Ideas adventicias
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Tres tipos • Ideas adventiciasson las que me llegan de fuera a I ravés de las sensaciones: mesa, de ideas libro, cuerpo.
• Ideas facticiasson las que yo formo: centauro, marciano,
• Ideas jnnatasson las que no pueden proceder de fuera ni las puedo inventar.
A Dios lo concibo como un ser perfectísimo e infinito. De momento no sé si existe fuera de mi pensamiento, pero, al menos, está en él tal idea de períección.
Pruebas que Aunque las pruebas son tres, en el fondo todas están basadas en el llamado «argu-demuestran mentó ontológico» formulado por San Anselmo: si pienso en el ser perfecto, éste deque Dios existe be existir, pues de lo contrario no sería perfecto al faltarle la existencia.
Primer Tengo la idea de perfección absoluta. Pero tal idea no puede proceder de fuera,
argumento: idea porque no hay nada perfecto en este mundo, luego es innata. Tampoco puedo haberla de perfección creado yo, que soy un ser imperlecto. Por tanto, no hay más remedio que admitir que I procede de algo pertecto, de un ser que tiene que existir.
SegundoMi propia existencia no puedo habérmela dado yo {me habría hecho más períec-
argumento: lo), ni habérmela dado mis padres, sino alguien capa/ de poner en mí la idea de per desde mi existencia fecrión absoluta. Ese alguien sólo puede ser Dios.
Tercer argumento: I Cuando pienso «ser perfecto», lo pienso como que no le falta nada. Si no, no sería ser perfecto ! perfecto. Si es pertecto, no le puede taltar la existencia, luego existe.
Dios garante del criterioCualidades
primarias
y secundarias
Las tres sustancias
Problemas abiertos
Existencia de la realidad exterior
Si Dios existe y es pertecto, necesariamente ha de ser veraz.
Cuando pienso (siento, veo) mi cuerpo, o el libro que estoy leyendo, creo que real mente ahí fuera de mí hay un cuerpo o un libro. Si lo concibo clara y distintamente, ¿cómo Dios, perfecto y veraz, va a permitir que me esté engañando en eso?
Luego Dios me garantiza que existen las cosas exteriores a mi pensamiento: mi cuerpo, mi libro, la pared, la ventana...
No sé si las cosas son del color que las veo, si están realmente frías o el pastel es realmente dulce. Descartes llama a estas sensaciones «cualidades secundarias».
Pero sí sé que mi cuerpo es extenso, tiene una extensión en eí espacio, como ei libro o la pared. A este otro tipo de cualidades las llama «cualidades primarias». Descartes ha conseguido demostrar que existen cosas exteriores a mi «yo pensante», que existe la res extensao cosa extensa.
Existen, pues, tres sustancias: Dios, yo que piensa, cosas extensas. Estas tres ciases de sustancias pueden considerarse desde dos puntos de vista:
• Ordenación según el grado de perfección: 1." Dios, 2." yo, 3." cosas materiales ex tensas.
• Ordenación según el orden en que son descubiertas: 1.° yo, 2." Dios, 3." cosas.
El mundo queda como estaba: existe lo que siempre se había pensado que existía, pero ahora -considera Descartes- con una demostración racional de esa existencia.
• ¿Cómo se relacionan la sustancia pensante -alma- y la sustancia extensa -cuerpo-? Es el problema del dualismo. Descartes habla de la glándula pineal como punto de unión, pero esto no cierra definitivamente el problema.
• ¿Existen verdaderamente ideas innatas? Esa será la cuestión fundamental para el empirismo.
• Ideas facticiasson las que yo formo: centauro, marciano,
• Ideas jnnatasson las que no pueden proceder de fuera ni las puedo inventar.
A Dios lo concibo como un ser perfectísimo e infinito. De momento no sé si existe fuera de mi pensamiento, pero, al menos, está en él tal idea de períección.
Pruebas que Aunque las pruebas son tres, en el fondo todas están basadas en el llamado «argu-demuestran mentó ontológico» formulado por San Anselmo: si pienso en el ser perfecto, éste deque Dios existe be existir, pues de lo contrario no sería perfecto al faltarle la existencia.
Primer Tengo la idea de perfección absoluta. Pero tal idea no puede proceder de fuera,
argumento: idea porque no hay nada perfecto en este mundo, luego es innata. Tampoco puedo haberla de perfección creado yo, que soy un ser imperlecto. Por tanto, no hay más remedio que admitir que I procede de algo pertecto, de un ser que tiene que existir.
SegundoMi propia existencia no puedo habérmela dado yo {me habría hecho más períec-
argumento: lo), ni habérmela dado mis padres, sino alguien capa/ de poner en mí la idea de per desde mi existencia fecrión absoluta. Ese alguien sólo puede ser Dios.
Tercer argumento: I Cuando pienso «ser perfecto», lo pienso como que no le falta nada. Si no, no sería ser perfecto ! perfecto. Si es pertecto, no le puede taltar la existencia, luego existe.
Dios garante del criterioCualidades
primarias
y secundarias
Las tres sustancias
Problemas abiertos
Existencia de la realidad exterior
Si Dios existe y es pertecto, necesariamente ha de ser veraz.
Cuando pienso (siento, veo) mi cuerpo, o el libro que estoy leyendo, creo que real mente ahí fuera de mí hay un cuerpo o un libro. Si lo concibo clara y distintamente, ¿cómo Dios, perfecto y veraz, va a permitir que me esté engañando en eso?
Luego Dios me garantiza que existen las cosas exteriores a mi pensamiento: mi cuerpo, mi libro, la pared, la ventana...
No sé si las cosas son del color que las veo, si están realmente frías o el pastel es realmente dulce. Descartes llama a estas sensaciones «cualidades secundarias».
Pero sí sé que mi cuerpo es extenso, tiene una extensión en eí espacio, como ei libro o la pared. A este otro tipo de cualidades las llama «cualidades primarias». Descartes ha conseguido demostrar que existen cosas exteriores a mi «yo pensante», que existe la res extensao cosa extensa.
Existen, pues, tres sustancias: Dios, yo que piensa, cosas extensas. Estas tres ciases de sustancias pueden considerarse desde dos puntos de vista:
• Ordenación según el grado de perfección: 1." Dios, 2." yo, 3." cosas materiales ex tensas.
• Ordenación según el orden en que son descubiertas: 1.° yo, 2." Dios, 3." cosas.
El mundo queda como estaba: existe lo que siempre se había pensado que existía, pero ahora -considera Descartes- con una demostración racional de esa existencia.
• ¿Cómo se relacionan la sustancia pensante -alma- y la sustancia extensa -cuerpo-? Es el problema del dualismo. Descartes habla de la glándula pineal como punto de unión, pero esto no cierra definitivamente el problema.
• ¿Existen verdaderamente ideas innatas? Esa será la cuestión fundamental para el empirismo.