La Prudencia
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La Prudencia (Phronesis):
Para saber lo que es la prudencia A. plantea observar a hombres que llamamos prudentes. Pero ¿a qué llamamos hombres prudentes?: a aquellos que son capaces de deliberar rectamente sobre lo bueno o conveniente para sí mismos, para vivir bien en general. Pero ¿qué es deliberar rectamente?: razonar adecuadamente no sobre lo que es necesario (como la ciencia) ni sobre lo que es azaroso (como el arte), sino sobre aquello, que siendo contingente, permite la deliberación, pues una acción no es un medio (como ocurre con la producción) sino un fin en sí misma: una acción bien hecha es ella misma el fin.Y tenemos ejemplos de hombres prudentes de acuerdo con esta definición: Pericles, que demostraron actuar con moderación, dado que en la acción (a diferencia de la ciencia) entran en juego el placer y el dolor, pues el vicio destruye el principio de la acción; y quien se equivoca voluntariamente es preferible que lo haga en el arte pero no en la prudencia y demás virtudes. Además si son dos las partes racionales del alma la prudencia será la virtud de una de ellas.
Según Aristóteles, se considera prudente “al hombre capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conveniente”, esto es, la prudencia permite al hombre decidir racional y correctamente sobre lo que es mejor para él o para su comunidad. Esta virtud es la base de las virtudes éticas, un ser humano no puede adquirir virtudes éticas sin poseer la virtud de la prudencia.
Aristóteles afirma que la prudencia no se puede ejercitar sobre las cosas que no pueden ser de otra manera ni sobre las cosas que no se pueden realizar, es decir, no se puede ser prudente sobre un objeto que es estudio de la ciencia ni sobre objetos que nuestro arte no es capaz de realizar. Afirma, por tanto, que “la prudencia es un modo de ser racional verdadero y práctico, respecto a lo que es bueno y malo para el hombre”.
El autor también defiende que la prudencia debe ser cualidad de administradores y políticos. Esto demuestra la estrecha relación entre ética y política de la Grecia clásica. Las teorías sobre política aristotélicas definen al ser humano como un ser social, y que debe organizarse en Estados basados en la moderación, y dirigidos por gente que destaque en la virtud de la prudencia.
Es esta idea de moderación la que indica Aristóteles que salvaguarda y beneficia a la prudencia, que nos permite evitar los extremos de la acción, es decir, nos permite mantenernos alejados de los vicios. Por último, el filósofo afirma que la prudencia, a diferencia de otras virtudes, nunca se olvida, un hombre que es prudente siempre será capaz de distinguir la moderación y la decisión más correcta dentro de su abanico de posibilidades. .
Para saber lo que es la prudencia A. plantea observar a hombres que llamamos prudentes. Pero ¿a qué llamamos hombres prudentes?: a aquellos que son capaces de deliberar rectamente sobre lo bueno o conveniente para sí mismos, para vivir bien en general. Pero ¿qué es deliberar rectamente?: razonar adecuadamente no sobre lo que es necesario (como la ciencia) ni sobre lo que es azaroso (como el arte), sino sobre aquello, que siendo contingente, permite la deliberación, pues una acción no es un medio (como ocurre con la producción) sino un fin en sí misma: una acción bien hecha es ella misma el fin.Y tenemos ejemplos de hombres prudentes de acuerdo con esta definición: Pericles, que demostraron actuar con moderación, dado que en la acción (a diferencia de la ciencia) entran en juego el placer y el dolor, pues el vicio destruye el principio de la acción; y quien se equivoca voluntariamente es preferible que lo haga en el arte pero no en la prudencia y demás virtudes. Además si son dos las partes racionales del alma la prudencia será la virtud de una de ellas.
Según Aristóteles, se considera prudente “al hombre capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conveniente”, esto es, la prudencia permite al hombre decidir racional y correctamente sobre lo que es mejor para él o para su comunidad. Esta virtud es la base de las virtudes éticas, un ser humano no puede adquirir virtudes éticas sin poseer la virtud de la prudencia.
Aristóteles afirma que la prudencia no se puede ejercitar sobre las cosas que no pueden ser de otra manera ni sobre las cosas que no se pueden realizar, es decir, no se puede ser prudente sobre un objeto que es estudio de la ciencia ni sobre objetos que nuestro arte no es capaz de realizar. Afirma, por tanto, que “la prudencia es un modo de ser racional verdadero y práctico, respecto a lo que es bueno y malo para el hombre”.
El autor también defiende que la prudencia debe ser cualidad de administradores y políticos. Esto demuestra la estrecha relación entre ética y política de la Grecia clásica. Las teorías sobre política aristotélicas definen al ser humano como un ser social, y que debe organizarse en Estados basados en la moderación, y dirigidos por gente que destaque en la virtud de la prudencia.
Es esta idea de moderación la que indica Aristóteles que salvaguarda y beneficia a la prudencia, que nos permite evitar los extremos de la acción, es decir, nos permite mantenernos alejados de los vicios. Por último, el filósofo afirma que la prudencia, a diferencia de otras virtudes, nunca se olvida, un hombre que es prudente siempre será capaz de distinguir la moderación y la decisión más correcta dentro de su abanico de posibilidades. .