1863-1868 gobiernos ultramoderados (narváez y González bravo)

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· Se impulsó una legislación económica: la ley de Concesiones Ferroviarias (1855), o la Ley Bancaria, para crear un mercado nacional; van a permitir un gran impulso a la construcción de la red ferroviaria, y se va a abrir definitivamente el campo del desarrollo de la banca privada en España.

Las huelgas se multiplican en el Bienio y llevan a la huelga general de Julio de 1855; junto a diversos motines de subsistencia entre el pueblo debidas a la carestía, facilitan la caída de Espartero, y el acceso al poder de O´Donnell. O'Donnell había creado la Uníón Liberal, un partido de “centro” entre moderados y progresistas.

3.2.- La Uníón Liberal y la vuelta al moderantismo (1856 – 1868)

En este periodo se sucedieron los gobiernos de los generales Narváez y O´Donnell:

·
Bienio moderado de Narváez (1856-1858).

· Gobierno de la Uníón liberal de O'Donnell. (1854-1863)

· Gobiernos moderados de Narváez y González Bravo (1863-1868)

Este periodo estuvo caracterizado por el predominio de tres sectores sociales: los terratenientes, los militares conservadores y la Iglesia. Se paralizó la desamortización, se le reconocieron a la Iglesia muchas prerrogativas.

El periodo de mayor prosperidad coincidíó con el Gobierno de la Uníón liberal de O'Donnell., este gobierno se benefició de una época de buenas cosechas y de expansión comercial, gracias a las bases coloniales de Cuba y Filipinas. En este periodo también se inició una activa política exterior. Se enviaron tropas a Cochinchina (hoy parte de Vietnam), se hicieron expediciones militares al norte de África, lo que acabó en una guerra abierta contra el Sultán, se ocupó militarmente Santo Domingo, aunque después se perdíó, etc. Paralelamente crecían en España las aspiraciones políticas de mayor libertad y derechos civiles. Se desarrollaba el partido demócrata y aparecía el republicanismo, al tiempo que se creaban las primeras organizaciones obreras y se producían agitaciones entre el campesinado jornalero, que en ocasiones fueron duramente reprimidas por la Guardia civil.

En 1864 volvíó Narváez al gobierno, entregando el Ministerio de Gobernación a González Bravo. Tras la represión con que actuaron frente a revueltas estudiantiles (“noche de San Daniel, 1865) o militares (cuartel de San Gil, 1866), el desprestigio de la reina aumentó. Esto llevó a una alianza entre progresistas y demócratas, que firmaron un pacto en la ciudad belga de Ostende, 1866, que incluía el acuerdo para destronar a Isabel II.
(Pactos de Ostende)

Dos años después, en Septiembre de 1868 la armada española atracada en Cádiz y dirigida por el almirante Topete se sublevó, con el apoyo de los generales Prim y Serrano. Comenzó así la Revolución Gloriosa. El movimiento se extendíó con levantamientos populares que ocuparon las plazas de sus localidades al grito de “Mueran los borbones” y se organizaron juntas revolucionarias locales. Serrano vencíó al ejército gubernamental en Alcolea, Córdoba, e Isabel
II huía a Francia. La revolución había triunfado.3.3.- Castilla – La Mancha con Isabel II

Como en toda España, significó la implantación del régimen liberal y burgués. A nivel administrativo, la regíón de Castilla la Nueva incluía desde antiguo las provincias de Madrid, Toledo, La Mancha, Cuenca y Guadalajara. En 1833, la división provincial de Javier de Burgos transformó la provincia de La Mancha en Ciudad Real. Los aspectos de más incidencia fueron las guerras carlistas y las desamortizaciones.

· Las guerras carlistas: La implantación del carlismo destacó en las áreas montañosas, sobre todo en la Serranía de Cuenca, Montes de Toledo y Sierra Morena. Desde esos núcleos, funcionaron como de guerrilla. Llegaron a tomar Cuenca en la 3ª guerra carlista (1874)

· Las Desamortizaciones: La desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836) afectó mucho a la regíón, con mucha propiedad eclesiástica, sobre todo en Toledo (el obispado más rico de España) También la Desamortización Civil de Madoz (1855), afectó más a Toledo, por la riqueza de sus municipios en bienes municipales. Los resultados fueron negativos como en España: no aparece una clase media propietaria, pues los compradores constituyeron latifundios con escasas inversiones.

La industrialización apenas llegó a nuestra regíón. Siguieron actividades mineras aisladas (minería del Mercurio en Almadén), controladas por capitales extranjeros. El ferrocarril sí llegó a Castilla la Mancha, como lugar obligado de paso a la Periferia. En 1854 se abre el nudo ferroviario de Alcázar de San Juan, para conectar Madrid con el Mediterráneo. Guadalajara recibe en 1859 el tren que se está tendiendo hasta Zaragoza y Barcelona desde Madrid. El resto habrá de esperar.


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