivas

Smith introdujo el concepto de la "mano invisible", una metáfora que describe cómo las acciones individuales, guiadas por el interés propio, conducen al bienestar general de la sociedad. Sin embargo, esto plantea un problema: las leyes económicas son "objetivas", operan independientemente de la conciencia o la voluntad de los individuos. Están guiadas por una "mano invisible", lo que sugiere que la sociedad está gobernada por leyes cuyo funcionamiento y efectos son desconocidos para los individuos que la componen.

Mercantilismo, Fisiocracia y la Definición de Riqueza según Smith

Mercantilismo

Para los mercantilistas, la riqueza se identificaba con la posesión de oro y plata. El objetivo era acumular metales preciosos, lo que llevó a las monarquías a restringir la importación de mercancías y a defender sus propias producciones. El comercio era considerado la actividad primordial, ya que se creía que generaba riqueza genuina. La ganancia comercial era vista como la única fuente de riqueza, y la redistribución del volumen de riqueza se producía a través de pérdidas y ganancias de igual magnitud en el intercambio.

Fisiocracia

Los fisiócratas, por otro lado, identificaban la riqueza no con el dinero, sino con los productos agrícolas. Consideraban que la agricultura era la única actividad productiva y que la riqueza se originaba en la producción, no en la circulación. La riqueza estaba restringida a la actividad primaria.

La Ruptura de Smith: El Trabajo como Fuente de Riqueza

Smith rompió con ambas corrientes al definir la riqueza como el producto del trabajo humano. La riqueza está compuesta por bienes de todo tipo, y su fuente es el trabajo. Esto plantea dos problemas:

  1. El trabajo es considerado como la fuente exclusiva de riqueza.
  2. La riqueza está conformada por las cosas necesarias para la vida, y la única fuente es el trabajo, por lo tanto, se le debe establecer un precio al producto.

Objeciones:

  • ¿Cómo se determina el precio de los bienes y de los factores del proceso productivo, como el capital y la tierra?
  • Se considera al trabajo como la medida del valor.

El Trabajo y los Bienes:

Si el trabajo crea la riqueza (compuesta por bienes), entonces trabajo = bienes. Sin embargo, no todos los trabajos ni todos los bienes son iguales. No queda claro si el trabajo crea los bienes o si el valor de los bienes determina el valor del trabajo.

La Suma de Bienes:

Al sumar bienes, se necesita una unidad de medida común. No todos los bienes son iguales, por lo que se recurre a sus precios y valores para homogeneizarlos.

En conclusión, la obra de Adam Smith, aunque no exenta de contradicciones, sentó las bases de la economía moderna y del capitalismo. Su análisis del trabajo como fuente de riqueza, su concepto de la "mano invisible" y su crítica al mercantilismo y la fisiocracia siguen siendo relevantes en la actualidad. Su legado continúa inspirando el debate económico y la búsqueda de una mejor comprensión de las leyes que rigen la sociedad.

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